Por Juan Páez Ávila
La detención de numerosos
oficiales de la FAN, vinculados al chavismo y desvinculados del madurismo,
constituye un grave síntoma de descomposición de lo que el alto gobierno
denomina unidad monolítica de la Institución Armada. La denuncia de un posible
golpe de estado contra Nicolás Maduro, que ha sido siempre una patraña para
tratar de esconder la profunda crisis económica, social y política que ha
colado a su gobierno al borde de un colapso general, puede representar hoy un
serio peligro para la estabilidad del régimen, si se materializa un
enfrentamiento entre militares chavistas y maduristas.
Enfilar los ataques por altos
funcionarios del gobierno y por el propio Maduro, contra un sector de la
oposición, es una manipulación que registra la historia contemporánea
universal, propia de los regímenes totalitarios, que se aferran al poder como
si fuera una propiedad privada, para lo cual inventan enemigos para tratar de
justificar la más horrenda represión policial y militar, primero contra los
llamados radicales y posteriormente contra toda la oposición.
La oposición, no obstante las
diferencias conocidas y aceptadas por sus integrantes, se mantiene unida en lo
fundamental, para sustituir por la vía pacífica y electoral a la administración
más inepta y corrupta de la historia republicana. La división actual se refiere
a si participan o no en las elecciones convocadas por Maduro para el 20 de
Mayo. Incluso el único participante en esas elecciones, Henri Falcón, sostiene
la misma estrategia electoral, pacífica y democrática, por un gobierno de
transición que libere a los presos políticos, regresen los exiliados, se abra
un canal humanitario, se establezca la independencia de los Poderes Públicos,
el respeto a los Derechos Humanos. La diferencia con la MUD se presenta en si
se aceptan o no las garantías electorales que aprobó la dictadura. Mientras la
MUD solicita más transparencia, Falcón sostiene que lo concedido por el régimen
es igual a lo enfrentado en otras elecciones, y considera que está en capacidad
de derrotar al que denomina el candidato del hambre.
La subida permanente de los
precios de los productos de primera necesidad, que forman parte de la dieta
diaria de los venezolanos, se ha convertido en una calamidad cada vez que las
amas de casa acuden al mercado, donde generalmente apenas encuentran dos o tres
de las mercancías que buscan, por lo que tienen que recorrer varios mercados o
supermercados para satisfacer aunque sea parcialmente sus necesidades. Ese alto
costo de la vida no lo pueden tapar con un supuesto golpe de estado contra
Nicolás Maduro
El rechazo a la política
inflacionaria del gobierno, a la represión criminal contra manifestantes
pacíficos, no sólo lo registran las encuestas más serias e independientes que
actúan en el país, sino también y de una manera contundente la protesta de la
mayoría de los más pobres, como ha quedado demostrado en las colas que tienen
que realizar hasta los ancianos para cobrar un seguro, que se los pagan a
cuenta gotas.
Finalmente la hiperinflación
que ha liquidado el valor de los sueldos y salarios de los venezolanos, agrava
la crisis que lleva al colapso al gobierno de Maduro, porque toda la economía
nacional está dolarizada, menos los salarios y sueldos, incluyendo los más
altos que no superan los 50 dólares a precio del mercado paralelo.
26-03-18
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