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miércoles, 21 de marzo de 2018

Rocío San Miguel: La presión que vive en este momento la Fuerza Armada es de alerta máxima por @contrapuntovzla



Por Emma Sánchez Álvarez


La directora de la ONG Control Ciudadano afirma que "Maduro ha amenazado con jaque mate a todo aquel que pestañee y que tenga un perfil institucional" en la Fuerza Armada

Rocío San Miguel no solo es una abogada venezolana que defiende los derechos humanos, sino también, la directora de la Asociación Civil Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional. En entrevista con Contrapunto, evalúa las consecuencias de lo sucedido en la Fuerza Armada Nacional durante las últimas semanas: detención de oficiales y soldados por presunta "traición a la patria" y, especialmente, el encarcelamiento del exministro de Relaciones Interiores, Miguel Rodríguez Torres.

—¿Cómo interpreta usted el arresto de militares por parte de los organismos de seguridad del Estado?

—La Fuerza Armada en estos momentos está en una situación de jaque, en la que cada una de las piezas que la conforma tiene temor de que se lleve a cabo una arremetida feroz del “madurismo” en contra de efectivos militares con liderazgo en la institución.

—Según su información, ¿cuántos militares han sido encarcelados?

—Es difícil saberlo. Las prácticas que adelanta la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) no tienen ningún mecanismo de control democrático. En este momento podrían estar siendo sometidos a declaración decenas de efectivos militares, obligándolos a rendir informe, deteniéndolos no solamente en Boleíta sino también en otras unidades y espacios militares, con el objetivo de cruzar información y establecer una ruta de acción por parte del gobierno que permita controlar la situación que está planteada en los cuarteles.

—Todos estos procedimientos contra militares activos, ¿están avalados por la ley?

—Es difícil que los ciudadanos tengan la certeza de la existencia o no de las conspiraciones que indica el gobierno. Es decir, en primer lugar, los juicios no son públicos como ordena el Código Orgánico de Justicia Militar, que se reformó precisamente en 1998 para incorporar el juicio oral y público; y en segundo lugar, la presentaciones de estos militares ante los tribunales de control no se conocen ni divulgan, con lo cual es difícil saber la trama y qué hay detrás de todo esto. Tengo la impresión de que el plan del gobierno es ejecutar una maniobra de jaque mate, y restablecer el concepto de Fuerza Armada Nacional sumisa y leal a Maduro.



—En Cuba, en 1989, el régimen de Fidel Castro enjuició y fusiló a cuatro militares leales a la Revolución cubana bajo la acusación de narcotráfico y traición a la patria. Algunos analistas han explicado que esto le sirvió al gobierno cubano para limpiar su imagen ante las acusaciones que hizo EEUU. Por supuesto que en Venezuela no existe la pena de muerte, sin embargo, ¿no podría inferirse que toda esta arremetida contra militares del 4F, leales a Chávez, es una maniobra recomendada por los cubanos?

—Ya ocurrió un fusilamiento moral de un líder militar en su momento: Raúl Isaías Baduel, y estamos acudiendo a un expediente de fusilamiento moral dentro de las filas del chavismo del mayor general Miguel Rodríguez Torres, aunque hay una distancia importante entre la trayectoria de Baduel y la de Miguel Rodríguez Torres que tiene que ser tomada en cuenta. Pero sin duda hay una línea. Ni el gobierno de Maduro ni el Estado venezolano se permiten fusilamientos, de manera que no asistiremos a esta escena. Por otra parte, no me cabe duda de que, según el comunicado emitido por el gobierno, Rodríguez Torres va a enfrentar un juicio con las penas máximas que prevé el Código Orgánico Militar. Hay una serie de consideraciones que están llevando a Maduro a una radicalización en el sector militar; obviamente, por el miedo y la debilidad como gobernante.

—¿Maduro haría entonces "caída y mesa limpia" en el sector militar?

—No. Eso está por verse. Yo no puedo hacer una disección final. Estos son escenarios en movimiento que se van configurando en Venezuela de una manera distinta de como habían sido en los años precedentes. Hay que estar atentos viendo cómo se desarrollan estas variables. No veo a Maduro en la capacidad de hacer caída y mesa limpia en la FANB. Es decir, ha avanzado de una manera sin precedentes en la historia, metiendo presos a comandantes de batallones y a un líder histórico del 4F. Habrá que ver si va a seguir en esa línea. Pero caída y mesa limpia no lo veo.

—¿Cuáles serían esas penas máximas para el mayor general Miguel Rodríguez Torres?

—El comunicado emitido por el gobierno habla de complot, atentados armados a las instituciones y de traición. Es decir, tres componentes que el gobierno está montando en este momento en términos jurídicos para adelantar un juicio que le imponga la pena máxima de 28 a 30 años de prisión.


—En realidad, ¿estaba fraguándose un golpe de Estado?

—Nosotros, por primera vez en 6 años, incorporamos el escenario de golpe de Estado en el análisis político y militar de Venezuela. El tiempo nos está dando la razón en el sentido de que es una variable que va a ir creciendo en el tiempo. En nuestra opinión, los apoyos y lealtades al gobierno de Maduro pueden fracturarse en función de dos razones: los recursos de los que dispone Maduro ya no permiten incentivos a la lealtad, y por otra parte, están haciendo mella en la cohesión del respaldo a Maduro las sanciones internacionales y la averiguación preliminar que adelanta la Fiscalía de la Corte Penal Internacional.

—¿Pero no es difícil pensar en el escenario de golpe de Estado, vista la sumisión que hasta ahora ha tenido el sector militar con este gobierno? ¿Y por qué están apresando a los militares que participaron en el alzamiento del 4F?

—Ya desde el año pasado estábamos viendo un cambio de rostros en la casta militar. Es decir, los llamados líderes del 4F y 27N van de salida en el gobierno de Maduro, y están renovando generacionalmente el sector militar. Esto va a producir y está produciendo sus efectos en la institución. Yo no veo un golpe de Estado violento en Venezuela, por lo menos en el corto plazo. Lo que hay que medir y analizar en el tiempo es cómo, eventualmente, podría funcionar esta ecuación militar que está en ciernes, producto de las enormes presiones a la que está siendo sometida la FANB. Y si en vez de un golpe militar ocurre una transición en el marco del poder, producto de pactos entre el sector político y militar chavista.

—En ese escenario de transición, ¿la candidatura de Henri Falcón sería el "as bajo la manga" del chavismo?

—Se ha especulado sobre eso. Yo lo veo todavía difícil. Es decir, para el gobierno no hay garantías suficientes en este sentido, pero creo que el caudal político de Henri Falcón está dado por la posibilidad de ser reservorio de un voto chavista importante, de personas que abandonan el “madurismo”, y de poder movilizar el voto en los ciudadanos, incluso entre opositores, para tener un activo importante de cara a las elecciones. El problema de Henri Falcón es que tiene muy poco tiempo en términos políticos, 60 días para las elecciones, con lo cual tiene dos desafíos: la movilización del voto chavista y opositor, y la adhesión de líderes políticos de la MUD a su candidatura. Si lo logra, creo que podría crecer su opción, y no lo veo necesariamente como una persona que haya pactado con Maduro en esta dirección, sino que Henri Falcón genuinamente puede representar garantías para el chavismo en un mecanismo de transición sin retaliaciones.


—Tengo entendido, por declaraciones del asesor técnico de la oposición, Jorge Roig, que a la dirigencia del chavismo se le dieron garantías en ese sentido en caso de perder unas elecciones transparentes...

—No lo sé. Todavía es una caja negra lo que ocurrió en República Dominicana, sobre lo cual habrá que indagar en la historia. Allí hay una clave y un acertijo que es muy importante para determinar lo que está ocurriendo.

—¿Qué cree usted que mantiene en el poder a Maduro, habida cuenta de la situación tan deplorable que viven los venezolanos?

—La Fuerza Armada Nacional…

—¿Por qué en este momento están siendo perseguidos algunos de los militares que apoyaron el chavismo?

—El generalato y el almirantazgo venezolanos hasta este momento apoyan a Nicolás Maduro. Hemos visto nueve detenciones, de las cuales cuatro de ellas son de comandantes de batallón. Esto no tiene precedentes desde 1992 en Venezuela. Todavía falta analizar el alcance que pueda expresarse en términos de persecución por parte del gobierno de Maduro a la Fuerza Armada Nacional, pero hasta este momento, el generalato y el almirantazgo han dado muestra de apoyo al Presidente. Está por determinarse también cuál va a ser el rol a jugar por Diosdado Cabello, un histórico del 4F.

—No han apresado a varios que participaron y protagonizaron el 4F...

—Bueno, Arias Cárdenas no está preso; Vielma Mora forma parte del gabinete del Presidente; Wilmar Castro Soteldo es ministro también. Hablar de que todos los participantes del 4F están presos no es una realidad. Hay factores vinculados al 4F y al 27N de segundo orden, y cuando me refiero a segundo orden es porque debemos restarle la importancia y el peso específico que representa Diosdado Cabello, quien todavía está en el gobierno. Pero sin duda, hay una ruptura muy clara y definida como el enfrentamiento entre el madurismo y el chavismo. Creo que hay que seguir de cerca el rol y el desarrollo que vayan a tener en sus manifestaciones estos individuos y, por supuesto, conocer de primera mano la declaración que vaya a darse por parte del ministro de la Defensa, si es que va a declarar; monitorear la declaración de Tareck El Aissami, de quien depende el Sebin, y medir de cerca cuál es la posición que están asumiendo los actores.

—¿Quién manda en Venezuela: Maduro, Cabello o Padrino López?

—Aquí manda Maduro, que no quepa la menor duda. Tiene el poder formal, y hasta ahora, tiene el apoyo de la Fuerza Armada Nacional.

—¿Y Diosdado Cabello -de quien se dice que tiene mucha incidencia en el sector militar- qué papel juega?

—Creo que un papel importante, es un histórico del 4F y estará por verse si se separa formalmente del madurismo. La revolución bolivariana ha adoptado unas fórmulas de pragmatismo a toda prueba, y Diosdado Cabello ha demostrado ser, en los últimos 19 años, un pragmático a carta cabal. Está por verse si cederá al pragmatismo en función de preservar el legado del chavismo, o formará parte de los líderes que van a encabezar esta ruptura en la revolución.

—¿De qué forma Control Ciudadano hará seguimiento de lo que está ocurriendo en la Fuerza Armada Nacional?

—Control Ciudadano monitorea 25 temas vinculados a la Fuerza Armada Nacional. Medimos el discurso político de los mandos militares; los nombramientos, designaciones, estructura, aspectos vinculados con la justicia militar, la composición y nombramiento de militares en cargos clave. Es decir, esto nos permite de alguna manera anticipar escenarios, y que hace 15 días habláramos -por primera vez en 6 años- de la incorporación en nuestros escenarios de la posibilidad de golpe de Estado con muy baja probabilidad. Esta es una aclaratoria que todavía la ratificamos. Pero es un escenario que no existía en los años precedentes, y que tiene que ser analizado en sus variables. Nosotros no tenemos influencia sobre los actores políticos ni los actores militares; solamente ejercemos el derecho de contraloría ciudadana sobre el sector Fuerza Armada Nacional.

—¿Ese escenario de golpe de Estado que ustedes monitorearon sería, por la sujeción del sector militar al gobierno, propiciado por el mismo chavismo-madurismo y no por la oposición fracturada?

—En los escenarios por venir en Venezuela no veo con un rol determinante y estelar a la oposición que hemos conocido en los términos de la MUD. Veo actores individuales de la oposición estableciendo alianzas y acciones que sí pueden alimentar los escenarios por venir. Pero no es la MUD como un todo, sino las capacidades individuales que cada uno de los actores políticos puedan tener para alianzas y reconfigurar escenarios.


—¿Podría ocurrir que el sector medio militar presione al generalato y almirantazgo para que se cumpla la Constitución?

—No. En este momento y a esta hora hay una parálisis total en la institución Fuerza Armada Nacional. Maduro ha amenazado con un jaque mate a todo aquel que pestañee y que tenga algún perfil institucional. Te puedo asegurar que el nivel de presión que se está viviendo en este momento en la FAN es de alerta máxima, y yo no creo que podamos ver presiones de mandos medios a los generales y almirantes en estos momentos. De ninguna manera. El nivel de presión que viene ejerciendo la Dirección de Contrainteligencia Militar es severo, así como el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, con lo cual es difícil pensar en presiones que vayan a ejercerse de abajo hacia arriba. La presión, por el contrario, es colateral, y es producto de la enorme crisis en la que está avanzando el país. Una crisis indetenible, que también afecta a la familia militar venezolana y que se va a agravar en el muy corto plazo. Esto, sumado a la deslegitimación acelerada que está socavando el poder de Maduro ante la comunidad internacional, sirve la mesa para escenarios muy complejos en el corto y en el medio plazo.

—¿Y cómo se produciría un golpe de Estado sin los sectores medios de la FANB?

—Hablamos al principio y dije que, por primera vez en 6 años, vimos esto como un escenario de baja probabilidad que hay que monitorear en el tiempo. Esto se analiza en sus variables. Yo en lo personal lo veo así. Hablar de un golpe de Estado en movimiento es otra cosa. Nosotros, por razón de ser simples mortales inmersos en las destrezas y en las capacidades de manejar herramientas de prospectiva, incluimos esto en nuestros escenarios. Pero no tengo herramientas para decirlo. Tenemos otro escenario que hemos medido también, como es el del gobierno perpetuo de Maduro. Otro escenario es la negociación; lo medimos igual. Estos escenarios van creciendo o disminuyendo en sus probabilidades.

—¿Pero ese escenario de golpe de Estado improbable estaría fraguado por quiénes?

—Yo creo que hablar de quienes y por qué es cuesta arriba. Para que el desarrollo de un cambio de poder ocurra por la vía del golpe de Estado tiene que ser liderado por personas que tengan el poder objetivo para darlo. Es decir, hablar nominalmente si es fulano o mengano es muy difícil.

—Los únicos que tienen el poder para darlo son los chavistas...

—Sin duda alguna. No veo de ninguna manera un golpe de Estado ejecutado por la oposición. Creo que la mayor amenaza que tiene Maduro en su poder proviene del chavismo, y por supuesto, tanto del chavismo civil-político como militar.

20-03-18




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