Por Marino J. González R.
El último informe de la
Agencia de la Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) sobre la situación de
los venezolanos desplazados, indica las dimensiones del drama que afecta al
país. Se expresa en el informe que el número de desplazados supera 1,5
millones de ciudadanos venezolanos. Se señala, además, que un número
significativo de las personas desplazadas están en necesidad de protección
internacional. Por otra parte, el informe reconoce que casi 150.000 venezolanos
han solicitado asilo y protección formal como refugiados. En el informe también
se estima que el financiamiento requerido para atender a tal cantidad de desplazados
es 46 millones de dólares, distribuidos en diez países.
Tal es el impacto de la
situación económica y social, que para millones de venezolanos no ha quedado
otra salida que abandonar el país por cualquier medio disponible. El aumento de
la salida de venezolanos se ha producido con mayor intensidad a partir de 2016,
y especialmente, desde mediados del año pasado, justamente cuando se producía
el inicio de la hiperinflación. Es obvio que ya en el quinto mes de
hiperinflación, la salida de venezolanos se ha incrementado mucho más
La situación de los
desplazados en los países a los cuales se han dirigido es totalmente
previsible. Los desplazados van sin ingresos, quizás con pocos dólares que
pudieron comprar con, probablemente, la totalidad de sus ahorros. En su mayoría
viajan solos, pero muchos deben ir con sus familias. Marchan por vía terrestre,
con pocos enseres. También han experimentado varios años de privaciones, por
ejemplo, la mayoría no ha contado con seguro de salud, los niños quizás no
están inmunizados, los jóvenes han debido abandonar la escuela de manera
intempestiva. También para muchos de ellos las habilidades para el trabajo
están concentradas en actividades manuales.
Los más preparados pueden contar
con certificados y diplomas, que serán reconocidos por los países huéspedes en
términos no necesariamente favorables y a través de largos procesos. Es
bastante claro que en la medida que aumente la cantidad de desplazados, dado
que no se aprecian medidas que puedan resolver los problemas sociales y
económicos, las condiciones de llegada también serán más críticas. Todo este
desplazamiento masivo de venezolanos es la consecuencia de las peores políticas
económicas y sociales desde que Venezuela existe como República. Los
desplazados han sido privados de su país, de sus seres queridos, de su modo de
vida, de sus espacios naturales. Las consecuencias de esas políticas han
sido sufrimientos y penurias.
Pero no solo han sido
desplazados millones de venezolanos. También ha sido desplazado el país en su
totalidad. Ha sido desplazado del futuro. Hoy en día Venezuela luce en el
contexto mundial como un país desplazado de las posibilidades de bienestar, con
perspectivas sombrías. Todo ello es demostración de las pésimas políticas
de desarrollo implementadas en los últimos veinte años. En la situación actual,
con una hiperinflación completamente desatada, el curso de las actuales
políticas solo agravará la condición de las familias venezolanas. En esta
dirección, la condición de país desplazado también se agravará.
21-03-18
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