Por Arnaldo Esté
Los planes del gobierno están
sobre la mesa: fraude, dictadura, éxodo y hambre. Esta semana, por lo menos, se
duplicaron los precios.
Se gobierna con un peculiar
pragmatismo destinado únicamente a conservar el poder y la corrupción. Las
pretensiones ideológicas de argumentar el socialismo ingenuo de Chávez y el
Plan de la Patria con recursos del izquierdismo europeo y los dogmas cubanos,
ahora son desplazadas por el afán de reprimir, comprar y coaccionar conciencias
y voluntades para llevarlas a votar o callarse ante un terrible infortunio. No
solamente fracasa el gobierno, sino todas las opciones que, con esas
pretensiones ideológicas, se manejaban en Latinoamérica y de las que sobreviven
dos o tres, con oscuridad de maniobras, más allá de la monarquía hereditaria
cubana.
Se crea así un vacío que
obliga búsquedas y propuestas originales y adecuadas, que en un principio
podrían seguir optando también por fórmulas y recetarios del mismo origen
occidental y signo contrario del marxismo, pero el reclamo es de otra
tendencia. Es la de profundizar la democracia como un instrumental para
creaciones y cambios.
Construir un país luego del
destrozo ético, social y económico actual será cosa compleja y de largo tiempo,
pero obviamente necesario: no tenemos otro país, ni tan peligrosamente dotado
como este.
El voto contrario al gobierno
es una opción para acumular fuerzas. Para fundamentar un gobierno de transición
que tome un curso propositivo, positivo. Mucho más allá del pesimismo y la
resignación que, tal vez sin proponérselo, ensombrecen el abstencionismo.
Uno puede sentir una suerte de
marea creciente, de desplazamientos hacia la voluntad y la decisión, que amplía
mucho las opciones de lucha. Algo que ya comenzó a ocurrir en personas y grupos
y que crecerá con evidencia en los próximos días.
No se puede optar por el
silencio, ni quedarse en las necesarias protestas y pronunciamientos. Sin
disparar para los lados ni cercar de incomprensiones a los vacilantes o
confundidos, a veces atrincherados en el desespero, hay que acumular opciones.
Usar todos los espacios, todos los tiempos. Sumar, sumar y sumar sin
prepotencias ni discriminaciones.
Se ha logrado un enorme apoyo
internacional de países y políticos que saben de fraude y engañifas políticas y
que podrán comprender los esfuerzos por acopiar recursos. Un gran apoyo de
magnitudes muy pocas veces logradas y que podrá continuar con un gobierno de
transición.
arnaldoeste@gmail.com
05-05-18
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