EFE 30 de abril de 2018
Venezuela
acusó hoy, 30 de abril de 2018, a la Organización de los Estados Americanos
(OEA) de señalar su crisis para preparar una intervención militar, después de
que doce naciones de la región y varios expertos denunciaran en Washington la
situación humanitaria del país.
"Se
está construyendo un caso de intervención en Venezuela, aquí hay un teatro
montado", sentenció el viceministro venezolano para América del Norte,
Samuel Moncada, en una de sus duras afirmaciones en Salón Bolívar de la OEA.
Esa
fue su descripción del Consejo Permanente Extraordinario sobre Venezuela
convocado en la OEA a propuesta de Estados Unidos, Argentina, Brasil, Canadá,
Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y
Perú.
La
sesión comenzó, como todas las que se celebran sobre Venezuela sin su
aprobación, con las quejas de la delegación de ese Estado y las de la de su
fiel aliado, Bolivia.
En
esta ocasión, Nicaragua y Ecuador, tradicionales socios de Caracas, no salieron
en su defensa y optaron por no intervenir en toda la reunión, que duró tres
horas.
Los
Estados de la OEA invitaron a tres expertos para que aportaran datos sobre la
situación humanitaria en Venezuela y doce países tomaron la palabra después
para subrayar la gravedad de la crisis y sus consecuencias en toda la región,
con el gran aumento del número de inmigrantes en varias naciones.
Las
delegaciones que denunciaron la situación en Venezuela fueron Colombia, México,
Argentina, Chile, Panamá, Perú, Costa Rica, Paraguay, Guatemala, Uruguay,
Estados Unidos y Brasil.
El
secretario general de la OEA, Luis Almagro, consideró la sesión "un
importante paso" porque, según su interpretación, "Venezuela ha
reconocido finalmente la existencia de una crisis humanitaria", algo que
Moncada negó haber hecho.
"También
queda claro, y esto en función de todos los expertos, que la crisis es
autoinflingida por el régimen bolivariano a su pueblo", dijo Almagro en
declaraciones a un grupo de periodistas tras la reunión.
En
este contexto, el excanciller uruguayo pidió a los Estados de la OEA "más
sanciones y sanciones más duras" a los "funcionarios de la dictadura
y a sus familiares" y consideró que "la peor sanción para Venezuela
son 6 o 12 años más del régimen de Maduro".
Moncada,
que también habló con la prensa tras la sesión, negó rotundamente haber
admitido que en Venezuela haya una crisis humanitaria.
"No
niego las dificultades económicas, llámelo crisis económica, pero cuando hablan
de crisis humanitaria es que el Estado colapsó", afirmó, para añadir que,
con ese argumento, los países de la OEA quieren justificar que es necesario el
"tutelaje" de Venezuela y preparar el terreno para una
"intervención" que "derroque" al actual Gobierno.
"Nosotros
tenemos que actuar, el Gobierno que salga el 20 de mayo (elecciones
presidenciales en Venezuela) tiene que cambiar radicalmente la situación
económica, hacer un nuevo programa de refundación económica que cambie el
modelo actual que ya se agotó, lo que no podemos permitir es que vengan a creer
que pueden tutelarnos a nosotros", indicó.
Dentro
de la sala, durante la sesión, Moncada dejó claro desde el principio el rechazo
y "desconocimiento" de su Gobierno a todo lo que ocurriera en el
encuentro.
"Esta
es la peor actitud posible, por eso hace un año decidimos salir de la OEA (se
hará efectivo en abril de 2019), nos están hundiendo en una crisis para
presentarse como salvadores, Estados Unidos dice que ofrece 21 millones de
dólares y está bloqueando 1.200 millones de dólares", señaló.
Moncada
fue especialmente crítico con el cardenal Baltazar Porras, presidente de
Cáritas en Venezuela, al que acusó de haber estado involucrado en el intento de
golpe de Estado de 2002 contra el entonces presidente Hugo Chávez.
Porras
denunció en un vídeo que se emitió en la sesión que Venezuela está en una "verdadera
emergencia humanitaria".
El
director regional para América del Sur de la Organización Internacional para
las Migraciones, Diego Beltrand, por su parte, explicó el aumento del flujo
migratorio de venezolanos a nivel mundial, de 700.000 en 2015 a 1.642.000 en
2017.
Julio
Castro, profesor del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central
de Venezuela, señaló tendencias alarmantes como el aumento de la mortalidad
materna y la "epidemia" de difteria y sarampión.
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