Ganarle a la hiperinflación
resulta una carrera a caballo. Sin embargo, Mi Condominio.com se las ingenia
para educar a los propietarios y llevarlos a encontrar las decisiones necesarias,
en un momento donde los presupuestos pierden vigencia en apenas 48 horas
Contactar para esta entrevista
al promotor comunitario de Mi Condominio.com y director de la Escuela de
Ciudadanos, Elías Santana, no fue tarea fácil. Por varios días lo perseguimos
por WhatsApp sin resultados favorables, hasta que su asistente de prensa nos lo
puso en contacto. Queríamos hablar del estado actual de los condominios y cómo
se las han arreglado para enfrentar la crisis que atraviesa el país. Por
supuesto, no había nadie mejor que él para que tocáramos un tema que le
apasiona y que probablemente maneja desde hace unos 18 años cuando se creó Mi
Condominio.com.
Quien paga condominio sabe que
las cuotas especiales terminan superando el monto fijo que establecen las
mensualidades. Las reparaciones de ascensores, tuberías, cloacas, aires
acondicionados, entre otros, se vuelven un gran problema, debido a que la
hiperinflación anualizada de 25.000% -según datos de la Asamblea Nacional-
vuelve mella los salarios o cualquier bonificación que perciben los
venezolanos.
En ese sentido, Santana
explica que los aumentos constantes del salario mínimo y el bono de
alimentación “hacen prácticamente imposible cumplir mensualmente con
obligaciones tan fundamentales para un condominio como es el pago a la
conserje”. Agrega además que cada aumento impacta a las empresas que brindan
servicios regulares y de mantenimiento, que frecuentemente ajustan su oferta.
“El precio de las bolsas de
basura, de los bombillos, de los productos de limpieza y de todos los insumos
de consumo regular varían semanal y hasta diariamente, impactando nuestra
calidad de vida. Invertir o mantener nuestras inversiones en seguridad y
prevención, como cámaras, cerco eléctrico, iluminación o la vigilancia privada
resulta cada vez más complicado, ya que las posibilidades de los copropietarios
de aportar al ritmo de la inflación son casi nulas”, añade el también el
exprecandidato a la Alcaldía de Sucre en las elecciones municipales de 2017.
Según Santana, la morosidad
aumenta “significativamente”, lo que ha generado que familias que anteriormente
eran puntuales con sus pagos, experimenten ahora retrasos “importantes” o
sencillamente no puedan ir al ritmo de la inflación. “A veces nos parece
irresoluble y crítica la situación que se nos plantea cada mes” dice.
El tic tac de la
hiperinflación
Con una inflación diaria de 3% durante la
primera quincena de mayo, según cifras del Centro de Divulgación del
Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice Libertad), la vorágine de la
economía obliga a los venezolanos a modificar sus presupuestos diariamente y
sobre todo, a reducir cada vez más la adquisición de bienes y servicios.
En este sentido, Santana
explica que también son parte de esa dinámica las empresas y los prestadores de
servicios, pues los presupuestos de mantenimiento tienen una duración de
24 a 48 horas, y muchas veces son ofrecidos en divisas.
“Esto nos enfrenta a una nueva
realidad. Debemos ser capaces de decidir legalmente muy rápido y de recaudar
los fondos necesarios para pagar antes de que el monto del presupuesto aumente.
En algunos conjuntos residenciales han adoptado el mecanismo de hacer un aporte
de un dólar en efectivo al mes, que la junta invierte en los pagos relevantes a
proveedores. Y mientras, todos cumplen con la obligación en bolívares para los
gastos regulares. En otros edificios se apela a que el o los vecinos que
puedan, hagan el pago inmediato para evitar los incrementos y luego, al
recaudar las cuotas especiales, se hace el reintegro correspondiente”, agrega.
Ante la coyuntura, recomienda
a los condominios realizar reuniones con expertos que expliquen lo que es la
hiperinflación, cómo la vivieron otros países y que brinden consejos para
afrontarla; además de realizar foros con especialistas que ayuden a los vecinos
a manejar la angustia y la incertidumbre a la hora de tomar decisiones
relacionadas con la comunidad.
No menos importante es el
hecho de que las juntas de condominio enfrentan serios problemas
derivados de la diáspora: al reducirse la cantidad de inquilinos entre
quienes se dividen los gastos del condominio las cuotas se elevan, lo que hace
más difícil para los propietarios cancelar sus deberes.
La recomendación de Santana
es que la junta converse con cada familia antes de irse para garantizar
comunicación constante y asegurar el pago de las obligaciones mensuales, con el
beneficio que podrían ser cancelados en divisas. “Puede ser una
oportunidad para tener ingresos especiales previsto en la Ley de Propiedad
Horizontal”, explica, argumentando que también pudieran hacer contribuciones
extraordinarias que serían devueltas un vez recuperadas las finanzas
comunitarias.
El coco de las invasiones
“Desde hace tres semanas han
circulado en las redes escritos y audios que hablan de visitas de funcionarios
y activistas progobierno a edificios, buscando información sobre propiedades
desocupadas con la intención de proceder a organizar ocupaciones. Hasta ahora
el equipo de Mi condominio.com no ha podido certificar que haya ocurrido
en ninguna localidad, salvo lo acontecido en el centro de Caracas con la
invasión a un hotel en pleno funcionamiento que gracias a la reacción rápida de
la comunidad y al apoyo de las autoridades fueron desalojados”, manifiesta en
torno a los fuertes rumores que se generaron, y que
en algunos casos pasaron a hechos concretos.
A juicio de Santana, el
aprendizaje que poseen es que ni los copropietarios, ni el personal de
conserjería o vigilancia deben dar información o permitir el acceso de
extraños, así tengan credenciales o uniformes sin antes certificar su
identidad. Y que todas las comunidades deben estar preparadas para un conato de
invasión, una situación de rehenes, un terremoto o una conmoción social.
Recomendaciones para ganarle a
la crisis
Realmente la crisis puede ser
el espacio y la oportunidad generadora de muchas y nuevas relaciones entre
nosotros, de crecer en organización, tejido social y fuentes de ingreso.
Asumir lo que está
ocurriendo. La comunidad de propietarios y residentes debe aceptar y entender
que estamos en una nueva realidad, crisis política y social e hiperinflación, y
que no existen opciones de cambio en el futuro cercano, sino más bien la
profundización de la crisis. Comprenderla y dejar de invertir energía y tiempo
en lamentaciones o quejas.
Mi condominio.com ofrece
charlistas que pueden acompañar emocionalmente a los vecinos en días de
incertidumbre y expertos que pueden ayudar a entender la hiperinflación y
orientarlos sobre cómo afrontarla personal y familiarmente.
Inventario de recursos. Se
recomienda hacer un recorrido y un análisis de las condiciones, fortalezas y
opciones del edificio, especialmente de sus áreas comunes. Con la intención de
construir una visión de condominio productivo. Que permita alquilar o darle
nuevos usos a la azotea, el estacionamiento, la fachada o la sala de usos
múltiples y generar ingresos regularmente. Debe hacerse un plan de corto plazo
para tomar todas las decisiones necesarias para que el condominio tenga nuevos
ingresos, más allá de los aportes de los copropietarios.
Ahorro posible. Se aconseja
revisar las oportunidades para ahorrar y concentrar recursos en las necesidades
esenciales. También adoptar programas de reciclaje si estos implican una
disminución de la compra de bolsas negras de basura. La Escuela de Ciudadanos
lleva adelante una experiencia con la empresa Multirecicla que ha dado
resultados positivos, por ejemplo.
Diáspora en positivo. Durante
el análisis de las condiciones del edificio, de la comunidad, es muy importante
determinar cuáles copropietarios están residenciados en el extranjero por este
fenómeno de la diáspora y entablar con ellos una nueva dimensión en la relación
y en sus aportes, que ahora pueden ser cuotas especiales en moneda dura para
afrontar gastos extraordinarios fuera de las posibilidades de la comunidad. La
Ley de Propiedad Horizontal lo permite, al contemplar la figura de aportes y
gastos de copropietarios ante asuntos urgentes que luego serán reconocidos por
la comunidad de propietarios y acordada una forma de pago posterior. Es
importante determinar cuáles gastos pueden minimizarse y en donde puede haber
ahorro para cumplir con las obligaciones urgentes.
Aportes diferenciados. Para el
crecimiento de los gastos regulares hay que analizar las capacidades de aporte
de cada familia, pues pudiera ser que aquellas con mayores ingresos hagan
aportes superiores, siempre bajo la modalidad de un “préstamo” que será
registrado y cancelado a futuro, preferiblemente indexado.
Tiempo de solidaridad.
Recorrer el edificio, evaluando la condición de cada familia es una
recomendación medular. La clase media y los sectores populares viven la peor
situación económica y sanitaria de nuestra historia reciente. Se impone que la
junta y los vecinos más activos determinen cuáles familias o vecinos merecen
una atención especial, vincularlos con redes de solidaridad.
16-06-18
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