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domingo, 17 de junio de 2018

Diáspora e hiperinflación: dos caras de la crisis que agobia a los condominios





Ganarle a la hiperinflación resulta una carrera a caballo. Sin embargo, Mi Condominio.com se las ingenia para educar a los propietarios y llevarlos a encontrar las decisiones necesarias, en un momento donde los presupuestos pierden vigencia en apenas 48 horas



Contactar para esta entrevista al promotor comunitario de Mi Condominio.com y director de la Escuela de Ciudadanos, Elías Santana, no fue tarea fácil. Por varios días lo perseguimos por WhatsApp sin resultados favorables, hasta que su asistente de prensa nos lo puso en contacto. Queríamos hablar del estado actual de los condominios y cómo se las han arreglado para enfrentar la crisis que atraviesa el país. Por supuesto, no había nadie mejor que él para que tocáramos un tema que le apasiona y que probablemente maneja desde hace unos 18 años cuando se creó Mi Condominio.com.

Quien paga condominio sabe que las cuotas especiales terminan superando el monto fijo que establecen las mensualidades. Las reparaciones de ascensores, tuberías, cloacas, aires acondicionados, entre otros, se vuelven un gran problema, debido a que la hiperinflación anualizada de 25.000% -según datos de la Asamblea Nacional- vuelve mella los salarios o cualquier bonificación que perciben los venezolanos.

En ese sentido, Santana explica que los aumentos constantes del salario mínimo y el bono de alimentación “hacen prácticamente imposible cumplir mensualmente con obligaciones tan fundamentales para un condominio como es el pago a la conserje”. Agrega además que cada aumento impacta a las empresas que brindan servicios regulares y de mantenimiento, que frecuentemente ajustan su oferta.

“El precio de las bolsas de basura, de los bombillos, de los productos de limpieza y de todos los insumos de consumo regular varían semanal y hasta diariamente, impactando nuestra calidad de vida. Invertir o mantener nuestras inversiones en seguridad y prevención, como cámaras, cerco eléctrico, iluminación o la vigilancia privada resulta cada vez más complicado, ya que las posibilidades de los copropietarios de aportar al ritmo de la inflación son casi nulas”, añade el también el exprecandidato a la Alcaldía de Sucre en las elecciones municipales de 2017.

Según Santana, la morosidad aumenta “significativamente”, lo que ha generado que familias que anteriormente eran puntuales con sus pagos, experimenten ahora retrasos “importantes” o sencillamente no puedan ir al ritmo de la inflación. “A veces nos parece irresoluble y crítica la situación que se nos plantea cada mes” dice.


El tic tac de la hiperinflación

Con una inflación diaria de 3% durante la primera quincena de mayo, según cifras del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice Libertad), la vorágine de la economía obliga a los venezolanos a modificar sus presupuestos diariamente y sobre todo, a reducir cada vez más la adquisición de bienes y servicios.

En este sentido, Santana explica que también son parte de esa dinámica las empresas y los prestadores de servicios, pues los presupuestos de mantenimiento tienen una duración de 24 a 48 horas, y muchas veces son ofrecidos en divisas.

“Esto nos enfrenta a una nueva realidad. Debemos ser capaces de decidir legalmente muy rápido y de recaudar los fondos necesarios para pagar antes de que el monto del presupuesto aumente. En algunos conjuntos residenciales han adoptado el mecanismo de hacer un aporte de un dólar en efectivo al mes, que la junta invierte en los pagos relevantes a proveedores. Y mientras, todos cumplen con la obligación en bolívares para los gastos regulares. En otros edificios se apela a que el o los vecinos que puedan, hagan el pago inmediato para evitar los incrementos y luego, al recaudar las cuotas especiales, se hace el reintegro correspondiente”, agrega.

Ante la coyuntura, recomienda a los condominios realizar reuniones con expertos que expliquen lo que es la hiperinflación, cómo la vivieron otros países y que brinden consejos para afrontarla; además de realizar foros con especialistas que ayuden a los vecinos a manejar la angustia y la incertidumbre a la hora de tomar decisiones relacionadas con la comunidad.

No menos importante es el hecho de que las juntas de condominio enfrentan serios problemas derivados  de la diáspora: al reducirse la cantidad de inquilinos entre quienes se dividen los gastos del condominio las cuotas se elevan, lo que hace más difícil para los propietarios cancelar sus deberes.

La recomendación de Santana es que la junta converse con cada familia antes de irse para garantizar comunicación constante y asegurar el pago de las obligaciones mensuales, con el beneficio que podrían ser cancelados en divisas. “Puede ser una oportunidad para tener ingresos especiales previsto en la Ley de Propiedad Horizontal”, explica, argumentando que también pudieran hacer contribuciones extraordinarias que serían devueltas un vez recuperadas las finanzas comunitarias.

El coco de las invasiones

“Desde hace tres semanas han circulado en las redes escritos y audios que hablan de visitas de funcionarios y activistas progobierno a edificios, buscando información sobre propiedades desocupadas con la intención de proceder a organizar ocupaciones. Hasta ahora el equipo de Mi condominio.com no ha podido certificar que haya ocurrido en ninguna localidad, salvo lo acontecido en el centro de Caracas con la invasión a un hotel en pleno funcionamiento que gracias a la reacción rápida de la comunidad y al apoyo de las autoridades fueron desalojados”, manifiesta en torno a los fuertes rumores que se generaron, y que en algunos casos pasaron a hechos concretos.

A juicio de Santana, el aprendizaje que poseen es que ni los copropietarios, ni el personal de conserjería o vigilancia deben dar información o permitir el acceso de extraños, así tengan credenciales o uniformes sin antes certificar su identidad. Y que todas las comunidades deben estar preparadas para un conato de invasión, una situación de rehenes, un terremoto o una conmoción social.

Recomendaciones para ganarle a la crisis

Realmente la crisis puede ser el espacio y la oportunidad generadora de muchas y nuevas relaciones entre nosotros, de crecer en organización, tejido social y fuentes de ingreso.

Asumir lo que está ocurriendo. La comunidad de propietarios y residentes debe aceptar y entender que estamos en una nueva realidad, crisis política y social e hiperinflación, y que no existen opciones de cambio en el futuro cercano, sino más bien la profundización de la crisis. Comprenderla y dejar de invertir energía y tiempo en lamentaciones o quejas.

Mi condominio.com ofrece charlistas que pueden acompañar emocionalmente a los vecinos en días de incertidumbre y expertos que pueden ayudar a entender la hiperinflación y orientarlos sobre cómo afrontarla personal y familiarmente.

Inventario de recursos. Se recomienda hacer un recorrido y un análisis de las condiciones, fortalezas y opciones del edificio, especialmente de sus áreas comunes. Con la intención de construir una visión de condominio productivo. Que permita alquilar o darle nuevos usos a la azotea, el estacionamiento, la fachada o la sala de usos múltiples y generar ingresos regularmente. Debe hacerse un plan de corto plazo para tomar todas las decisiones necesarias para que el condominio tenga nuevos ingresos, más allá de los aportes de los copropietarios.

Ahorro posible. Se aconseja revisar las oportunidades para ahorrar y concentrar recursos en las necesidades esenciales. También adoptar programas de reciclaje si estos implican una disminución de la compra de bolsas negras de basura. La Escuela de Ciudadanos lleva adelante una experiencia con la empresa Multirecicla que ha dado resultados positivos, por ejemplo.

Diáspora en positivo. Durante el análisis de las condiciones del edificio, de la comunidad, es muy importante determinar cuáles copropietarios están residenciados en el extranjero por este fenómeno de la diáspora y entablar con ellos una nueva dimensión en la relación y en sus aportes, que ahora pueden ser cuotas especiales en moneda dura para afrontar gastos extraordinarios fuera de las posibilidades de la comunidad. La Ley de Propiedad Horizontal lo permite, al contemplar la figura de aportes y gastos de copropietarios ante asuntos urgentes que luego serán reconocidos por la comunidad de propietarios y acordada una forma de pago posterior. Es importante determinar cuáles gastos pueden minimizarse y en donde puede haber ahorro para cumplir con las obligaciones urgentes.

Aportes diferenciados. Para el crecimiento de los gastos regulares hay que analizar las capacidades de aporte de cada familia, pues pudiera ser que aquellas con mayores ingresos hagan aportes superiores, siempre bajo la modalidad de un “préstamo” que será registrado y cancelado a futuro, preferiblemente indexado.

Tiempo de solidaridad. Recorrer el edificio, evaluando la condición de cada familia es una recomendación medular. La clase media y los sectores populares viven la peor situación económica y sanitaria de nuestra historia reciente. Se impone que la junta y los vecinos más activos determinen cuáles familias o vecinos merecen una atención especial, vincularlos con redes de solidaridad.

16-06-18




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