Alexis Aponte 05 de junio de 2018
@alexisaponte14
A esta
fecha 04-06-2018 no se ha constituido la comisión anunciada por el presidente
de la República, que tenía como objetivo estudiar los diversos problemas
económicos y sus respectivas soluciones que gravitan sobre la sociedad
venezolana.
Con el
fin de contribuir y ahorrarle la tarea para cuando los nombren, le hacemos una
lista de temas que son necesarios abordar:
·
Hiperinflación
·
La escasez de comida y medicinas
·
La “caída libre” de la producción petrolera
·
El deterioro del salario real
·
La escasez de divisas
·
Las sanciones económicas que prohíben hacer
negocios con empresas del gobierno nacional.
·
Las limitaciones impuestas para realizar
transacciones financieras
·
La escasez de efectivo como medio de pago.
·
La reconversión monetaria, prorrogada por 60
días, que promete será un desastre más.
·
Las tasas de interés negativas tanto pasivas como activas que
están asfixiando al sector financiero.
·
Un crecimiento del “desempleo voluntario” que
alimenta a la economía informal y a la delincuencia.
·
Un sistema de transporte que colapsa dados los
precios de repuestos y mantenimiento, el cual afecta la asistencia de las
personas a sus puestos de trabajos y el
comercio de alimentos.
·
El problema de energía eléctrica que afecta la
producción y funcionamiento de servicios.
·
El suministro de agua que limita el
funcionamiento de oficinas y centros comerciales.
·
El deterioro de las telecomunicaciones, vitales
para la producción y comercialización de bienes y servicios.
En
fin, podríamos seguir con este rosario de problemas económicos y financieros,
pero la idea no es listarlos todos. Es demostrar que su cantidad y
consecuencias en la sociedad venezolana son determinantes, y debería tener prioridad en una agenda
gubernamental que quiera resolver por lo menos un mínimo de ellos.
La
conclusión es muy simple: este gobierno no está interesado en solucionar los
problemas económicos. La economía no es su fuerte, no es de su interés y me
temo que sienten un desprecio por el conocimiento.
El
mejor ejemplo lo tenemos cuando pudimos ver en cadena nacional el petitorio del
representante de la banca nacional, quien frente al mandatario nacional y a
todo su equipo económico, con voz pausada, serena y firme, le dijo a todos los
involucrados, el error que estaban cometiendo con una reconversión monetaria,
en la cual el propio gobierno no estaba listo para asumirla.
Lo más
increíble era la cara de las autoridades monetarias, ministros de la economía y
la del propio presidente, quienes estupefactos y sorprendidos, oían a ese señor
decirle la verdad de su incapacidad, desconocimiento e ignorancia de un proceso
de sustitución del cono monetario. Solo faltó decirles que todo esto no servirá
de nada, sino se resuelven las causas fundamentales que origina la destrucción
de la moneda (Hiperinflación).
No le
interesa la economía, solo les interesa el poder. Mantenerse en el gobierno,
así gobiernen sobre un campo minero en decadencia. Rematar los pocos activos
que quedan, enajenar otros, pedirle prestado a algunos y dejarle de pagar a
terceros. Es el poder, porque eso les permite
medrar de lo poco que va quedando, ya que a esta forma de gobernar, no
le está permitido migrar.
La
economía no perdona ni espera. En Venezuela la hiperinflación sigue su curso
inexorablemente y a su paso destruye empresas, iniciativas, capitales, tejido
social, clase política, instituciones y marco normativo. Lo bueno, si se puede
calificar de tal, que también destruye gobiernos. Llega un momento, que el
propio gobierno agobiado y desorientado, acaba por “pasarle el testigo” o lo
obligan hacerlo a personas competentes que quieran abordar con sabiduría los
diversos problemas. ¡Ojalá! No sea un o unos aventureros.
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