Jesús
Alexis González,.10/03/2013
@jagp611
La
empatía, es la habilidad que posee un individuo de inferir los pensamientos y
sentimientos de otros, lo cual genera sentimientos de simpatía, comprensión y
ternura. De igual modo, reducir la
pobreza, la desigualdad y la exclusión es una finalidad por alcanzar a muy
largo plazo; estadio donde esas personas
en situación de marginalidad y vulnerabilidad, no están en capacidad de “esperar” y requieren de inmediatas
políticas de inclusión social.
Bajo
esa premisa (suponemos) y aunado a un obvio populismo electoral, a principios
del 2000 el gobierno nacional estructuró una política social con marcada orientación hacia los estratos
sociales más vulnerables, sustentada en las denominadas Grandes Misiones y
las Misiones; dándose inicio a una tendencia creciente en la asignación de
recursos destinados a los Programas Sociales, los cuales varían desde $ 549
millones en 2003 hasta $ 4.316 millones en 2004, y a $ 63.000 millones en 2012;
es decir, una variación del 686,2% en
un año y de un 11.375,4% en 9 años.
Tal acción cuantitativa, como lectura de
sus necesidades, repercutió en una
conectividad entre el gobierno y los sectores populares (muy especialmente con
los pobres). En esa estrategia, fueron incorporando las siguientes Grandes Misiones: Hijos e Hijas de Venezuela;
A
Toda Vida Venezuela; Vivienda
Venezuela; Saber y Trabajo; y En
Amor Mayor. A los mismos fines,
implementaron las siguientes Misiones: Educativas:
Robinsón I, y II; Sucre; Ribas y Alma Mater. De Salud: Barrio Adentro I, II, III y IV; Sonrisa; Milagro; José
Gregorio Hernández y Niño Jesús. Alimentarias:
Mercal y Pdval. Otras Misiones: Agro
Venezuela; Guaicaipuro; Mi Casa Bien
Equipada; Identidad; Negra Hipólita; Niños y Niñas del Barrio y Madres del
Barrio.
Este
total de 25 Misiones (incluidas las
5 Grandes), están integradas al
denominado Gasto Social y son ejecutadas, en un porcentaje muy alto (más del
40%), a través de entes descentralizados (Pdvsa y Fonden); razón por la cual dicho gasto no es contabilizado en el Presupuesto
Nacional. Según datos oficiales la
inversión social durante el período 1999-2011 representó un 60,7% de los
ingresos fiscales; y sostienen igualmente que las Misiones
de Salud son utilizadas por más de 13
millones de personas (afirman que en Barrio Adentro ha sido atendida un 48,6% de la población); las Misiones
Alimentarias han atendido más de 6
millones de personas; y las Misiones Educativas han beneficiado a más de 2 millones de personas. (Aún deflactadas tan optimista estimación Oficial, no dejan de
ser una cifra importante). Se estima, que en los últimos 12 años el
gobierno nacional recibió cerca de $ 700.000 millones; de los cuales unos $
105.000 millones fueron asignados al Fonden, y un aproximado del 40% de ese
monto ($42.000 millones) fueron
asignados a las Misiones. Por otro lado, en el Presupuesto Nacional para 2013 (396.406
millones de bolívares), el Sector Social representa un 38% del gasto total.
El
espacio electoral que se avecina el venidero 14-A, ha de condicionarse a un
diálogo pedagógico en el marco de un Estado libre de las “garras” del gobierno
y del partidismo fundamentalista; en aras de la formulación precisa de puntos de encuentro con los
sectores populares, que genere en ellos una percepción de confianza
relacionada con la permanencia de su “dignidad
espiritual alcanzada”(al margen del poco logro material),
que les permitió encontrar sentido a sus vidas, y superar la postura “vergonzosa de ser pobre” con aparente
carencia de civilidad. Se hace obligante estimularlos hacia una convivencia
tanto ciudadana como político-partidista.
Los acontecimientos de 1989,
demostraron que en sólo 20 días puede
cambiar el rumbo de la historia; aunado a la realidad que la población, que
en más de un 50% vive en Barrios, ha recibido durante los últimos 14 años
fuerte estímulo hacia el resentimiento y
la violencia.
10/03/2013
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