Por Rafael
Torrealba, 05/03/2015
Pienso que a mí
me pasa, al igual que a una gran mayoría de personas, en algún momento de la
vida; el sentir un profundo deseo de vivir mejor, aunque para ser mas
especifico, debería manifestar el hecho de desear “vivir mejor en un mundo
mejor”; quizás debido a que existen cosas desagradables, que no se han podido
renovar dentro de la actual humanidad, a pesar de los grandes logros que se han
realizado hasta hoy, por parte de muchas personas que pretenden constituir
bienestar en una amplia colectividad, según me parece.
Comparto con el
resto del mundo, ese mismo sueño de que algún día alcanzaremos la felicidad,
pese a que tal y como lo veo, la idea de la felicidad este mas cercana a un
sueño del que no se quiere despertar, que a una realidad que se pueda consolidar
a plenitud. Digo esto, porque momento a momento, el hombre de este siglo, se
esfuerza por obtener ese importante objetivo, llámese como se llame; tanto como
un pirata que está deseoso por encontrar algún valioso tesoro, en algún lugar
del océano.
Vivimos en un
planeta, al que le tenemos un hambre insaciable que nos podría matar, pues si
se mira alrededor, eso que llamamos cultura, da la impresión de estar
tambaleando entre el odio y el amor de aquellos que la aclaman con mucha
locura. Ya, desde muy temprana edad, aprendemos y se nos enseña a compartir
dicha nomenclatura con nuestros semejantes para poder habitar en sociedad; cosa
de la cual el español Fernando Savater diría lo siguiente:
…Todos nos movemos en un contexto cultural y, por lo tanto,
nuestra cultura esta impregnada de cosas; estamos vivos entre símbolos que
vienen del pasado y que se prologan hacia delante. Para empezar, todos
comenzamos a pensar a partir de un lenguaje que no hemos inventado y que nos
enseñan, y ese lenguaje es la mediación fundamental, es la mediación radical
que tenemos con la realidad, es la mediación del lenguaje que se nos enseña
para que empecemos a pensar. Luego vienen todas las demás: Las mediaciones económicas,
histórica, culturales, etc. Todos nos movemos en ese mundo, y nuestro concepto
de la realidad es una constante circularidad que va desde la experiencia que
intenta ser lo mas empírica, desnuda y objetiva posible a todo ese depósito de
subjetividad acumulada y superpuesta en capas que también forma parte de la
realidad. De hecho, no es que la realidad este ahí, nosotros aquí y en el medio
se interponga algo, sino que nosotros y la realidad estamos inmersos en un
proceso en el cual hay símbolos, hay significados, un proceso que no podemos
deslindar y poner por un lado la naturaleza –que no sabemos lo que es, la
naturaleza es un concepto cultural claro esta- y, por otro lado, nosotros en la
cultura.(1)
Muchas son las
dichas, pero al mismo tiempo, muchos son los problemas que a diario nos afecta
a todos los ciudadanos que participamos de esta integración, en la que vivir es
cosa de todos los días, seamos algunos infantes, adolescentes, adultos o
ancianos.
Ya me gustaría
tener siempre una solución convincente, a cada uno de los problemas presentes
en los distintos ámbitos que componen mi existencia, pero no me queda mas
remedio que resolver estos de la mejor manera posible, al mismo tiempo, que
tome algunas oportunidades y privilegios que suelo disfrutar y conseguir en
múltiples ocasiones.
Debo reconocer
que vivir, y mas aun, saber vivir, no resulta una tarea sencilla, para ningún
individuo, sin importar la época y el país de origen, en el que le haya tocado
nacer. De esto nos habla la historia universal, al describir y relatar aquellos
acontecimientos más significativos que fueron necesarios en el desarrollo del
hombre. Particularmente, si se presta atención a un país como Venezuela, en
donde sus pobladores nativos tienen un modo de ser “criollos” (forma de vivir,
en un sentido vulgar); que comprende un conjunto de hábitos, costumbres y
tradiciones características de un país sudamericano bastante exclusivo,
producto de un proceso histórico marcado por el mestizaje y el colonialismo
europeo dado durante el periodo del Renacimiento.
Por ello, es
bueno entender los muchos aspectos que propiciaron la formación de dicha república;
llamada hoy República Bolivariana de Venezuela, dirigida por el actual Gobierno
bolivariano de Venezuela, mediante un sistema político denominado “el
socialismo del siglo XXI”, del cual muchos argumentan, que este ha enfocado sus
actividades en base a una filosofía política marxista, realizando una gestión
paternalista y descuidada de la nación venezolana, amenazando el bienestar de
la misma, desde el momento en que el presidente Hugo Chávez Frías asume la
responsabilidad del Ejecutivo Nacional.
Como muchos ya
saben, actualmente quien está a cargo de la presidencia de la República
bolivariana de Venezuela es el conocido Sr. Nicolás Maduro, quien sustituye al
Sr. Hugo Chávez Frías, debido a que este fallece a comienzos del año 2013, y
suceden una serie de acontecimientos que condujeron a establecer dicha
situación.
En un
principio, el mencionado gobierno parecía prometer una mejor administración
sobre la nación venezolana, a diferencia de otros gobiernos anteriores al suyo;
al implementar la creación de misiones y programas sociales, complementando
reformas legales a favor de la clase obrera, brindando beneficios a una gran
mayoría de sus ciudadanos. Sin embargo, también se comenzaron a establecer
paulatinamente regulaciones severas sobre la propiedad privada y la libertad de
expresión, se aplicaron reformas sobre el sistema económico existente y las
instituciones públicas.
Poco a poco,
dentro de la sociedad venezolana, se agravan conflictos sociales como son el
aumento de la mortalidad, la delincuencia, la corrupción y la rivalidad
exacerbada entre partidarios oficialistas y opositores, lo cual, ha
proporcionado desde entonces, un clímax de tensión, descontento y malestar
entre un número considerable de venezolanos.
Cabe destacar,
que durante el año 2014, los problemas en este país suelen pronunciarse mas al
comenzar a surgir con sutil barbaridad: la inflación, escasez de productos
varios, mayor inseguridad con relación a años anteriores, ineficiencia en los
servicios e instituciones públicas, entre otras concepciones manifestadas por una
masa que experimenta inconformidad con las condiciones predominantes en
Venezuela.
Siguiendo lo
anteriormente expuesto, tal y como va el asunto, Venezuela, se encuentra en una
situación bastante delicada, en la cual es necesario plantearse acciones
practicas (si es que las hay) en la brevedad de lo posible, que estabilicen y
den luz a una gran parte de los problemas presentes, pese a que:
“Cuando los asuntos humanos son tan accesibles como los hechos
naturales pueden ser tratados con métodos técnicos, cuando no lo son, la toma
de conciencia modifica su curso”.(2)
En este
sentido, veo con más expectativas, la propuesta de promover e incentivar la
actividad educativa dentro de la colectividad, con el fin de:
·
·Incorporar a la
mayor cantidad de personas en la participación y solución de problemas
sociales.
·
·Superar las
deficiencias que las personas presentan en sus vidas, utilizando los recursos y
medios que estas disponen, en beneficio de las mismas.
Todo esto,
dependerá del conocimiento y de las maneras como se trasmita el mismo; teniendo
en cuenta que este siempre estará dirigido a transformar y mejorar la vida de
todas las personas, que lo adquieran y hagan uso debido de este. Así, se logra,
“educar en defensa propia” como proclamaría Fernando Savater; aun cuando esta
proposición pueda parecer aparentemente pasiva, por no lograr dar resultados
concretos de inmediato, sino a largo plazo. Se puede estar de acuerdo,
entonces, con el hecho fundamental de que existan las escuelas y las
universidades, “pues en ellas se investiga libremente; el arte y la
literatura que abren nuevos caminos; todo aquello que investiga y logra la
madurez a través de la libre competencia intelectual, todo lo que simboliza una
humanidad libre”3, constituyendo dentro de estos espacios, recintos importantes
que se sostienen sobre la base de un esfuerzo social. Sin embargo, no basta con
solo eso, ya que como todo país, se requiere de trabajar y determinar
planteamientos adecuados que puedan solventar los retos mas comunes, que se
hayan dentro de este entorno, resaltando que “lo definitivo es la decisión
de lucha que madura día a día; la conciencia de la necesidad del cambio
revolucionario, la certeza de su posibilidad”.(4)
Es necesario
así, que para ello cada ciudadano, tome en consideración lo que experimenta
mientras vive y lo que sucede dentro de su contexto, participando activamente
en la progresión del país.
Por otra parte,
debo agregar que existe un sector de la población venezolana, sosteniendo que
“el socialismo del siglo XXI” representa uno de los grandes logros que ha
sucedido en la historia venezolana; dado a que desde el momento en que este
movimiento político, nace y adquiere forma bajo la tutela del Sr. Hugo Chávez
Frías, una gran mayoría de personas han sido privilegiadas y favorecidas por
medio de las reformas legales, misiones y programas sociales impulsados por el
Estado venezolano.
De allí, que
estas actividades constituyan un enorme cambio, con el cual se consigue reivindicar
a una masa popular que es atendida y tomada en cuenta, con relación a otros
periodos presidenciales; por un gobierno que ha venido desarrollando proyectos
de viviendas, educación, alimentación, salud y trabajo (por mencionar algunos)
durante su trayecto.
A lo mejor por
ello, esta causa a la que llaman “revolución” pareciese haber surgido para
quedarse, tal y como afirman muchos de sus partidarios, a pesar d los extraños
eventos acontecidos durante el año 2014 y los que están ocurriendo ahora en
este año 2015, dentro de la nación venezolana; de los que otro grupo social
catalogado como “oposición” manifiestan molestias.
De este modo,
resulta difícil conciliar la dicotomía social que se suma a otros puntos que
exigen ser resueltos en Venezuela, en la medida en que los ciudadanos de esta
republica se ocupen de ello, lo que pudiese corroborar que:
“…Cuanto mas larga sea la lucha, mas grande y complejos serán los
problemas administrativos y en su solución se entrenaran los cuadros para la
difícil tarea de la consolidación del poder y el desarrollo económico, en una
etapa futura”.(5)
Lo mas
recomendable, es que se definan claramente las condiciones actuales que
Venezuela presenta, a la vez, que se daban puntualizar las medidas mas
convenientes para emplear a tales condiciones, poniéndolas al servicio de todo
el colectivo que compone esta nación, recordando los principios fundamentales
que aparecen escritos en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, además de sus dictados.
Vivir hoy,
resulta una cuestión compleja y cotidiana, para todos los ciudadanos que
formamos parte de este cosmos, y más aun cuando se nos presentan distintos
inconvenientes que necesitan de nuestra cuidadosa intervención. Pese a todo,
espero que la ciudadanía venezolana, pueda consolidar aquella aspiraciones que
la impulsan a hacer de esta humanidad, algo extraordinario y especial que
merece ser destacado.
Agradezco la
contribución y el servicio, que por medio de su labor realiza este referido, a
ciudadanos que como yo, queremos seguir siendo parte de este universo, en el
que juntos podemos ser una sociedad.
Fuentes
Bibliograficas
1. Savater,
F. (1999). Ética y ciudadanía. Caracas: Monte Ávila.
2. Ruitenbeek,
H.M. (Comp.). (s.f). Dilema de la sociedad organización (Vol. 5) (A.R.
Jiménez, Trad.). Buenos Aires: Paidos.
3. Ibidem.
4. Che
Guevara, E. (1970). Obras 1957-1967 (tom.I). La Habana: Casa de las Ameritas.
5. Ibidem.
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