Páginas

sábado, 11 de abril de 2015

Desde Venezuela A los Jefes de Estado y de Gobierno de las Américas, @unidadvenezuela


La Mesa de la Unidad Democrática de Venezuela, amplia alianza de fuerzas políticas que trabajan por un cambio pacífico, democrático, constitucional y electoral a la crisis que atraviesa nuestro país, les saludamos y les deseamos una jornada provechosa.

Se reúnen ustedes en esta VII cumbre en momentos particulares para nuestras relaciones hemisféricas. Participa por primera vez en este mecanismo el gobierno de la República de Cuba, como señal auspiciosa de que los antagonismos ideológicos pueden ser sustituidos por el diálogo constructivo. Todo ello sin que deje de preocuparnos la situación del querido pueblo cubano, cuyo padecimiento no es un asunto diplomático.

Venezuela está inmersa en una profunda crisis política, económica y social sin precedentes producto de la aplicación de un modelo fracasado que ha acentuado el deterioro institucional, que ha destruido el aparato productivo,  que ha generado la mayor inflación del mundo, escasez de productos alimenticios y medicinas, un aumento de la criminalidad, una escandalosa corrupción y una peligrosa militarización de la sociedad.
Políticamente, hemos retrocedido a los oscuros tiempos de la concentración y personalización del poder, de menosprecio de las disposiciones constitucionales, de irrespeto al Estado de Derecho y violación de los derechos humanos.

Por demócratas, en esta alianza unitaria somos gente de diálogo y creemos en ese mecanismo para la solución de las diferencias y en el voto del pueblo en elecciones libres y limpias para dirimir el ejercicio del poder. Sin embargo, el actual gobierno venezolano en lugar de colaborar a que haya un clima de paz y de sosiego, lo que hace es aumentar la represión, continuar con la persecución de dirigentes de la oposición, detener arbitrariamente a funcionarios electos; allanar la inmunidad o desconocer el fuero parlamentario a nuestros diputados, o amenazarlos con acciones judiciales, hostigar a los medios de comunicación independientes, entre otras manifestaciones del abuso de poder. Ello incluye a los numerosos ciudadanos que fueron forzados al exilio como  el caso del ex candidato presidencial Manuel Rosales.

Aspiramos a que en Venezuela se instale una verdadera democracia, en los términos pautados en nuestra Constitución; como también confiamos que la comunidad internacional preste mayor atención a los desarrollos políticos en el país; que jueguen un papel más activo en la defensa de la democracia venezolana y que estén atentos a las desviaciones antidemocráticas y autoritarias que allí ocurren.

Su Santidad el Papa Francisco, el Secretario General de la ONU, el Secretario General de la OEA, diversos gobiernos, ex presidentes, líderes parlamentarios, partidos políticos, organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, el Parlamento Europeo y otros líderes mundiales, ya han alzado su voz de preocupación por la crisis política en Venezuela.

Otros hacen llamados para que se ponga a un lado la pasividad frente a los excesos y arbitrariedades. Ese es el antídoto a las acciones unilaterales. Ha llegado el momento de que se haga una serena reflexión sobre los acontecimientos políticos en Venezuela inspirada en los valores, principios y prácticas contenidas en los instrumentos hemisféricos para el resguardo y preservación de las libertades democráticas.

Caracas, 10 de abril de 2015 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico