Por Luis Manuel Aguana,
01/06/2016
Definitivamente la
realidad política nos arropa. El buque insignia de la oposición oficial, “El
Revocatorio”, parece hacer aguas en altamar y su capitán Henrique Capriles,
amenaza hundirse y llevarse con él en el remolino a toda la MUD.
En un video
recientemente publicado por el Nuevo Herald, Diego Arria, ex embajador de
Venezuela ante la ONU (http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article80789877.html)
les preguntaba a los jerarcas políticos de la MUD, qué iban a ofrecer en una
negociación con el régimen. Y es una pregunta obligada porque en efecto ya
están circulando respuestas a esa pregunta.
Thaelman Urgelles, en
un muy interesante análisis político, como los que suele realizar (ver 40
píldoras sobre el Diálogo enhttps://thaelmanurgelles.wordpress.com/2016/05/28/40-pildoras-sobre-el-dialogo/),
nos habla de una compleja “operación geopolítica”, según la cual la negociación
del ex Presidente Zapatero apuntaría a la cancelación del Referendo
Revocatorio, a cambio de la aprobación de la Ley de Amnistía – con la
subsecuente libertad de los presos políticos- y otras leyes sociales aprobadas
en la Asamblea Nacional, y que en la actualidad están bloqueadas por el
régimen.
Ese paquete, estaría
acompañado con una provisión de fondos que le permitirían al régimen sobrevivir
hasta el 2019, y contaría con las bendiciones del Papa Francisco, Barack Obama
y los Hermanos Castro. Esa “real-politik” aplicada con esos factores cancelaría
las aspiraciones de Capriles de una inmediata candidatura presidencial, así
como deshacernos del régimen por la vía del revocatorio este año.
Tal vez lo que le falto
al frasco de píldoras de Thaelman es que ese Referendo Revocatorio no es
realizable si quien decide qué hacer y qué tiempos aplicar es el régimen.
Pudieran, por ejemplo, decir que le harán el análisis dactilográfico a cada una
de esas firmas, esto es, comparar cada huella de cada planilla con la que
tienen en el CNE y decir que eso durara 6 meses más con las firmas entregadas.
Pueden hacer virtualmente lo que les de la gana.
Entonces, entregar un
revocatorio que saben que el CNE puede llevar sin ningún problema hasta el
2017, pero que el solo engaño de generar falsas esperanzas a la población de
realizarlo este año genera una presión social negativa para el régimen, lo que
lo hace una pieza importante de negociación política.
El régimen sabe que
está atropellando descaradamente los tiempos del reglamento electoral que ellos
mismos se dieron –además de los derechos de los electores- y que existe una
presión interna y externa para que los respeten.
Ante ese panorama, la
mayoría de la MUD negociaría el Referendo Revocatorio en la mesa de negociación
de Zapatero, raspándose las aspiraciones del candidato permanente de PJ,
teniéndoselas que guardar entonces para el 2019. Eso demostraría que a la MUD
no se le agua el ojo de llevar este desastre hasta el 2019, cambiando la
estrategia, y reorientando la acción opositora hacia las elecciones de
Gobernadores de diciembre de 2016. Hay que reconocer que a ellos les iría muy
bien, siendo los perdedores de esta partida el resto de los venezolanos, como
bien lo indica Thaelman en su interesante análisis.
Esa operación
desactivaría la bomba de tiempo social que le hace tic-tac al régimen en el
oído, le bajaría la presión a Venezuela de una catástrofe humanitaria, y el que
venga después que arree. Esa ha sido siempre nuestra maldición, darle largas a
los problemas y que otro después resuelva, haciendo del ejercicio de la
política un continuo accionar de bomberos apagando fuegos que nunca se
extinguen porque nadie asume nunca con la debida responsabilidad y necesaria
seriedad, la conducción del Estado.
Es por esa razón que no
tendría nada de extraño que el Referendo Revocatorio termine siendo una
barajita de negociación en la mesa de los jerarcas políticos de la MUD y el
régimen, a sabiendas que nunca será posible alcanzarlo este año. Se ignora
adrede la solución constitucional de la convocatoria a una Asamblea Nacional
Constituyente de carácter Originario.
La MUD puso sus
esperanzas en que el Titanic revocatorio llegara al otro lado, a sabiendas que
era sumamente más costoso, no solo en requisitos, sino que lo ponía en las
manos de un régimen que ha secuestrado todas las instituciones, dando al traste
antes de comenzar con la factibilidad de ese proceso.
Un proceso
Constituyente de carácter Originario desafiaría la institucionalidad corrupta,
del régimen y su oposición, entregando en manos del propio pueblo la conducción
del mismo, poniéndole al país una solución al alcance de la misma sociedad. Esa
es la propuesta de la Alianza Nacional Constituyente al país y al mundo (http://ancoficial.blogspot.com/p/documentos-fundamentales.html).
Pero la oposición
oficial insistió en presentar al Referendo Revocatorio como la única solución,
dándole a entender a la comunidad internacional que eso era lo último que nos
restaría por hacer y eso no es así, prefiriendo entregar un
Revocatorio en esa Mesa de Diálogo, que convocar al Constituyente Originario,
último bastión del Poder de los venezolanos. Si fuera mal pensado diría que ese
Revocatorio ya estaba negociado desde antes.
Aunque sería deseable
que los factores políticos entendieran que la Constituyente Originaria es
nuestra última frontera (ver Constituyente: la última frontera en http://ticsddhh.blogspot.com/2016/03/constituyente-la-ultima-frontera.html),
los venezolanos no tenemos por qué esperar a que ellos se convenzan. Los
venezolanos si debemos comenzar inmediatamente, como en efecto, ya lo estamos
haciendo en la Alianza Nacional Constituyente, porque ya bien sea que entreguen
el Referendo Revocatorio o no, este sigue siendo nuestro país y nuestro
problema.
Los factores nacionales
e internacionales que están promoviendo una solución de dialogo con el régimen,
no pueden estar más allá de lo que actualmente viven los venezolanos; y aunque
las negociaciones apunten a dar ventajas a un régimen que está cobrando rescate
por todo un país que se encuentra de rehén, negociando soltarlo a cambio de
quedarse, nuestros políticos opositores deberían ir aprendiendo que con
delincuentes no se negocia. Hay entonces que llamar con urgencia al dueño de la
Soberanía para que decida qué hacer con esta situación de rehenes ya que
ninguno de los que se están sentando allí con los secuestradores representa a
los secuestrados.
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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