Por Arnaldo Esté
Sí, repliegue organizado
antes de que llegue la desbandada.
Luego de haber recurrido a
todas las artimañas y desafueros para intimidar, no lograron ni el temor ni
alguna muestra de recuperar una iniciativa que apareció, durante algunas
semanas, extraviada. La gente tomó la calle.
Hay un programa de acciones
que presenta la fortalecida oposición que, seguramente, marcará trancos de
ascenso. Eso entusiasma.
No tengo “datos” ni confidencias.
Tampoco los debería tener. Las negociaciones políticas en momentos de puja de
fuerzas en juego deberían ser muy discretas y, además, ahora hay novedades con
un nuevo balance: tú tienes gobierno, el poder confuso de unas armas dudosas.
Yo tengo las leyes, la Constitución y, ahora, las calles de mi lado.
¿No crees que es hora de
iniciar un repliegue ordenado, tratando de conservar tus fuerzas y tu gente –e,
incluso, los reales– antes de que se vuelva ese repliegue una desbandada llena
de dimes y diretes, en una pasta de inculpaciones mutuas?
Es duro, muy duro eso de
sentirse derrotado y solo poder expresarse balbuceando amenazas irrealizables,
con eso de disolver al Congreso, atropellando y encarcelando muchachos. ¡Se te
ve el fondo!
El año te luce muy difícil,
sin reales, con deudas, con orfandad ideológica, con aislamiento internacional,
con militares de apetitos infinitos y hambre y mengua...
El. 20% será un plebiscito
bien amargo, y si estrujas groseramente el referéndum para este año, te vendrá
otro el año entrante, de entrega muy dura a un general que hace rato te vela la
mesa.
03-09-16
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