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domingo, 11 de septiembre de 2016

Aquel que solo habla y no hace, no es un cristiano, por @Pontifex_es



Papa Francisco 10 de septiembre de 2016

Santo Evangelio según San Lucas 6,43-49

Construir la casa sobre la roca En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No hay árbol bueno que dé frutos malos, ni árbol malo que dé frutos buenos: cada árbol se reconoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos ni se cosechan uvas de las zarzas. El hombre bueno saca el bien del tesoro de bondad que tiene en su corazón. El malo saca el mal de su maldad, porque de la abundancia del corazón habla la boca ¿Por qué ustedes me llaman: "Señor, Señor", y no hacen lo que les digo?. Yo les diré a quién se parece todo aquel que viene a mí, escucha mis palabras y las practica. Se parece a un hombre que, queriendo construir una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre la roca. Cuando vino la creciente, las aguas se precipitaron con fuerza contra esa casa, pero no pudieron derribarla, porque estaba bien construida. En cambio, el que escucha la Palabra y no la pone en práctica, se parece a un hombre que construyó su casa sobre tierra, sin cimientos. Cuando las aguas se precipitaron contra ella, en seguida se derrumbó, y el desastre que sobrevino a esa casa fue grande." Palabra del Señor

Reflexión del Papa Francisco
 
Jesús afirma: «No todo el que me dice: "Señor, Señor", entrará en el reino de los cielos». Y continúa: «En aquél día muchos dirán: "Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre y en tu nombre hemos echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros?"». Pero a estos responderá: «No los conozco. Aléjense de mí, los que obran la iniquidad».

¿Por qué esta oposición? Porque estos hablan, hacen, pero les falta otra actitud, que es precisamente la base, que es precisamente el fundamento de hablar, de hacer: falta escuchar. En efecto Jesús continúa: «El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica...». Por lo tanto el binomio hablar-hacer no es suficiente, incluso puede engañar. El binomio correcto es otro: es escuchar y hacer, poner en práctica...

Uno que solamente habla y no hace no es un verdadero profeta, no es un verdadero cristiano, y al final se derrumbará todo, porque no está sobre la roca del amor de Dios, no está cimentado en roca. En cambio, uno que sabe escuchar y tras escuchar hace, con la fuerza de la palabra de otro, no de la suya, este permanece firme como la roca: aunque sea una persona humilde, que no parece importante, es grande. Y ¡cuántos de estos grandes hay en la Iglesia! ¡Cuántos obispos grandes, cuántos sacerdotes grandes, cuántos fieles grandes hay que saben escuchar y tras escuchar hacen!.

La Madre Teresa de Calcuta, escuchaba la voz del Señor: no hablaba y en el silencio supo escuchar y por lo tanto obrar. Hizo mucho. Y, como la casa construida sobre roca, no se derrumbó ni ella ni su obra. A partir de su testimonio se comprende que los grandes saben escuchar y tras escuchar hacen, porque su confianza y su fuerza están sobre la roca del amor de Jesucristo. (Homilía en Santa Marta, 25 de junio de 2015)

Oración de Sanación

Señor mío, al levantarme te doy gracias por todo el amor que me tienes y todas las bondades con las que me vas a bendecir. Todo es un regalo tuyo, por eso bendigo tu santo Nombre, porque me has dado la oportunidad de vivir y de amar. Te doy gracias por el don de la vida, porque en cada amanecer me invitas a transformarla en hechos y acciones que sean reflejo de tu verdad y de tu amor, y aunque a veces falle, sé que Tú estarás allí para darme otra oportunidad

Si quiero pertenecer a los tuyos, debo practicar tus virtudes con coherencia, con fe y sacrificio. Resulta sencillo decir "Señor, Señor", pero practicar tu misericordia, el perdón, el amor a los enemigos y hacer tu voluntad ¡eso sí que es difícil! Con tu gracia me basta para ser fuerte y resistir a la pereza y a la indiferencia. Tu Palabra poderosa es la que edifica mi alma y hace que quiera tener mi vida centrada en la roca que eres Tú.

Ven Señor mío, sana mi corazón de la dureza de sentimiento y que hace que se apague lentamente a la llamada de tu reino. Ven y transfórmalo para que te ame y seas por siempre el velador de mis buenas obras. Deseo construir mis obras y acciones a la luz de tu Verdad. Tú eres mi fuerza, estás a mi lado y me ayudas a hacerle frente a las adversidades con verdadero espíritu de lucha, porque tu gracia multiplica mis esfuerzos

Ayúdame a encontrarle el buen sentido a todo lo que hago. Pongo todos mis proyectos en tus manos, teniendo la certeza de que Contigo todo lo puedo realizar. Cuento con tu amor, con tu poder y con tu bendición que me llena de paz. Creo firmemente en Ti y que me bendices con tu fuerza y sabiduría. Amén

Propósito para hoy:
Practicaré la virtud de la caridad regalando aquella prenda de la que estoy muy apegado, a una persona indigente

Reflexionemos juntos esta frase:
"¿Qué significa evangelizar? Dar testimonio con alegría y sencillez de lo que somos y creemos". (Papa Francisco)

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