Por Ibis León
La emblemática fecha que
conmemora el derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jiménez y el inicio de un
acuerdo político nacional en contra del autoritarismo militarista vuelve a ser
“celebrada” por un gobierno que, a 59 años del 23 de enero de 1958, se parece
más al perezjimenismo, afirman expertos.
La militarización de la
política, la censura y persecución de la disidencia y de los medios de
comunicación y la violación de los derechos políticos como el voto, son algunas
de las similitudes que establece el historiador Ysrrael Camero entre el
gobierno del presidente Nicolás Maduro y Marcos Pérez Jiménez.
Respetando las diferencias
históricas, Camero afirma que el chavismo “es la representación del
autoritarismo militar que fue derrotado el 23 de enero”.
“La lectura que hace el
chavismo del 23 de enero a la luz de Fabricio Ojeda busca desligar este evento
histórico del Pacto de Punto Fijo”, afirma el historiador.
Fabricio Ojeda fue el
secretario de la Junta Patriota creada para combatir la dictadura de Pérez Jiménez.
Luego del derrocamiento del dictador, el periodista quedó enamorado de los
ideales de la revolución cubana incompatibles, a su juicio, con los del
gobierno de unidad que constituían AD, COPEI y URD; por lo que decidió
renunciar a su cargo como diputado del entonces Congreso e irse a la lucha
armada desde la guerrilla.
Su aparente suicidio ha sido
cuestionado por diversos actores políticos y por su propia familia, quienes
aseguran que fue asesinado por el Gobierno de turno en 1966.
En opinión de Camero, el
Gobierno de Maduro busca “librarse” de tener que reivindicar también la lucha
que dieron en esa época sus actuales adversarios políticos al desconocer la
importancia del Pacto de Punto Fijo.
“Se ha visto el 23 de enero
como el inicio de la democracia, pero el derrumbe de la dictadura militar no
significó automáticamente el inicio de la democracia. El 23 de enero nada
estaba asegurado, todavía existía un temor compresible a un posible retorno de
la dictadura militar y sería la unidad de las fuerzas democráticas las que
permitiría consolidar la democracia”, señala.
La oposición, por su lado,
también apela a la simbología de esta fecha. El historiador Daniel Terán
explica que “la historia sirve muchas veces para despertar sensibilidad entre
las personas o crear militancia. El 23 de enero se convirtió en una fecha
simbólica para la que también tuvo que suscribir un acuerdo unitario en 2008
para que naciera la MUD”.
Terán coincide con Camera al
afirmar que el chavismo defiende una versión “parcializada” de la historia.
“Ven el 23 de enero como una
fecha revolucionaria que fue una traicionada por el Puntofijimismo y crean
una versión donde los héroes son el Partido Comunista, excluyendo a otros
actores actores importantes como Leonardo Ruiz Pineda (fundador de AD), Antonio
Pinto Salinas (dirigente de AD) y Alberto Carnivali (AD)”.
Subraya también
las similitudes entre Maduro y Pérez Jiménez. “Al chavismo se le ve muy
parecido por lo militarista, por la ausencia de libertades y la manipulación
del hecho electoral. Todo esto influye también para que la oposición vea esta
fecha del 23 como una fecha importante que representa la pérdida del miedo por
la democracia”.
21-01-17
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