Por Vanessa Davies
No se trata de un proyecto
contra Nicolás Maduro, sino de la búsqueda de soluciones democráticas a la
crisis del país, recalca Felipe Mujica, secretario general del partido naranja
Si un joven observa el color
naranja vinculado con un partido político, probablemente lo asociará con
Voluntad Popular y no con el Movimiento Al Socialismo (MAS). Cualquier vocero
de ese 90% que piensa que el país está mal seguramente escucha la palabra
socialismo y le viene a la boca una mentada de madre El MAS se enfrenta, en su
aniversario número 46, a estos dos factores en contra: el desprestigio del
“socialismo” y el surgimiento de otras organizaciones que han captado la
atención de las nuevas generaciones.
El MAS es un proyecto “no
concluido”, opina Felipe Mujica, secretario general del partido, en
conversación con Contrapunto. Ha tenido momentos buenos, malos y regulares,
pero al igual que todos los partidos venezolanos vive “una situación sumamente
difícil debido a la pérdida de espacios democráticos”, sentencia.
En otras palabras, no vive
su mejor momento y “nosotros tenemos plena conciencia de eso”, pero no por ello
Mujica considera derrotado el sueño de derrotar la desigualdad. Todo obliga “a
que el MAS tenga que redimensionarse”, y en todo caso, a adaptarse a la nueva
sociedad venezolana.
Fiel a su prédica, el
dirigente naranja insiste en la propuesta de romper con la polarización y
lanzar una nueva propuesta. “El propósito del MAS es formar parte de ese
esfuerzo por construir el encuentro entre los venezolanos” sin exclusiones, con
reconocimiento y pluralismo. “Las soluciones a la crisis hay que buscarlas
entre todos”, subraya. Ello implica el encuentro entre opositores, chavistas y
nini. “Aquí nadie sobra. Aquí no se va a acabar el chavismo, no se van a acabar
los adecos, no se van a acabar los copeyanos, no se va a acabar Voluntad Popular,
Primero Justicia ni el MAS”, enumera.
No es contra nadie
En su 46 aniversario, que el
MAS celebrará a partir de las 11:00 am de este jueves en el Hotel President de
Caracas, la dirigencia socialista ratificará el llamado al acuerdo nacional por
Venezuela. “El acuerdo nacional hay que construirlo con el diálogo y la
búsqueda de soluciones”.
-¿Es un acuerdo contra el
presidente Nicolás Maduro?
-No es un acuerdo contra
nadie. Es un acuerdo por Venezuela. Es, precisamente, para que el centro de la
búsqueda de solución sea el país, sin exclusiones.
Mujica recuerda que, en la
Junta Patriótica que encabezó la transición luego de la caída de Pérez Jiménez,
una de las buenas señales fue la incorporación de todos los factores.
“Todos estos procesos tienen
que darse de tal manera que pueda participar la totalidad de los sectores. Un
acuerdo contra Maduro es un acuerdo de patas cortas, porque el problema no
solamente es Maduro. Maduro es una parte del problema, pero no es el único. Hay
problemas en el campo económico, de la inseguridad, de la desigualdad” que
obliga a buscar soluciones “entre todos y no con una parte del país excluyendo
a la otra”, expone.
El punto central de
cualquier acuerdo debe ser “rescatar el derecho al voto”, para poder elegir
gobernadores, alcaldes y concejales. Mujica afirma que el revocatorio “está
descartado por la vía de los hechos, porque entre el Gobierno y la MUD lo
aplastaron el año pasado”.
No dictadura, sí
autoritarismo
Felipe Mujica advirtió en
2016 que el país se encaminaba hacia un infierno. El tiempo parece darle la
razón. Según su valoración, en este 2017 “las instituciones se desconocen
mutuamente” y la Asamblea Nacional “toma decisiones inútiles e ineficaces”.
También persiste la pérdida
de derechos, “como el derecho al voto y a la organización política”, precisa.
Todo lleva al país “hacia un desastre político”, al que se suma la situación
económica.
-¿Cuál es ese desastre
político?
-El que tenemos en este
momento: no tenemos elecciones, no tenemos partidos políticos y eso nos puede
llevar a un esquema de autoritarismo total.
Más que una reestructuración
de Gabinete, Mujica piensa que Maduro ha creado un comando operacional para
darle una respuesta al chavismo y a la sociedad venezolana. El mensaje que dio
el Presidente, en su criterio, es: “Estamos aquí dispuestos a enfrentar lo que
tengamos que enfrentar”.
El dirigente masista no cree
que Venezuela esté en dictadura, pero sí en un proceso autoritario. De
cualquier manera, “la salida tiene que ser democrática, porque no tiene ningún
sentido que a un gobierno autoritario le busquemos una salida diferente”,
razona Mujica. Cita dos ejemplos: el de la España que superó el franquismo y el
del Chile que resurgió tras Pinochet.
En cuanto a la vieja
discusión sobre los socialismos, el secretario general del MAS asegura que
quienes gobiernan el país entrarían en la categoría de “socialistas
autoritarios” y remarca que, tal como lo define la Internacional Socialista, el
tema central del socialismo es la lucha por la igualdad sin abandonar la
propiedad privada y con énfasis en una economía que funcione. El MAS defiende
un "socialismo a la venezolana" que sea democrático y plural, pero
-tal como lo admite Mujica- sus autoridades están plenamente conscientes de que
les queda un largo camino por recorrer.
19-01-17
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