Por Susana Morffe, 29/01/2017
En nuestro país Venezuela se
habla de elecciones, se habla de primarias, se habla de renuncias, pero se
habla poco y no se deciden medidas urgentes sobre terminar con el hambre, las
enfermedades que aquejan a tantos venezolanos en el constante peregrinar
buscando comida y medicinas para sobrevivir.
Las condiciones precarias del
venezolano merman cada día y no se debe dejar a los vaivenes y estrategias de
la política partidista. El hecho se ha extendido por todo el territorio
nacional, venezolanos hurgando en la basura buscando alimentos, se ha
convertido en una costumbre. Una cosa es decirlo, pero otra muy distinta es
verlo, no por fotos, ni videos, constatarlo personalmente y no poder hacer
nada.
En nuestra isla Margarita lo
vivimos por experiencia visual, se hizo triste realidad esta situación, cuando
observamos a un grupo familiar, personas muy pobres con tres niños pequeños
revisando la basura en una de las calles de la ciudad capital, La Asunción.
¿A quién le conmueve todo esto?
¿Acaso los líderes políticos no tienen compasión? Si a esto le sumamos los
crímenes que suceden a diario en Venezuela y las muertes de neonatos en el
principal hospital “Dr. Luis Ortega” de Porlamar por falta de higiene y
negligencia, hemos de concluir que el hombre de hoy, en términos generales, ha
tenido una involución hacia la selva.
Mata para comer, ataca por instinto y roba para sobrevivir o por la voracidad
irracional.
Los asesinatos en la “Isla de las
Perlas”, dejan atónitos a los mortales isleños, gente buena que jamás imaginó
semejante descalabro social en una región caracterizada por la tranquilidad y
por ende para el disfrute familiar.
Todos recuerdan dos hechos, final
de 2016 y principios de 2017. El asesinato de Dhanna Zuyen Aponte Zerpa de 28
años. El día 21 de diciembre de 2016 fue hallada desnuda y sin vida dentro de
un tanque de agua de concreto de dos metros de altura ubicado en el patio de la
casa residencia donde vivía desde hace cuatro años. Fue estrangulada, robada,
violentada dentro de su hogar para ser trasladada muerta por el pasillo de su
piso, bajar las escaleras, atravesar la planta baja hasta llevarla al final del
patio, subirla por un andamio, correr la tapa de concreto pesado del tanque y
dejarla ahí escondida durante casi 24 horas donde fue encontrada.
El 4 de enero 2017 el niño Sebastián
Asdrúbal fallece por falta de ambulancia que lo trasladara a un centro de
salud, después de un arrollamiento en la vía pública. El niño pudo ser salvado,
pero por más de una hora padeció y se desangró, finalmente fue llevado a la
morgue del hospital Dr. Luis Ortega en una unidad policial. En la morgue los
parientes tuvieron que comprar el formol.
Apenas son dos hechos de los más
conocidos que convulsionaron a la sociedad neoespartana.
El país está bloqueado por
agresión y es tiempo de detener la avaricia para darle paso a la auténtica
convivencia humana, solo así podremos encontrar la salida a este laberinto
mortal.
Susana Morffe
@susanamorffe
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