Por Luis Ugalde S.J.
El 13 de este enero de este
año que comienza, los arzobispos y obispos de Venezuela entregaron su documento
más trascendente en nuestra historia. Todos deberían leer sus 4 páginas y
ponerse en marcha desde la actual realidad de muerte hacia la vida.
Reproducimos en este espacio reducido sus párrafos más significativos: “Si bien
hablamos como cristianos católicos, nuestras reflexiones y preocupaciones las ofrecemos
a todos, sin distinción de credo, de inclinaciones políticas o sociales. El
país nos duele a todos, y el clamor y la angustia de la gente son también
nuestros”.
“La actual realidad venezolana
es extremadamente crítica. Una gran oscuridad cubre nuestro país, un oscuro
panorama que se agrava cada día que pasa, porque no se ponen correctivos a los
males y porque la causa que los genera avanza como una tenaza que se va
cerrando, con sus secuelas opresivas y destructoras”.
“El intento de cercenar las
atribuciones constitucionales de la Asamblea Nacional y la ola de represión y
persecución política que se ha desatado en últimos días lesionan gravemente el
ejercicio de la institucionalidad democrática. Solo en regímenes totalitarios
se desconoce la autonomía de los poderes públicos y se impide la libre
manifestación de la ciudadanía… La causa fundamental, como lo hemos afirmado en
otras ocasiones, es el empeño del Gobierno de imponer el sistema totalitario
recogido en el ‘Plan de la Patria’ (llamado Socialismo del Siglo XXI)”.
“Es necesario incluir en el
inventario negativo el infructuoso diálogo entre el Gobierno y la Oposición, en
el cual la Sede Apostólica aceptó participar como facilitador por la invitación
de las partes en conflicto. Dicho diálogo suscitó esperanza en la mayoría de
los venezolanos, pero su resultado fue decepcionante, a causa, principalmente,
del incumplimiento, por parte del Gobierno, de los acuerdos a que se había
llegado en la reunión del 30 de octubre de 2016”.
“Los obispos venezolanos, en
comunión con el Santo Padre Francisco, reiteramos las condiciones para
continuar el diálogo señaladas por el Secretario del Estado Vaticano, el
Cardenal Pietro Parolín, en su carta del 01 de diciembre de 2016: 1. Aliviar la
grave crisis de abastecimiento de comida y medicinas que está sufriendo la
población. 2. Las partes concuerden el calendario electoral que permita a los
venezolanos decidir sin dilaciones su futuro. 3. Se tomen las medidas
necesarias para restituir cuanto antes a la Asamblea Nacional el rol previsto
en la Constitución; 4. Se apliquen los instrumentos legales para acelerar el
proceso de liberación de los detenidos".
“Luces para construir la nueva
Venezuela ¿Cómo ser portadores de luz y
esperanza en un panorama de oscuridad y de muerte? Este es el desafío que nos
interpela más profundamente como ciudadanos y como creyentes. Los preceptos
‘ama a tu prójimo como a ti mismo' (Mt 22,39) y ‘no matarás’ (Ex 20,13), es la
voz de Dios que resuena en el fondo de nuestras conciencias. La misión del
cristiano, en cualquier circunstancia, es anunciar al Dios de la vida y
revertir la cultura de muerte en cultura de vida... Frente al mal nadie puede
permanecer como simple espectador. El llamado es a ser protagonistas del
presente y del futuro de nuestro querido país”.
“Las urgentes necesidades de
las personas, familias y comunidades reclaman de las autoridades respuestas
inmediatas. En este momento es necesario que el Estado venezolano acepte la
ayuda internacional, ofrecida por varios países y organizaciones. La Iglesia
pone a disposición su infraestructura organizativa (diocesana, parroquial,
comunidades eclesiales, Cáritas y otros organismos) para ayudar a enfrentar las
carencias de tantos hombres, mujeres y niños en situación de riesgo. Hay muchas
otras instituciones e iniciativas privadas dispuestas a contribuir al bien de
todos. Con el concurso de los medios y redes de comunicación promovamos la
solidaridad nacional que nos lleve a encontrar respuestas valederas ante la
urgencia de alimentación y salud”.
“Tal como declaramos en el
Mensaje de la Asamblea Conjunta con los Laicos (08-09/01/17), estimamos que el
pueblo clama por un cambio profundo de la orientación política del país que sea
producto de la decisión del pueblo soberano (CRBV 5): o el Socialismo del Siglo
XXI, ausente de la Constitución, o el sistema democrático establecido en la
Constitución. El país exige un itinerario electoral, tal como se acordó en la
Mesa de Diálogo”.
“Es urgente emprender entre
todos acciones que conlleven a la superación de la crisis del país: reactivar
el aparato productivo, garantizar la vigencia del Estado de derecho,
reconstituir el tejido social fracturado, valorar la ética personal, familiar y
comunitaria, fomentar la honestidad y la responsabilidad en la vida pública,
promover la reconciliación entre las personas y grupos y, en definitiva,
renovar la vida completa del país”.
“Ante la desesperanza
reinante, que paraliza la dinámica de toda buena y oportuna iniciativa,
exhortamos a todas las agrupaciones políticas, a las distintas confesiones
religiosas, a los gremios y asociaciones, a las universidades y al amplio mundo
educativo, a los medios de comunicación, a lograr puntos de encuentro que
favorezcan la articulación de los diversos sectores en un proyecto común de
país. Tengamos confianza y esperanza en nuestras capacidades para cambiar la
actual situación”.
“Invitamos a todos los
ciudadanos a unirse a nuestras súplicas y a ser luz y camino para Venezuela”.
19-01-17
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico