Por Saúl Jiménez
Cada día que pasa sentimos
como nuestra población sigue girando en torno a buscar la forma de cubrir sus
necesidades básicas bien sea en la compra en los supermercados que venden
productos subsidiados y donde debe invertir un día de su vida para comprarlos, ubicar
a los famosos “bachaqueros” para adquirir sus productos a precios 1200% de su
precio subsidiado, ahora con la nueva modalidad de los sitios donde venden
productos importados de Brasil, Colombia o EEUU a precios 900% del precio (o
sencillamente aguantar hambre y esperar que algún familiar, vecino, Iglesia o
la última modalidad que es revisar las bolsas de comida que sacan de los
restaurantes para de allí sacar la comida desechada por los clientes con su
carga de contaminación).
Esto no es un decir o una
calumnia, es el acontecer del día a día de los que vivimos en Venezuela, quien
no lo crea que salga a la calle a ver y hablar con la gente para que lo palpe
por sí mismo y se dará cuenta que cada día que pasa es más grave la situación y
los famosos CLAP sólo llegan a un pequeño sector de la población que está
vinculado, en muchos casos, al partido de gobierno.
Ante este cuadro de
injusticias y de necesidades no cubiertas, en la Sociedad Civil tenemos un gran
reto por delante para poder acompañar a las comunidades en toda esta situación
de angustia, zozobra e inseguridad alimenticia, salud y personal para que,
entre todos, podamos diseñar políticas sociales que nos permita ir sobre
llevando la situación e ir creando ideas para producir más recursos y con
ellos aminorar la carga.
A Dios gracias, en nuestro
País existen diferentes expresiones de la Sociedad Civil que desde hace muchos
años están dedicados a un acompañamiento dentro de las comunidades, con las
comunidades y para las comunidades y desde ellas siempre se busca diseñar
proyectos y programas que apunten a buscar el bien común.
Asimismo podemos orientar a
las comunidades para que asistan a diferentes organizaciones que tienen dentro
de sus programas generales algunos que son capacitación para el trabajo, cursos
en oficios prácticos, manejos administrativos y de emprendimiento como es el
caso del Grupo Social Cesap (Centro al Servicio de la Acción Popular) con
presencia en más de 16 estados, el Movimiento Cooperativo integrado en Ceconave
(Central Cooperativa Nacional de Venezuela) con Cecosesola a la cabeza en el
Estado Lara con sus excelentes experiencias de Cooperativas de Consumo y
clínica solidaria con medicina alternativa, A.C. Aliadas en Cadena con atención
preferencial a la mujer y presencia en 4 estados del país, así como ellas
muchísimas otras organizaciones que muy a la calladita vienen realizando una
gran labor en pro del desarrollo integral de las comunidades.
Por otro lado vemos que cada
día los venezolanos iniciamos nuevos emprendimiento muy creativos y útiles que
les permite a sus creadores e iniciadores abrir fuentes de empleo estable,
utilizar materia prima nacional, contratar servicios en otros microempresarios,
fabricar partes para la industria local, reconstruir piezas de vehículos, así
vemos como la crisis nos va moldeando a ser mejores ciudadanos, comprometidos
con la transformación y el desarrollo integral del país.
Y lo más importante de todo es
acompañar en el fortalecimiento de la Sociedad Civil en general para
poder tener un músculo fuerte que nos permita empujar en la dirección correcta
para enderezar la situación país y lograr, entre todos, el desarrollo integral
y sostenible y no rentista donde nos tienen acostumbrado desde los gobiernos
para poder incidir en nuestras decisiones, es hora de que asumamos el reto y
salir hacia adelante, debemos estar conscientes que los venezolanos somos del
tamaño del reto que se nos presente y tenemos la gran oportunidad de diseñar el
país que queremos construir.
sajidb47@yahoo.com.ar
20-01-17
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