Páginas

miércoles, 7 de junio de 2017

La disidencia como proceso, por @lmesculpi



Luis Manuel Esculpí 06 de junio de 2017

La afirmación de la necesidad de fracturar el eje dominante para poder alcanzar el cambio político, constituye prácticamente un lugar común. Sin embargo muchas de las reacciones que se producen -frente a las cada vez más frecuentes- voces disidentes no parecieran estar en sintonía con la convicción que se proclama. Es más, el encuentro con sectores, grupos e individualidades no tradicionalmente opositores, será necesario para lograr la gobernabilidad una vez alcanzado el cambio, transitar por rutas lo menos traumáticas posibles y propiciar la reconciliación entre los venezolanos.

Uno de los rasgos característicos de las transiciones lo constituye la presencia de elementos del régimen anterior, al lado de lo imprevisible de los acontecimientos que desencadenan su evolución.

En los debates se suele recurrir a la experiencia chilena, española, sudafricana y a las de Europa oriental entre las más citadas, donde las constantes mencionadas ilustran fehacientemente la compresión de esos fenómenos de las transiciones exitosas. Ya algunos extremistas que enarbolaban como bandera y ejemplo de lucha las jornadas de la denominada “primavera árabe”, no la aluden en virtud de que ellas hoy por hoy no alcanzaron los logros inicialmente previstos. La idiosincrasia y la cultura arábiga influyó seguramente en sus posteriores secuencias.

En nuestra propia historia existen ejemplos demostrativos de esos rasgos distintivos de los procesos de tránsito de las dictaduras a la democracia. ¿Quién podría imaginar durante el régimen de Juan Vicente Gómez que su Ministro de Guerra y Marina iniciaría una apertura democrática ? ¿A quién se le ocurriría pensar que un destacado oficial de la Armada formado en tiempos de dictadura como Wolfgang Larrazabal sería el Presidente de la Junta de gobierno que sustituiría a Pérez Jimenez? La repuesta a estas interrogantes confirman lo inédito y la necesaria presencia de elementos, que en alguna medida, han participado del régimen anterior en la transición.

Las disensiones constituyen procesos progresivos de rupturas con convicciones, ideología y compromisos. No son evoluciones fáciles ni instantáneas. Suponen un conflicto existencial para quien lo experimenta. El disidente se expone al desprecio y ataque de sus anteriores compañeros y a la desconfianza de quienes han sido sus adversarios. El apostatar para un militante del PSUV implica riesgos que calcula más exigencia de valentía y coraje, sabe bien lo que le espera de parte de sus antiguos camaradas y enfrenta la incomprensión de sectores del mundo opositor.

La imagen del “salto de talanquera” -nunca he sido partidario de ella- no ilustra con acierto, ni enaltece los cambios de posiciones, Teodoro Petkoff recordaba muy a menudo la frase del filósofo inglés Jhon Locke: “sólo los estúpidos no cambian de opinión”; no por casualidad un libro de Alonso Moleiro sobre la vida de Teodoro es titulado con la oración citada.

Afortunadamente la dirección de la Mesa de la Unidad ha comprendido la importancia y significación de los disentimientos manifestados hasta ahora, no ha acompañado las expresiones extremas sobre todo a través de las redes sociales y está consciente de su importancia para alcanzar los objetivos planteados.

En ningún caso se trata de propiciar la impunidad sobre aquellos casos de violación a los derechos humanos, corrupción comprobada o señalados por narcotraficantes, ellos deberán ser procesados por los órganos juridiccionales, recordando que son delitos que no prescriben.

Se trata de actuar con inteligencia y sentido de grandeza para encontrarnos con el pueblo chavista hoy frustrado, descontento y decepcionado, incluyendo militantes y dirigentes no involucrados en delitos como los mencionados. Una estrategia para alcanzar el cambio político, lograr gobernabilidad, estabilidad y la reconciliación para darle un nuevo rumbo al país tiene necesariamente que tomar muy en cuenta los procesos de disidencia.

 
Luis Manuel Esculpi

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico