Omar Villalba 18 de julio de 2017
El día
de ayer se llevó a cabo, con éxito y una ingente participación, la verdadera
consulta al pueblo venezolano. En ella, los demócratas, decidimos consultarle
al soberano; sobre la situación del país; determinar que tan dispuestos estaba
a apoyar la Asamblea Nacional Constituyente y Estamental convocada por el
gobierno de Nicolás Maduro, o por el contrario apoyar a la UNIDAD y su búsqueda
por un Gobierno Democrático donde todos aquellos que deseen una mejor Venezuela
tienen cabida. Cabe señalar, que el pueblo, demostrando civismo y buena disposición
de ánimo respondió a nuestra convocatoria.
La
participación resultante de este evento fue realmente asombrosa, a pesar de los
agoreros que señalaban que sacaríamos una cantidad inferior de participantes, y
aquellos que apostaban —y, sin duda alguna, aún apuestan— a una disminución en
el número de participantes a raíz del desgaste resultante de estos meses de
protestas. Me asombró, especialmente, la respuesta que llegó desde los
venezolanos en el exterior. Se nota que, aquellos allende nuestras costas se
fueron movidos por la necesidad y el desasosiego, pero aún les duele su patria.
Algún día, más temprano que tarde, volverán y encontrarán una patria libre y
democrática. Una, que de cierta forma, ellos ayudaron a construir con ese
aporte realizado el domingo 16 de Julio.
Por su
parte, nuestro evento compartió espacio —porque no podía ser diferente y menos
tomando en cuenta lo infantil y caprichoso que es el Gran Hermano— con el
simulacro electoral del PSUV. En este acto, decidieron poner a prueba la
maquinaria electoral aportada por el CNE y como era de esperarse, se
vanagloriaron de la rapidez de la participación, de la cantidad de pueblo que
abrumó los sitios, pero obviaron varios hechos: 1) que se trataba de un
sencillo saludo a la bandera, no la verdadera consulta. 2) no estaban activos
todos los centros, por eso en algunos sitios dio la impresión de que se trataba
de una avalancha de gente. Seguro el día de la consulta, el hecho de votar será
rápido, pero la cantidad de personas en los centros de votaciones abiertos será
esporádica. Pero, mejor dejemos la futurología para otros.
Volviendo
al tema que anima nuestra disertación, he de comentar que la consulta destaca,
no solo por su civismo, por el talante democrático de los participantes, sino porque
hemos sido capaces, con menos propagandas y recursos, de preparar una consulta
electoral tan solo en 2 semanas. ¡Toma ya! CNE una fiesta electoral de verdad
no necesita tanto como lo hacen parecer.
Como
sea, hemos marcado un antes y un después en la historia democrática venezolana,
y con este acto hemos echado por tierra todas las acusaciones provenientes de
los chavistas radicales. Quienes, sabiéndose perdidos solo saben descalificar
al adversarios, o amenazar a los suyos, sin importar si dan al traste con
décadas de ciega lealtad, con tal de alcanzar sus nefastos objetivos. Por
ejemplo, ¿No dijo, cierto personero de la revolución, que a los empresarios que
no participen en la elección de la ANC debía negársele el DICOM? O las
declaraciones del presidente, cuando
advirtió y recomendó a la administración pública y a la privada afín al
gobierno, que todos los trabajadores TENÍAN, que ir a votar. ¿Qué eso? sencillo, el diablo pagándole mal a
quienes bien le sirvieron…. Y es que son así: MALAGRADECIDOS.
Por su
parte, nosotros, no hicimos nada parecido. Solo hemos conminado al pueblo a
expresarse. En vez de amenazar, hemos hecho todo lo posible para construir
confianza en el electorado, que destierren de sus mentes los fantasmas de la
lista Tascón y la discriminación del gobierno. Nosotros construimos, antes que
todo, CONFIANZA. Y el pueblo, gracias a la asombrosa participación, nos fue
recíproco.
Ahora,
con este punto a nuestro favor, hemos demostrado que tenemos gente. De verdad,
somos la mayoría; muchos se preguntaran ¿Qué viene ahora? Pues sin duda en las
próximas semanas pasarán muchas cosas. La primera, que es la crónica de una
muerte anunciada, será que el chavismo llevará adelante su CIRCO de forma
unilateral, a pesar de que la mayoría en país y el extranjero no están
dispuestos a soportar ese acto. La segunda, será denunciar ese evento oscuro y
pernicioso cuyo objetivo es nada más y nada menos que transformar a Venezuela en la nueva Cuba. Debemos llamar
a la abstención, convencer a través de argumentos a aquellos que han decidido
dar su apoyo a la locura. Por último, debemos retomar la calle, volver a una
nueva agenda que sintetice las dos propuestas: acción de calle y actos de
contundencia política y simbólica.
El
momento idóneo es este, hemos demostrado que tenemos un musculo. Y como toda
parte del cuerpo, es imperativo ponerla a funcionar, ejercitarla. Continuemos,
por ello, en esta lucha, no claudiquemos porque la meta esta cerca. Ahora, hay
que avocarse, sin caer en provocaciones y trampas por parte del ejecutivo, a
convencer al pueblo para que no participe en la ANC Estamental.
En
nuestra manos está el futuro del pueblo venezolano, por eso no podemos ceder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico