Pablo Pérez 30 de junio de 2017
n
reiteradas ocasiones, y lo sostengo en este momento de nuevo, he ratificado que
no creo en golpes de estado, porque la historia nos ha enseñado que de ese tipo
de acciones no sale nada bueno. Y el
mejor ejemplo es la calamidad que durante más de 18 años nos ha tocado vivir a
los venezolanos, a partir de un fallido intento de insurrección.
Pero
en lo que sí creo es en el papel institucional y apolítico que debe tener la
Fuerza Armada Nacional, como garante de la vigencia y respeto de la
Constitución venezolana. Les toca a ellos, dentro de sus múltiples
atribuciones, el actuar con el fin de impedir que nuestra Carta Magna sea
manipulada a conveniencia de un sector político que hoy claramente es minoría.
En la
Mesa de la Unidad Democrática no creemos, ni queremos a una FAN opositora. Pero
no podemos aceptar y tolerar que algunos de sus integrantes, que por cierto son
una minoría, la quieran convertir en el brazo armado de una facción de enchufados. La FAN se debe al pueblo
venezolano.
Y esa
exigencia dirigida a la institucionalidad de la FAN cobra mayor vigencia en la
actualidad, cuando la facción de enchufados que dice que gobierna está violando
flagrantemente la Constitución, con el único propósito de intentar perpetuarse
en el poder. Por eso el llamamiento es a que nuestra Fuerza Armada asuma su
papel de garante y no se convierta en cómplice de la destrucción del sistema
democrático.
Los
militares no están ajenos a la crisis. Ellos padecen de los mismos problemas de
escasez e inflación que impactan a todos los venezolanos. Sus salarios no se ajustan a la realidad
nacional, ni mucho menos al importante
rol que tienen en cuanto a la protección de la soberanía nacional.
Los
militares tampoco son ajenos a la imposición de la Asamblea Nacional
Constituyente y las informaciones que llegan,
indican que rechazan esa jugada que sólo busca asesinar la democracia
venezolana.
Nuestros
militares son venezolanos de gran valía en su mayoría. Los enchufados y fanáticos políticos
afortunadamente son un pequeño sector. Le toca a la mayoría hacer lo que la
minoría trata de impedir: defender la democracia y la Constitución. No se pongan del lado incorrecto de la historia.
Pablo
Pérez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico