CEC 03 de julio de 2017
El
presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, Monseñor Diego Rafael
Padrón Sánchez recordó que la crisis social y política que vive su país es
“gravísima” y que es urgente un diálogo entre el Gobierno y la oposición para
evitar más derramamiento de sangre.
Así lo
manifestó el prelado en diálogo con la prensa colombiana durante su visita a
los obispos de Colombia que celebran por estos días su 103 Asamblea Plenaria.
Frente
a los anuncios de una posible mediación de la Iglesia venezolana o del gobierno
colombiano en la crisis, el alto jerarca manifestó desconocer este hecho.
Monseñor
Padrón Sánchez reconoció que la crisis venezolana es muy grave y que así lo
demuestran los tres meses de constantes protestas.
El
prelado manifestó su preocupación por la falta de claridad en el tema de los
derechos humanos. Actualmente se habla de cerca de 85 personas, principalmente
jóvenes, que han muerto en las protestas y se advierte que no hay un registro e
información veraz sobre estos casos.
“Sólo
se conocen por relatos y hay un número grande de acusaciones de violación a los
derechos humanos de las formas menos pensadas y en todos los sentidos”,
denunció el obispo.
Así
también explicó que para la Iglesia Venezolana en este momento no es prudente
ni necesario un proceso constituyente como lo quiere adelantar el Gobierno de
ese país. “La Conferencia Episcopal de Venezuela el 3 de mayo advirtió que una
nueva constituyente no tiene ningún sentido”, recordó.
Los
obispos del país llanero sostienen tres argumentos para rechazar un llamado a
la Asamblea Constituyente. En primer lugar, la constitución venezolana es
nueva, pues fue actualizada en el año 1999. En segundo lugar, el Gobierno del
presidente Maduro siempre ha resaltado la Constitución venezolana como la
“mejor del mundo” y finalmente preocupa a la Iglesia que con una constituyente
se quiere abrir paso a un estado comunal, “una fórmula comunista y marxista de
organizar a la sociedad”, advirtió.
Monseñor
Diego Rafael Padrón Sánchez insistió que en este momento lo que necesita
Venezuela no es una nueva Constitución, sino que se resuelvan los problemas de
comida, medicina, libertad y el respeto a la dignidad humana.
El
obispo negó que la Iglesia en ese país esté siendo perseguida, pero sí
reconoció que se le obstaculiza su accionar. Así también, comentó que frente a
la visita del Papa Francisco a Colombia y la posibilidad de sostener alguna
reunión recordó que los jerarcas venezolanos ya se han reunido con el Papa en
reiteradas oportunidades y le han hecho conocer la situación venezolana.
Finalmente,
comentó que la Iglesia Católica en Venezuela ha estado defendiendo la dignidad
de la persona humana y acompañando al pueblo en la lucha por el respeto de sus
derechos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico