Por Noel Álvarez
Ayer 16 de Julio de 2017, en
Venezuela celebramos una jornada que pasará a la historia a la par del “NO” que
el pueblo venezolano le dio a Vicente Emparan el 19 de abril de 1810, ante la
pregunta de que si querían que el siguiera gobernando a nuestro país. Ojalá que
los miembros del régimen venezolano tuvieran la misma dignidad que demostró en
aquella oportunidad el defenestrado Capitán General Español.
Las dos horas y media que pasé
haciendo cola para expresar mi voluntad de cambio, me supieron a gloria. Doy
gracias a Dios por haberme permitido ser testigo y parte del derrumbe de
algunos mitos que nos han sembrado desde hace muchos años en el subconsciente
colectivo. También me siento inmensamente satisfecho de ser parte del poder
constituyente venezolano que hoy le está emitiendo unas órdenes claras y
determinantes a varios componentes del Poder Público Venezolano.
Entre los mitos que se
volvieron añicos se encuentra el de que, solo con la participación del plan
república se pueden llevar a cabo procesos comiciales en nuestro país. La clase
dirigencial ha venido menospreciando el carácter cívico y pacifico de la
población venezolana, hecho que ayer quedó firmemente ratificado.
Otro mito defenestrado, fue el
que asegura que solo con la utilización de maquinas captahuellas y sistemas
informáticos se pueden realizar elecciones seguras y eficientes. Estoy seguro
que ayer nos pusimos a la altura de países desarrollados, en los cuales se
utilizan sistemas manuales con resultados, claros y transparentes, emitidos el
mismo día de los comicios. Aclaro que no soy enemigo de la tecnología, pero la
rechazo cuando es utilizada para infundir terror entre quienes disienten de los
mandones de turno.
Por otra parte, estoy seguro
que también ayer el pueblo venezolano, a través de la millonaria participación
emitió varios mandatos claros:
al régimen madurista, que
comanda el Poder Ejecutivo, le ordenó que desista de continuar con el proceso
de implementar una asamblea constituyente viciada de inconstitucionalidad y por
demás ilegitima.
Al Poder Electoral le emitió
el mandato de que, aunque el ejecutivo persista en su empeño de celebrar un
proceso inconstitucional, el organismo electoral no debe acatar esta
disposición, so pena de ponerse al margen de la constitución y las leyes venezolanas,
con sus inevitables consecuencias.
A la Fuerza Armada Nacional le
ordenó que cumpla con sus obligaciones fundamentales: 1) Resguardar nuestras
fronteras. 2) Respetar y defender nuestra Constitución Nacional. 3) Reconocer y
acatar las decisiones de la Asamblea Nacional, por ser, junto con el Poder
Ejecutivo, uno de los dos únicos poderes elegido en comicios de primer grado
A la Asamblea Nacional le
ordenó proceder de inmediato a: 1) designar los órganos del poder público que
tengan su periodo vencido. 2) Desconocer los procedimientos implementados para
designar algunos funcionarios a través de procesos turbios o muy poco
transparentes. 3) Convocar procesos comiciales para designar a todos los
poderes nacionales, regionales y locales.
Por último, creo que la
Asamblea Nacional a partir de ayer salió revestida de autoridad moral y
legitima para proceder a cumplir con su mandato, pero además con una papa
caliente entre las manos, atendiendo a la máxima de que, quien tiene poder,
también tiene responsabilidades. Por el conocimiento que tengo del sentimiento
popular estoy seguro que el pueblo venezolano no aceptará mas evasivas ni
manguareos ¡Don Julio a ponerse las alpargatas porque…!
*Coordinador Nacional de
IPP-Gente
17-07-17
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