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domingo, 15 de octubre de 2017

Las claves de la interpretación política de los resultados de las regionales por @puzkas


Por Eugenio G. Martínez


Los resultados de la votación para escoger gobernadores servirán como punto de partida para el complejo proceso de acercamiento entre el régimen de Nicolás Maduro y los representantes de la oposición agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). La lectura política de los resultados que tendrá el país a partir del domingo 15 de octubre tendrán un efecto en las negociaciones dirigidas a concretar una transición negociada que puede mostrar su punto culminante en la celebración de una elección presidencial competitiva en los próximos 12 meses.

Electoralmente los resultados de este domingo podrán analizarse desde dos perspectivas: cantidad de gobernaciones alcanzadas por cada bloque y el número de votos totales. Esta segunda interpretación será clave para el proceso electoral y político de 2018.

Adicionalmente los resultados del domingo podrían reabrir el debate sobre los anuncios de participación electoral en la votación para escoger de los delegados a la Asamblea Nacional Constituyente que la presidenta del Consejo Nacional Electoral  (CNE) Tibisay Lucena realizó el pasado 30 de julio.

Las interpretaciones de los resultados de este domingo estarán condicionadas por la decisión del CNE de modificar las reglas electorales (una vez convocada la elección) en torno a la sustitución de candidaturas y la reubicación a 72 horas de la elección de 715 mil electores. Ambas medidas pudiesen impactar la tasa de pérdida de votos y será una tercera forma de analizar este proceso, especialmente cuando se comienzan a discutir las garantías para que los comicios de 2018 sean competitivos.


La última medición electoral de rechazo a Maduro se celebró en 2015. Las elecciones parlamentarias de ese año, en mejores condiciones políticas y electorales que las actuales, redujeron al chavismo a 5.599.025 votos, lo que representa el 40,8% del total de sufragios válidos, mientras la oposición continuó con sus crecimiento lento, pero sostenido llegando a aglutinar 7.707.422 votos, que equivalen a 56,2% del total de sufragios válidos.

A pesar de la diferencia en votos válidos (y porcentualmente) de 2015 el chavismo logró ganar la votación en seis entidades. Si el proceso de este 15 de octubre se analiza desde esa perspectiva entonces se puede comprender el cálculo de algunos factores del gobierno venezolano: el chavismo aspira ganar al menos 10 gobernaciones en este proceso. Las seis estados en los que triunfó en 2015, unidos a las entidades en donde la tasa de pérdida de voto opositor le permita al chavismo mantener el control (por abstención de la oposición, renuncias de candidaturas no procesadas y migración forzosa de electores a 72 horas de la elección).

En 2016 debió realizarse, al menos, una nueva medición. Las elecciones de gobernadores y de asambleas legislativas. No obstante, el CNE no lo permitió, al tiempo que los tribunales del país impidieron que se realizara la consulta popular por excelencia: el referendo revocatorio en contra de Maduro.

En los comicios regionales del año 2012 (se eligieron gobernadores y asambleas legislativas) se registró una abstención de 48%. Esta abstención estuvo marcada por la desesperanza que causó en el elector opositor la reelección presidencial de Hugo Chávez dos meses antes. El 52% de los ciudadanos que decidieron acudir a las urnas le dieron al chavismo el control de 20 de las 23 gobernaciones en disputa. Si este 15 de octubre se cumplen las aspiraciones del chavismo (ganar en 10 gobernaciones) entonces los candidatos de Maduro habrán perdido el control de la mitad de gobernaciones que conquistaron hace cinco años, mientras la oposición habrá triplicado los territorios bajo su teórico control político (después se podrá analizar el impacto de la no elección de las asambleas legislativas en estos territorios).

No se debe olvidar que en el año 2012 el chavismo logró triunfar en los comicios regionales desde dos lecturas básicas: Sus candidatos ganaron la mayoría de las gobernaciones (incluyendo las asambleas legislativas de 22 estados) y capitalizó la mayoría del voto nacional: 4.855.340 sufragios válidos en contra de los 3.834.292 votos válidos que obtuvo la oposición.

En el análisis de gobernaciones y voto nacional tampoco se debe olvidar que 53% de los electores habilitados para sufragar y elegir gobernadores se encuentran concentrados en apenas ocho de las 23 entidades del país. Aunque el número de gobernaciones que gane cada lado se muestre equilibrado entre las fuerzas, la diferencia en el voto nacional puede marcar la lectura política. Recordemos que en Zulia, Miranda, Carabobo, Lara, Aragua y Anzoátegui se concentra la mayoría de la población y allí la oposición tiene la primera probabilidad de triunfo. Y para las posteriores elecciones nacionales, el voto total será lo que contará.

En definitiva, los resultados de las regionales en referencia a la cantidad de gobernaciones que obtenga el chavismo y la oposición serán la referencia puntual, pero la cantidad de votos nacionales de cada bloque y el impacto de las decisiones del CNE, marcarán la ruta para intentar que en Venezuela se celebre una elección presidencial competitiva en 2018.

14-10-17




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