Ary Waldir Ramos Díaz 14 de octubre de 2017
Vivimos
en una “guerra mundial a pedazos” … y los cristianos de las Iglesias Orientales
“experimentan la persecución y una diáspora cada vez más inquietante”, expresó
el papa Francisco, este jueves 12 de octubre de 2017, desde la Basílica de
Santa María Mayor en Roma.
¿Por
qué a los malos les va tan bien, incluso si persiguen cristianos? es una
pregunta que puede tocar nuestros corazones. Pero, Francisco instó a ganar el
corazón de Dios que siempre responde a los que le piden, así como enseñó Jesús
a sus discípulos.
Lo
hizo durante la misa con motivo del centenario de la Congregación para las
Iglesia Orientales y del Pontificio Instituto Oriental nacido para formar
sacerdotes latinos para entender la “riqueza de las iglesias de tradición
oriental” e impulsar el diálogo con los ortodoxos.
El
Papa agradeció la obra inaugurada por Benedicto XV en 1917, en plena Primer
Guerra Mundial, conflicto bélico que también golpeó duramente a los fieles de
las Iglesias orientales.
“Hace
cien años, en 1917…estalló la Primera Guerra Mundial; Hoy, como ya he dicho,
vivimos otra guerra mundial, aunque a pedazos. Y vemos a muchos de nuestros
hermanos y hermanas cristianos en las Iglesias orientales experimentar una
dramática persecución y una diáspora cada vez más inquietante”, dijo Francisco.
¿Por
qué a los malos les va tan bien?
El
Papa citó el libro de Malaquías que pregunta “por qué” (3,13-20a) y que se
traduce en el interrogante de la maldad que reina.
“Cuántas
veces hacemos esta experiencia, y con qué frecuencia la escuchamos en las
confidencias y confesiones de las personas que abren sus corazones”, constató
Francisco. .
“Vemos
los malos, los que persiguen sus propios intereses sin escrúpulos, aplastando a
los demás, y parece que las cosas van bien para ellos: que consiguen lo que
quieren y sólo piensan en disfrutar de la vida. De ahí la pregunta: “¿Por qué
Señor?”.
Un
interrogante que el Papa reafirmada con la lectura de la Biblia. “Dios no se
olvida de sus hijos, su memoria es para los justos, por los que sufren, que
son oprimidos y se preguntan “¿por qué?”, Pero no dejan de confiar en el
Señor”.
Entonces,
señaló a la Virgen como modelo. “Cuántas veces la Virgen María, en su camino,
se preguntó “¿por qué?”; pero en su corazón, que meditaba cada cosa, la gracia
de Dios hacia resplandecer la fe y la esperanza”.
¿Cómo
entrar en la memoria de Dios?
“Y hay
una manera de entrar en la memoria de Dios: nuestra oración”, dijo al
señalar el pasaje evangélico de Lucas (Lc 11, 5-13).
“Al
orar, se necesita el coraje de la fe: tener confianza en que el Señor nos
escuchará, el valor de tocar a la puerta. El Señor dice: “Porque todo el que
pide recibe, el que busca halla y al que llame a la puerta se le abrirá”
(v.10).
¿Sabes
tocar el corazón de Dios?
Francisco
inquirió: “Pero ¿es así que rezamos? ¿Realmente nos involucra,
implica nuestro corazón y nuestras vidas? ¿Podemos tocar el corazón de Dios?”.
Al
final del pasaje del Evangelio (versículos 11-13), Jesús dice: ¿Habrá un padre
entre todos ustedes que dé a su hijo una serpiente cuando le pide pan? (12) Y
si le pide un huevo, ¿le dará un escorpión? (13) Si ustedes, que son malos,
saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del Cielo dará
espíritu santo a los que se lo pidan!”
“Y nos
esperamos que prosiga diciendo: ‘Dará cosas buenas a ustedes. ¡En cambio, no,
no dice así¡”, observó el Obispo de Roma.
“Él –
continuó – dará el Espíritu Santo a los que lo pidan. Este es el don, éste es
el “más” de Dios: lo que el Señor, el Padre nos da más, es el Espíritu: aquí
está el verdadero don del Padre”, constató.
“El
hombre toca con su oración a la puerta de Dios para pedir una gracia. Y él, que
es Padre, me da eso y más: el don, el Espíritu Santo”, sostuvo.
¡Aprendemos
a tocar el corazón de Dios! Y aprendemos a hacerlo valientemente.
Que esta oración valiente inspire y alimente también vuestro servicio en la
Iglesia. Así que vuestro compromiso dará “fruto a su propio tiempo” y sean como
árboles cuyas “hojas no se secan” (Sal 1,3)”.
Visita
al Pontificio Instituto Oriental
El
Pontífice ha salido del Vaticano en la mañana de hoy para ir a visitar el Pontificio
Instituto Oriental adyacente a la Plaza de Santa María Mayor. La
institución administrada por los jesuitas cumple 100 años, al mismo tiempo que
se celebra el aniversario de la fundación de la Congregación para las Iglesias
Orientales.
En
este contexto, Francisco ha saludado a su llegada a los Superiores Generales de
las Congregaciones para las Iglesias Orientales, los Patriarcas y los Arzobispos
Mayores.
Luego,
en el jardín del Pontificio Instituto Oriental ha bendecido un ciprés
acompañado por los estudiantes. Sucesivamente, en el aula Magna encontró y
saludó a los benefactores y la Comunidad de los Jesuitas.
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