Por Armando Altuve
La presidenta del Colegio de
Enfermería del Distrito Capital aspira a que el Ejecutivo nacional otorgue al personal
salarios similares a los que ha aprobado para los funcionarios de la Fuerza
Armada Nacional
El teléfono celular de Ana
Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Enfermería del Distrito Capital,
no ha parado de sonar desde que arrancó el pasado lunes, 25 de junio, el
paro indefinido del personal de enfermería en los hospitales públicos del
país para exigir mejoras salariales. De hecho, lo mantiene conectado al
CPU de su computadora para cargar la pila y evitar que se le apague. A su celular
no han dejado de llegar mensajes ni llamadas sobre reportes de lo que ocurre en
los centros de salud donde hay protesta activa, denuncias o solicitudes de
entrevista. “El gremio de enfermería decidió alzar su voz porque está cansado”,
asegura.
Contreras afirma que tomar la
decisión de ejecutar un paro indefinido no fue fácil, aunque reconoce que,
desde hace cuatro años, el sector salud está inmerso en paralización
técnica porque no hay insumos para atender a los pacientes. Fue el
reciente aumento de salario mínimo integral de Bs. 5.196.000, decretado por el
presidente Nicolás Maduro, lo que motivó al personal de enfermería a pararse.
“Pareciera que el Presidente no está enterado de que hoy un cartón de huevos
cuesta cuatro millones de bolívares”, cuestiona.
Como enfermera con más de 30
años de servicio, Contreras relata lo que es vivir con un salario de Bs.
1.200.000 mensual: dice que no le da pena admitir que en su casa ha tenido
que cocinar lentejas con arroz tres veces a la semana; asegura que olvidó el
sabor del pollo y piensa que el banco le embargará bienes porque su sueldo no
le permitirá pagar sus tarjetas de crédito. El sueldo no alcanza para comprar
detergentes para lavar los uniformes ni reponer sus zapatos. “Las enfermeras
estamos en pobreza extrema”, enfatiza.
El grito desesperado resonó en
otros estados: el 25 de junio, cuando empezó el paro, la actividad se
desarrolló en 19 hospitales de Caracas; al día siguiente, en varios centros de
salud de 17 estados y, luego, en todos los 24. A la protesta se sumaron médicos
y obreros. El paro es presencial. No se abandonará el hospital y solo se
atenderán las emergencias, a pesar de que los servicios también registran
fallas en insumos y medicamentos. “Maduro estaba al tanto de este descontento y
sabía que esto iba ocurrir”, sostiene.
Contreras indicó que el
salario de las enfermeras debe equiparse con el de los funcionarios de la
Fuerza Armada Nacional | Foto: Hirsaid Gómez
─ ¿Por qué ahora el personal
de enfermería decide pararse de manera indefinida?
─La lucha del sector salud ha
sido activa desde el año 2014, cuando observamos que los hospitales comenzaban
a registrar fallas en insumos y medicinas; incluso eso nos motivó a apoyar el
llamado a la apertura del canal humanitario y a la declaratoria de la emergencia
humanitaria que efectuó la Asamblea Nacional el 4 de marzo de 2016. Eso era
necesario, porque estábamos viendo a los pacientes morir en los centros de
salud.
El personal de enfermería ha
sido testigo presencial de cómo se ha agravado la crisis de salud: hemos visto
unidades de nutrición que no les garantizan alimentos ricos en proteína a los
pacientes, que se les da una arepa sola; hemos tenido que ver cómo las
enfermeras, luego de que el médico pide la aplicación de un antibiótico, al ir
a la farmacia les dicen que no hay el que el especialista recomendó o te dicen
que tienen otra presentación que el paciente no requiere, pero es lo que hay
disponible; los médicos no aplican tratamientos en consonancia con lo que
establecen los pautas y protocolos, sino con lo que el Gobierno manda a los
hospitales y, por eso, muchas veces, la recuperación del paciente es lenta o no
se obtienen los resultados esperados.
Si vamos al laboratorio, nos
encontramos con que no hay reactivos; si vamos a radiología, nos dicen que no
hay material para las placas; si no hay agua y se le pide al personal de
mantenimiento que solvente el problema, nos comunican que no hay repuestos. El
profesional de la enfermería ha sido testigo presencial de la crisis de salud.
Y a eso le sumas el tema de los bajos salarios que no cubren las necesidades de
las enfermeras, el sueldo no le alcanza para comprar ni siquiera un detergente
para lavar sus uniformes, no les rinde para alimentar a sus familias.
─Posiblemente, algunos al oír
la palabra paro pensarían que nadie iría a trabajar a los hospitales. Pero
hemos visto la presencia activa de los enfermeros en los centros de salud; hay
una protesta y un reclamo, más que un abandonó de los centros de salud ¿Cuál es
la característica de este paro indefinido?
─Lo que hemos visto es una
presencia multitudinaria de todas las enfermeras, a la que se han sumado
médicos y obreros también, porque tienen el mismo clamor por un salario digno.
Así como estamos viendo fallecer a nuestros pacientes por falta de insumos,
también estamos viendo que nuestras enfermeras no pueden siquiera pagarles
estudios a sus hijos. Esto es un paro presencial. A lo mejor una fábrica puede
pararse, pero nosotros no podemos dejar de brindar atención en las emergencias,
por ejemplo. Entonces, se pidió responsablemente a las enfermeras que no
abandonaran los centros de salud porque nosotros no queremos ser como el
Gobierno, que abandonó su responsabilidad. Nosotros no vamos a agudizar la
crisis que generó el Gobierno.
─ ¿La escasez de insumos y
medicinas ya no suponía un paro técnico de los servicios?
─Desde hace rato el sector
salud está en paro técnico. Nuestra línea de acción con esta protesta es no
dejar de cumplir los tratamientos, ¿pero cómo se aplica eso si no hay
medicinas? Si ese tratamiento que requiere el paciente no se cumple durante el
paro indefinido de enfermeras, es porque no hay medicinas en el centro de
salud. Este paro es muy sui géneris y a nosotros nos duele el paciente.
Sin embargo, nos ponemos la mano en el corazón y pedimos calidad de vida. Las
enfermeras estamos en pobreza extrema. No tenemos dinero ni para lavar los
uniformes, ni para comer bien. Hay enfermeras más delgadas, incluso hasta hemos
sabido que algunas se desmayan por hambre.
─ ¿Cuál es el balance de la
jornada de paralización?
─En principio, el paro se
convocó solo para ser acatado por los hospitales del municipio Libertador de
Caracas, pero la situación de pobreza extrema en la que estamos las enfermeras
obligó a que este llamado se extendiera al resto del país. El 25 de junio, 19
hospitales de Caracas se pararon; es decir, una paralización de 80 %. Luego, el
paro se acató en 17 estados del país y, a los días, el paro era asumido en los
24 estados. Se mostró el desespero de las enfermeras.
Nosotros tomamos la decisión
de ir a un paro indefinido el 25 de junio luego de que el presidente de la
República, Nicolás Maduro, decretara un salario mínimo integral de 5.196.000
bolívares; al oír eso, el gremio cayó en depresión. Entonces, en una asamblea
concluimos que el Presidente no está entendiendo la grave crisis económica del
país o no quiere entender que un cartón de huevos está costando cerca de cuatro
millones de bolívares; no quiere entender que con una caja Clap (Comités
Locales de Abastecimiento y Producción) nosotros vamos a parar la protesta y
nos vamos a conformar. Desde el año pasado, las autoridades del Ministerio de
Salud, incluso el mismo Maduro, saben de nuestras peticiones. Maduro estaba
notificado de que esta acción del personal de salud sería tomada.
Contreras pidió al nuevo
ministro de Salud que busque soluciones a la crisis de salud | Foto: Hirsaid
Gómez
─ ¿Cree que con la designación
del nuevo ministro de Salud, Carlos Humberto Alvarado, habrá una luz al final
de túnel para allanar el camino a una solución?
─Sin dar juicios a
priori, esperamos que se convierta en un gestor de soluciones a los
problemas de salud y no se en un actor político partidista, como lo era
López, que, a mi juicio, solo completó el cuadro nefasto de los funcionarios
que han tenido la responsabilidad de velar por la salud en el país. Nosotros
vimos que Maduro catalogó de humanista al nuevo ministro; entonces, esperamos
que profese ese humanismo. Lo que esperamos son soluciones reales y no
pantallerismos. López solo se dedicó hacer reparaciones en
hospitales y, al final, sabíamos que esas unidades nuevas no tenían
insumos ni había personal para atender a los pacientes que ingresaban.
─ ¿Cómo valora la gestión del
exministro de Salud, Luis López?
─López pasó sin pena y sin
gloria. En 2017, nosotros le enviamos una comunicación con nuestras demandas a
la exministra Antonieta Caporale y su respuesta fue enviarnos a los colectivos
para agredirnos luego de que entregamos el documento. Cuando ella sale del
despacho, intentamos acceder a Luis López, pero cuando le fuimos a entregar el
pliego de peticiones, su respuesta fue enviar a la Guardia Nacional. Cuando
decimos protestar masivamente en el Hospital Vargas, ¿cuál fue la respuesta de
López? Mandar al jefe de seguridad del Ministerio de Salud para que golpearan a
un dirigente sindical como Pablo Zambrano, e incluso secuestrar a un
camarógrafo de Vivo Play. Fue un ministro que nunca escuchó. Nosotros no
pedimos una reunión secreta con los ministros, pues la realidad de los hospitales
es bien conocida. Hoy el personal de enfermería también recibe amenazas por
protestar por sus derechos laborales, pero ¿qué les puede pasar? los van a
despedir por 600.000 bolívares quincenales?
─Entendiendo la realidad
económica, caracterizada desde hace meses por la hiperinflación, ¿cuánto
debería devengar una enfermera?
─La respuesta la tiene la
Constitución. El artículo 91 establece el derecho al trabajo como un hecho
social, y el mismo texto se obliga al Gobierno a tomar como referencia para
calcular el salario tomando como una de las referencias el costo de la canasta
básica. El Cendas (Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores)
indicaba que el precio de la canasta estaba cerca de 200 millones de bolívares.
Si bien no hay no hay un precio oficial, porque el Banco Central de Venezuela
no da cifras, la mayor referencia del ciudadano es cuando va al mercado y se da
cuenta que con 5 millones no podrá comprar todos los productos que necesita.
Una enfermera debería ganar, en este momento, cerca de 500 millones de
bolívares: ese debería ser un salario adecuado a la realidad económica y al
costo de la canasta.
Contreras: “nosotros no
queremos tener reuniones secretas con los ministros de Salud” | Foto: Hirsaid
Gómez
─En una economía
hiperinflacionaria es complicado plantear un salario ideal…
─Nosotros somos conscientes de
que hay una crisis económica y nosotros no le vamos a dar cifras al Gobierno,
porque sabemos que toda propuesta de salario la pulverizará la inflación; pero
lo que nosotros como gremio sí le pedimos al Gobierno es que, al calcular el
salario del personal de salud, tome en cuenta los mismos criterios con los que
ajustó el sueldo de los militares, que ronda los 100 millones de bolívares. Si
los funcionarios de la de la Guardia Nacional, por resguardar la seguridad de
los venezolanos, a pesar de los excesos en que cometen al reprimir a los
ciudadanos, tienen derecho a un sueldo digno, el personal de enfermería, que
cura a quienes a veces ellos agreden por protestar, también merecemos un
salario adecuado.
─ ¿Han sido obligadas las
enfermeras asumir prácticas contrarias a lo establecido para una buena
asistencia médica?
─Te lo explico solo con un
caso: cuando me formé como enfermera, hace más de 30 años, en los hospitales se
usaba una inyectadora de vidrio que se esterilizaba; pero cuando ese proceso no
se hacía bien, había riesgos de infección. Con el tiempo, se empezó a usar
material descartable, que solo se usa una vez. Hemos denunciado que en
hospitales como el pediátrico Julio Criollo Ribas, de El Cementerio, se les
pide a las enfermeras usar una inyectadora descartable por 24 horas; es decir,
están instando al personal de enfermería a recurrir en una práctica que viola
protocolos en pediatría. No desconocemos las carencias, pero no nos pueden
obligar a violentar nuestras buenas prácticas, porque la responsabilidad del
profesional es individual y, por encima de cualquier responsabilidad penal, se
puede comprometer la vida de un niño, que, además, según las diferentes legislaciones
del Estado, goza de una protección especial.
─¿Cómo se pueden proteger las
enfermeras ante esa situación?
─Una forma de protegerse es
reportando la irregularidad. Pero, insisto, más allá de una responsabilidad
legal, es la ética la que está en juego. Nuestra Ley de Ejercicio de la
Enfermería sostiene que el primer compromiso que debe asumir el profesional es
con la vida y la salud. El respeto a esos derechos implica aferrarme a mis
buenas prácticas, que deben ser seguras y libres de riesgos prevenibles. Yo
puedo prevenir una contaminación del paciente, si me lavara las manos con
jabón, pero en los servicios no hay. Se podría reducir el riesgo de infecciones
si un servicio se limpia adecuadamente con los desinfectantes hospitalarios,
pero no hay productos, ni siquiera se cuenta con agua corriente para mantener
la limpieza.
─ ¿Qué ha pasado con el
enfermero del Hospital Universitario de Caracas, Alonzo Román, quien fue
detenido por presuntamente hurtar insumos del centro de salud?
─Román sigue detenido en la
delegación del Cicpc (Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas) de Santa Mónica. El 19 de junio solicitamos ante el Ministerio
Público que se abriera una investigación sobre los militares de la Guardia del
Pueblo que actuaron en este procedimiento, porque consideramos que hubo un
abuso de poder, porque ese caso no tuvo denunciantes; él no fue detenido en
flagrancia y, además, se le violentó su presunción de inocencia.
─ ¿Es cierto que a Román le
“sembraron” más insumos de los que le consiguieron en su locker?
─Hay testigos que irán a
tribunales que aseguran que Román no tenía en su locker la cantidad de insumos
que salieron en las fotos que tomaron las autoridades y después difundieron en
medios del oficialismo. Aquí debo agregar algo: ese día, cuando las autoridades
requisaron todos los lockers de las enfermeras, estaba la jefa del Departamento
de Enfermería; pero el estante de Román solo fue supervisado por los
funcionarios de la Guardia del Pueblo. Lo que creemos es que esto fue un
montaje para buscar culpables de la crisis.
─ ¿Responsabilizar a los
enfermeros de la escasez de insumos en los hospitales?
─Sí. Con esta detención
arbitraria y la de dos colegas en el Materno Infantil de La Guaira, el Gobierno
quiso dar a entender que aquí no ha crisis humanitaria; que no puede comprar
insumos por el bloqueo económico, pero lo poco que envía se lo roban las
enfermeras.
La enfermera admitió que
existen mafias en los hospitales que roban insumos y pidió denunciarlas | Foto:
Hirsaid Gómez
─ ¿Qué decidieron hacer las
enfermeras del Hospital Universitario de Caracas tras la detención de Román?
─ Luego de la requisa que
hicieron las autoridades, las enfermeras decidieron que no iban a guardar más
nada en sus lockers, y si durante la guardia el paciente necesita algún insumo,
que el hospital resuelva. Las enfermeras dijeron que no se dejarían tratar como
unas delincuentes por guardar medicamentos. Cuando Román estaba de guardia, le
pidieron que abriera su locker y se encontraron dos inyectadoras, dos yelcos y
dos soluciones. Las enfermeras dijeron que les estaban dejando el material para
que lo resguardara en su locker porque había mafias que se estaban llevando los
insumos y eso se ha denunciado dentro del Hospital Universitario.
─Tengo entendido que es una
práctica común del personal de enfermería guardar material para reservas de
insumos.
─Claro, eso es lo que nosotras
llamamos reservas, caletas, cajita feliz. Y esa práctica se ha acentuado desde
el momento en que los suministros comenzaron a mermar en los hospitales. A las
enfermeras se les entrega una serie de insumos médicos y, generalmente, se
guarda parte de ese material en una caja para que una enfermera que tenga
guardia y necesite, por ejemplo, tomar una vía, tenga un yelco a la mano. Eso
nadie se lo lleva del hospital, sino que se resguarda en el locker que se le
asigna a la enfermera en el centro de salud.
─Hay familiares y pacientes
que acusan directamente a las enfermeras de vender insumos del hospital.
─Hay gente que dice que las
enfermeras los venden; pero no voy a defender a ultranza a una enfermera,
porque en esta vida, como hay buenos, también hay malos. Pero si alguna persona
o paciente ve que una enfermera le quiere vender un medicamento o insumo del
hospital, denúnciela ante el Departamento de Enfermería; si no, al Colegio de
Enfermería, porque esa práctica es antiética. Nosotras no podemos quedar como
bachaqueras. Entiendo que hay una situación económica difícil, pero no se puede
actuar como un delincuente.
─La detención de Román le
resta un enfermero más al Hospital Universitario de Caracas, un profesional que
hace falta ante la diáspora del personal de enfermería que ustedes en el
colegio han registrado. ¿Tienen estimaciones de cuántas enfermeras se han ido
del país por la situación económica y de los salarios?
─Hasta noviembre, solo en
hospitales de Caracas, calculamos que unas 300 enfermeras se fueron a probar
suerte en el exterior. En principio, eran muchachas que iban a los hospitales y
se desencantaban con los salarios. Desde que comenzó el año 2018 y la crisis
económica se complicó, empezamos a ver que eran mujeres con hijos y que
arrastraban muchas carencias, y ahora vemos que hasta enfermeras jubiladas se
van de los centros de salud sin esperar su pago por años de servicio, que es lo
que se ha registrado en los hospitales Pérez Carreño, Maternidad Concepción
Palacios y Universitario Caracas.
─ ¿A qué países emigran las
enfermeras?
─Se van a Chile, Argentina,
Perú, Colombia, Ecuador, España, incluso a China y a Nigeria.
─ ¿Las enfermeras han dejado
de ejercer?
─Sí, y las encontrarás
vendiendo café en el bulevar de Sabana Grande o trabajando como taxistas. Las
colegas nos dicen que no van a ir a trabajar a un hospital que no ofrece
condiciones para ganar un salario que no les alcanza para comprar nada. Ni
siquiera trabajando en el sector privado pueden compensar el salario que
devengan en el sector público. Porque si en las clínicas, por los altos costos
en los servicios, no se reciben ingresos, ¿cómo se les paga a las enfermeras?
29-06-18
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