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jueves, 9 de mayo de 2019

En España Villarejo dice al juez que Podemos le pidió desbloquear en un país africano una gran suma de dinero chavista, por @manuelcerdan ‏




Manuel Cerdán 08 de mayo de 2019

El ex comisario José Villarejo, en un escrito presentado en la Audiencia Nacional, afirma que miembros de Podemos le pidieron ayuda para que desbloqueara en un banco de un país africano “una importante suma” de dinero, que procedía del chavismo venezolano, para poder repatriarlo a España.

Villarejo menciona el nombre de dos “miembros significativos de IU”, Miguel Rivera y Manuel González, como las personas que se entrevistaron con él para trasmitirle el encargo. Eran los mismos que habían hecho, en un primer momento, de puente entre Podemos y los regímenes chavistas y castristas.

Manuel González sería otro de los testigos claves para Villarejo. El abogado comunista y dirigente del PCE en la época de Carrillo fue para el ex comisario el intermediario que “abrió los contactos a Monedero y otros dirigentes de Podemos en el entorno de la cúpula bolivariana y obtuvo, sin embargo, un trato desabrido, una vez que consiguieron ganar la confianza de Chávez”.

Suficiente documentación en la causa

Según Villarejo, “a través de González pude conocer toda una serie de informaciones referidas a la formación política Podemos, la mayor parte de la cual se encuentra acreditada en la documentación que obra a disposición de esta causa”.

Por la confesión del propio González, el agente encubierto del DAO pudo conocer que Chávez nombró al director del DGCIM (Dirección General de Contrainteligencia Militar), que cambió varias veces de nombre (DIM, DGSIM, DGIM…), como interlocutor del presidente con Monedero, Iglesias y otros dirigentes de Podemos para que le certificara que los acuerdos se estaban cumpliendo.

El policía jubilado señala a Maduro como el hombre de confianza de Chávez que se encargaba entonces de controlar a los “grupos de desestabilización política”, entre ellos Podemos.

Para Villarejo parte de la financiación de estos grupos se hacía en efectivo, “usando para ello incluso la valija diplomática y en otros casos a través de la estructura de sociedades instrumentales así como parte del entramado de cuentas bancarias que disponía PDVSA como primera empresa estatal responsable del petróleo”.

Al frente de PDVSA se encontraba Rafael Ramírez quien, según Villarejo, “manejaba fondos casi ilimitados y con el escaso control de canalizarlos a través de una división denominada ‘PYCP’, eufemístico nombre que responde a ‘Protección y Control de Pérdidas’”.

Los testigos principales

El comisario en prisión le pide al juez que le tome declaración a Ramírez por videoconferencia, ya que en la actualidad reside en Italia. Así mismo, su hombre de confianza, Rafael Reiter, fue detenido en España y el Gobierno español aprobó su extradición a Estados Unidos. Sería otro buen testigo para la pieza número 11.

Según el ex comisario, que permanece en prisión preventiva desde noviembre de 2017, entre los documentos y grabaciones que los agentes de la Unidad de Asuntos Internos se llevaron de su domicilio el día de su detención, existen suficientes pruebas que podrían demostrar las entregas de dinero del régimen chavista a Iglesias, Errejón, Monedero y otros fundadores de Podemos.

Villarejo señala en su escrito al juez García Castellón, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, que “si existe un verdadero interés en llegar hasta el fondo de esta criminal financiación a dirigentes de Podemos, aunque no acepten ni quieran dar credibilidad a la documentación que se me incautó, al menos podrían tomar declaración sobre ello a algunos de los personajes mencionados”.

Y el funcionario policial, que ocupó un puesto de primer nivel en la Unidad de Inteligencia de la Policía, dependiente de los DAO’s -directores adjuntos operativos- Fernández Chico (con el ministro del Interior, Pérez Rubalcaba) y Eugenio Pino (con el ministro Fernández Díaz), aporta al juez una lista de ex altos cargos de Venezuela con quienes mantuvo entrevistas durante sus investigaciones secretas sobre Podemos. Según él, todos eran “conocedores de los pormenores de la relación Maduro-Podemos”.

Villarejo facilita los nombres de quienes podrían convertirse en testigos de la causa número 11 de la operación Tándem, algunos de los cuales se encuentran en prisiones españolas.

Información de primera mano

El comisario, otrora agente encubierto y experto en redes de blanqueo de dinero, reconoce ante el magistrado de la Audiencia Nacional que investigó a Podemos en el apartado de su financiación y que dispuso de información de primera mano por sus trabajos de Inteligencia desde su cargo de jefe de la Brigada de la DAO.

Villarejo asegura que Venezuela puso en marcha “un programa para financiar organizaciones políticas desde el extranjero”. Afirma que tuvo conocimiento de que “países como Venezuela, Cuba e Irán especialmente, habían organizado este programa de ayudas a grupos con vocación subversiva en lugares de interés estratégico”.

Y entre esas naciones, según el ex comisario, habían escogido España “como un banco de pruebas” para “movilizar movimientos populistas que alteraban la convivencia y la estructura política en vigor”.

Villarejo detalla al juez cómo conoció en 2004 al almirante venezolano Carlos Molina-Tamayo que después del intento de derrocamiento de Hugo Chávez se refugió en España. Años después el alto militar bolivariano le confirmó “la existencia del programa” y que en Madrid se había elegido de la mano de veteranos militantes de izquierdas a “un grupo de jóvenes con gran formación política que podían actuar con la apariencia de comunistas pero siguiendo directrices de los postulados de agitación de la extrema izquierda”.

Según Villarejo el almirante venezolano le hizo referencia “a significativos datos que señalaban a Monedero, Errejón, Iglesias y otros líderes de lo que con el tiempo sería el partido político Podemos”. Molina-Tamayo, que según Villarejo se encargaba en el Gobierno de Chávez de la compra de armamento, le ofreció presentarle a otros compañeros que se dedicaban expresamente al control, ayuda táctica y económica a organizaciones “como Podemos, así como grupos como Hezbolá y otros”.

El ex comisario se refiere en su denuncia a la existencia “ De una serie de reuniones en el G-2 (los servicios secretos cubanos) y el SEBIN (la inteligencia venezolana) con miembros destacados de Podemos, una ve que supieran imponerse a los introductores españoles del Partido Comunista que habían sido los que les presentaron en Venezuela”.


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