María del Pilar Silveira 08 de junio de 2019
Una
de las múltiples expresiones de fe mariana son las intenciones escritas que los
fieles devotos depositan a los pies de la imagen de la Virgen en las fiestas de
las advocaciones.
En
esta oportunidad he analizado las intenciones de fe a la advocación Rosa Mística
en la XV Misa Criolla celebrada en el Aula Magna de la UCV, el día 13 de julio
de 2017. Es una verdadera fiesta de fe que cuenta con el apoyo del párroco Raúl
Herrera s.j. de la Parroquia
Universitaria UCV y amenizada por la coral “Juventudes Culturales” bajo la
dirección de Luis Eduardo Galián y la Estudiantina Universitaria, junto a
agrupaciones pertenecientes a la Dirección de Cultura UCV y Corales invitadas.
Esta
fiesta de fe se realiza en un ambiente universitario muchas veces escéptico
donde el Aula Magna se adorna de rosas para homenajear a la imagen de la Rosa
Mística, traída de Italia que permanece en el Rectorado.
En
la entrada a la celebración litúrgica, los estudiantes de protocolo UCV
reparten folletos con el Rosario de la advocación junto con una recorte de
papel que tiene una rosa en uno de sus extremos con la siguiente leyenda: “Te
pedimos Madre, María Rosa Mística por:”
Las
personas expresan espontáneamente lo que traen en su corazón y depositan sus
intenciones en una cesta ubicada a los pies de la imagen antes o durante la
celebración litúrgica que esta vez estuvo presidida por Mons. Jesús González de
Zárate. Vale destacar que estos escritos son “tierra sagrada,” el estudio sobre
los mismos se basa en el respeto a la intimidad de los hijos e hijas que con
confianza se dirigen a su madre. Contienen el clamor desde lo hondo el corazón,
es la “presencia silenciosa del Espíritu, el sensus fidei que le otorga a los
cristianos una cierta familiaridad con las realidades divinas y una sabiduría
para captarlas intuitivamente, aunque no encuentre palabras para explicar su fe
” (Cfr. Francisco, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium [EG] nº 119).
El
contenido de las intenciones se basa en las necesidades más urgentes que se
escriben de manera espontánea, sin muchas explicaciones, sólo se mencionan
porque se parte de la relación filial de amor confiado en la madre que conoce y
sabe de las situaciones que viven sus hijos e hijas. Esta fe profunda y
entrañable es el impulso que sigue fortaleciendo y acrecentando la esperanza
para transformar la realidad.
Las
palabras que más se repiten en 261 intenciones son: salud, paz, Venezuela,
reconciliación, democracia, libertad, patria, país, entendimiento, alimentos,
medicinas, familia. Algunos ejemplos: por la recuperación de nuestra patria
Venezuela, Libre y en democracia, por un país donde los ciudadanos nos queramos
y trabajemos juntos por la paz y reconciliación de todos.” “Por mi salud, la
paz de Venezuela, la unión de la familia y fuera la dictadura de mi país,
amen.” “Por el cese de la violencia del gobierno contra la población. Por una
salida pacífica a la crisis: política, económica, de salud, de valores. Porque
se inicie un cambio hacia la reconstrucción del país. Por estrategias adecuadas
y correctas en la lucha por la libertad y la democracia,” “Salud de Venezuela,
salud espiritual, física, mental. Que reine la armonía y la comprensión” “Por
los niños y ancianos que sufren la falta de medicina y alimentos.”
En
todas aparece la palabra Venezuela: “por nuestra amada Venezuela. Por los
presos políticos, por la salud de mis hijos y familiares,” en muchas se
menciona la palabra “dictadura” para que “acabe la Dictadura.” Solo en una se pide por la “constituyente:
“Mi Dios para que triunfe la “constituyente.” Esto nos habla de la conciencia
que tienen las personas sobre la realidad y la dimensión política de la fe. El cristiano
es ciudadano de la polis y sufre las consecuencias políticas, sociales,
económicas de las leyes y reglamentos de los gobiernos de turno. Encuentra a
través de la expresión de su fe una manera de manifestar y denunciar
proféticamente lo que padece.
Sobre las peticiones por la salud: “mi madre
amada, te pedimos mucha salud para mi esposo, para mí, para toda mi familia y paz para Venezuela,” “salud de
toda mi familia y la de mis amistades;” si bien es una necesidad básica que nos
hace tomar contacto con nuestra fragilidad humana ya que no podemos agregar por
nuestras propias fuerzas ni un minuto
más de vida a nuestro cuerpo, al ser un pedido masivo también nos indica que en
la sociedad hay una carencia que no se soluciona. Los ciudadanos sienten que no
hay una respuesta concreta por parte de los organismos pertinentes del Estado a
esta necesidad básica. Las personas se sienten inseguras, temen por perder su
salud y no tener los medios para recuperarla. Esto se une al pedido de “que se
acabe esta situación dramática que estamos viviendo” como lo expresan varias
intenciones. Casi no aparece la palabra “pobre,” esto nos puede indicar que las
personas se sienten pobres y no piden por sí mismas. Un ejemplo: “Te pido con
todo mi corazón que ayudes a mi hijo (…) oye sus súplicas y las mías ayúdalo a
salir de este trance tan fuerte, ábrele los caminos, dale luz, cúbrelo con tu
manto, protégelo, bendícelo. Gracias por tu ayuda Virgen Santísima.”
Cada
fiesta mariana es un oasis de espiritualidad en medio de la crisis, porque
fortalece y abre nuevos horizontes para que cada persona junto a los demás,
siga construyendo con paz, amor, de manera comprometida y con acciones
concretas, la Venezuela que sueña. Y una vez más se cumplen las palabras del
Papa Francisco: “cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo
revolucionario de la ternura y del cariño. En ella vemos que la humildad y la
ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes, que no necesitan
maltratar a otros para sentirse importantes.” (EG 288)
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