Caritas de Venezuela 24 de junio de 2019
Comunicación
de Caritas de Venezuela, de la iglesia católica venezolana, en el marco de la
visita a Venezuela de la Dra. Michelle Bachelet, Alta Comisionada de los
Derechos Humanos de la ONU, Caracas 19 al 21 de junio del 2019
Dra.
Michelle Bachelet
Alta Comisionada para los Derechos Humanos
Organización Naciones Unidas
Presente.-
Michelle Bachelet
Alta Comisionada para los Derechos Humanos
Organización Naciones Unidas
Presente.-
Estimada
Dra. Bachelet:
Apreciamos
su valiosa presencia en nuestro país, así como el tiempo y la atención que le
ha dedicado a los resultados del trabajo de las organizaciones sociales
venezolanas, que junto a la iglesia católica han sido permanentemente
considerados por las instancias de la oficina que representa, cuyas puertas
siempre han estado abiertas para nosotros.
Sabemos que ha dado una
consideración cuidadosa a todas nuestras denuncias y registros, como bien hemos
constatado en sus últimos informes.
Nuestro
mensaje hoy es de urgencia. Confiados en sus palabras al declarar “Me
esforzaré por ser su voz y su firme defensora, con total objetividad, sin temor
ni favor”, es que acudimos a entregar un clamor que ya excede el llamado
de socorro que hemos pedido ya durante varios años. Queremos hoy
traer la voz de nuestra gente, vulnerada y disminuida en su dignidad y hablar
de:
1. El retardo del crecimiento por desnutrición crónica. Después de evaluar a más de 30 mil niños en estos
últimos 3 años, Caritas puede hablar con pesar de todos estos niños pequeños
que están entrando a su edad escolar con retardo de su crecimiento físico y el
rezago cognitivo, afectivo y social que eso significa para ellos y para el
capital humano con el que nos tocará en los años venideros restaurar nuestra
nación. Más de un tercio de los niños que estamos atendiendo están ya en esta
situación. Esto es producto de privaciones injustificables que se acumularon
todo este tiempo que hemos estado esperando por una solución.
2. La diáspora masiva:La
fisura extensa e irreparable que está dejando en nuestro tejido la emigración.
Uno de cada 13 venezolanos se ha ido ya, buscando un lugar donde la vida sea
posible. Estamos perdiendo el alma de nuestro pueblo: se nos están yendo
madres, padres, maestros, médicos, investigadores, hermanos, personal
humanitario, nuestros ancianos. Estamos perdiendo capacidades, cuidado, memoria
y todos los vínculos sociales y afectivos que sostienen la institución
familiar.
3. Las nuevas formas de esclavitud: el trabajo precario,
la trata de personas, la prostitución hoy
merman la integridad física, espiritual y moral. Llegamos al límite. Son miles
los venezolanos a los que se le agotaron los medios y están transando su vida
con lo único que les queda, su propia integridad. La situación nos está
asfixiando hasta llevarnos a tasas sin precedente de suicidios, de
prostitución y de hermanos atrapados en redes de trata de personas, en el
tráfico ilegal, en trabajos forzados, en situación de esclavitud.
4. La deserción de nuestro sistema educativo, tanto de alumnos, como de maestros y profesores,
está desmantelando el futuro del país. Venezuela tiene, ahora mismo, más de la
mitad de sus aulas en escuelas y universidades, vacías. Qué futuro nos depara
esto.
5. La violencia como forma de intercambio social, que atraviesa todas las esferas ya de nuestra
sociedad y de nuestras familias. Nos compromete, especialmente, la
violencia alimentaria, porque la hemos seguido y registrado. Ésta no es solo la
violencia con la que han destruido nuestra agricultura, o la de la escasez y la
corrupción. Es también la violencia alimentaria simbólica con la que
nos han quitado la memoria, la tradición, el derecho a comer por preferencia y
la comensalía como espacio sagrado de creación y vínculo social.
6. El deterioro físico y la angustia de nuestro propio
equipo humanitarioagobiado ante la
magnitud creciente de la tarea y las restricciones para operar sin combustible,
sin servicios, sin insumos y sin que se nos de la legitimidad necesaria. Es
hora de sincerar lo que nos pasa.
7. La pérdida del Estado de Derecho como recurso, como
referencia y valor. No hay a quien acudir, es el sentimiento de orfandad de las
víctimas de la violencia del Estado. Esta
pérdida afecta nuestra cultura de derechos y nuestra civilidad al erosionar el
respeto por la institucionalidad, por el orden, por la justicia y la verdad.
8. La depredación del medio ambiente por el extractivismo
de la riqueza mineral y sobre todo humana. Poblaciones indígenas diezmadas por las epidemias y por una cultura de
explotación asociada a la minería ilegal están acabando con una selva que es de
toda América.
¿Ante toda esta destitución, qué nos quedará para
restaurarnos a nosotros mismos? Este daño es necesario detenerlo ya, para poder
reparar las profundas heridas causadas durante tantos años. Es por esta razón
que la Iglesia Católica y Caritas de Venezuela solicita:
1. Que en su próximo Informe de Julio, continúe
reflejando la grave situación de derechos humanos que se vive en Venezuela.
2. Que exija al gobierno abrir una oficina de DD.HH. de
la ONU en Venezuela que monitoree el cumplimiento de las recomendaciones para
restituir los derechos vulnerados.
3. Que intervenga para que se logre la restitución de los
derechos electorales, políticos y económicos de los venezolanos, que permita a
todos los ciudadanos vivir en Venezuela con libertad, dignidad y progreso.
4. Que solicite el desmonte del FAES y de los grupos
irregulares que actúan como cuerpos de control, coacción y violencia contra los
ciudadanos.
5. Que se reconozca las organizaciones de la sociedad
civil como actores importantes en la actuación frente a la crisis humanitaria.
Y que el Estado otorgue las facilidades para su operación y logística.
6. Que se haga público la data oficial sobre los temas
importantes de la vida del venezolano, que permitan tomar medidas correctivas a
través de políticas públicas.
7. Que se flexibilice para las ONG(s) los requerimientos
para recibir donaciones, con miras al escalamiento de la asistencia
humanitaria en acción coordinada con el Plan de asistencia de Naciones Unidas.
Caritas espera resultados favorables de su visita y
que su compromiso abone los caminos de la diplomacia y la coordinación hacia
una articulación solidaria y fraterna que fortalezca las capacidades, tanto del
Estado venezolano, como de su sociedad civil, para atender estas urgencias que
le hemos expuesto.
Caritas ratifica su disposición a continuar trabajando
en los espacios de cooperación y respeto del Sistema de Naciones Unidas en
Venezuela y con el equipo y los mecanismos que dentro de este Sistema usted
disponga para ello.
Que la Santísima Trinidad y nuestra patrona, la Virgen
de Coromoto, guíen su caminar en la importante labor que le ha sido
encomendada.
ANEXOS:
CUÁL
ES LA ESCALA DE DAÑOS
DESNUTRICIÓN
AGUDA.
- Ahora mismo, 52 de
cada 100 niños que están llegando a Caritas tienen algún tipo de déficit
nutricional reciente.
- 10% de ellos
necesitan ayuda humanitaria inmediata, unos 130.000 niños pequeños.
Nosotros hemos podido salvar solo a 11 mil. Queremos salvarles a todos.
- 24% de las mujeres
embarazadas que recibimos cursa su embarazado con desnutrición. La tercera
parte de ellas no tiene todavía 18 años.
Fuente: Caritas Venezuela. Monitoreo Centinela de la
Seguridad Alimentaria y la Desnutrición Aguda. S.A.M.A.N.R
RETARDO DEL CRECIMIENTO. DESNUTRICIÓN CRÓNICA
- Ahora mismo, más
de un tercio de los niños y niñas que están llegando a Caritas (35%) ya
viene con retardo irreparable de su crecimiento físico. Son niños que
están viviendo en privación nutricional al menos hace 5 años.
- En el 2017 era el
27%. esto es evidencia suficiente que han vivido bajo múltiples carencias,
al menos, desde el
- El retardo de
crecimiento se detecta incluso en niños menores de 1 mes
Fuente: Caritas Venezuela. Monitoreo Centinela de la
Seguridad Alimentaria y la Desnutrición Aguda. S.A.M.A.N
ECHAR EL RESTO: COMO ESTÁMOS SOBREVIVIENDO
- 6 de cada 10
familias que escuchamos están viviendo de la mendicidad y rebuscando
comida en los vertederos de basura
- 7 están comiendo
cosas que preferirían no tener que comer
- 4 han tenido que
vender sus enseres, destituirse para comprar alimentos
- 5 se han ido a
dormir sin comer
- 4 han tenido que
separarse como familia para poder vivir
Fuente: Caritas Venezuela. Monitoreo Centinela de la
Seguridad Alimentaria y la Desnutrición Aguda. S.A.M.A.N
COMER CON SUMISIÓN
- Han desaparecido
del patrón alimentario de la gente más empobrecida la leche, los
vegetales, la carne, el pescado, los huevos, el pescado.
- 7 de cada 10 de
nosotros depende absolutamente de comprar la caja de alimentos que el
Estado les vende.
Fuente: Caritas Venezuela. Monitoreo Centinela de la
Seguridad Alimentaria y la Desnutrición Aguda. S.A.M.A.N
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