Lester Toledo 28 de junio de 2019
@LesterToledo
El
corazón nuestro ha estado en estos días en Arica, en la zona fronteriza entre
Perú y Chile, pendientes de los cientos de venezolanos que, luego de pasar por
miles de obstáculos, peligros y riesgos, bajas temperaturas, hambre y pena, con
los pies adoloridos y una maleta llena de esperanza, se encontraron con un muro
muy difícil de sortear y que no se esperaban, el muro de las visas y las
restricciones migratorias.
Son
decisiones de cada nación, y como demócratas así las respetamos, pero no
podemos compartirlas, porque lejos de resolver el problema, lo va a agravar.
Los
venezolanos no están saliendo para hacer turismo en otros países, no, están
huyendo de su propio país, cruzando la frontera buscando refugio, dejando atrás
familia, recuerdos, sus casas, sus pertenencias, caminando, en bus, por mar,
por aire, todo para buscar el futuro que les fue negado en su Patria.
Una
Patria usurpada por una dictadura criminal que se ha ocupado de saquearla,
acabarla y violentarla, y que ha provocado que en los últimos 41 meses el éxodo
venezolano ya supere los 4 millones de ciudadanos, emulando a una diáspora
propia de países en guerra.
Si
bien son decisiones autónomas y soberanas, a todos los países, en especial a
Chile y a Perú, pedimos se flexibilicen las medidas, que entiendan que exigir
tramites como visas y documentación vigente es empujar a cientos de venezolanos
desesperados a caer en manos de una dictadura corrupta que extorsiona a todo
aquel que pretenda realizar un trámite que en cualquier nación libre no
implicaría mayor cosa, sin embargo, en Venezuela no es así. Levantar muros para
impedir el ingreso de nuestros hermanos venezolanos es condenarlos a la
desesperanza, esa razón que los llevó a partir.
Esos
5 mil venezolanos que a diario salen del país, no lo hacen por voluntad y
deseo, están siendo obligados a salir para salvar sus vidas y la de los suyos,
son ciudadanos desesperados en procura de refugio, una condición, que
lamentablemente algunas naciones no han reconocido. Pero sabemos que no se
puede negar lo obvio, hablamos de 4 millones de venezolanos fuera de su nación,
más de 1.260.000 de ellos se han refugiado en Colombia, más de 750.000 en Perú;
288.000 en Chile; en Ecuador 250.000; Argentina con 130.000 y Brasil con 96.000
personas, entre otros tantos países de la región.
Son
refugiados y así deben ser considerados y tratados, como ciudadanos de bien que
han sufrido por culpa de una dictadura criminal.
Pedimos
devolver la esperanza a esos venezolanos que permanecen varados en las
fronteras esperando se les permita continuar su camino hacia su futuro.
Es
mucho el sufrimiento al que han sido sometidos todos nuestros hermanos, por lo
que nuevas restricciones a estas víctimas de la dictadura, podría ser
considerado un acto de crueldad.
A
todos los mandatarios y autoridades migratorias de la región pedimos no levantar
más muros divisorios, muros que Venezuela nunca levantó, por el contrario,
siempre se caracterizó por ser una nación de puertas abiertas para los
inmigrantes.
A
todos le recordamos que el problema de toda esta crisis migratoria, no son los
migrantes, la raíz de toda esta crisis generada en el continente es Nicolás
Maduro Moros y todo su régimen usurpador. En razón de ello, los invitamos a no
accionar medidas que afecten a las víctimas, sino que se unan a nuestra lucha
contra el victimario. Todo un continente unido para ejercer una lucha frontal
hasta lograr el cese de la usurpación, un gobierno de transición y elecciones
libres. Ese debe ser el propósito de todos los países aliados, devolver la
esperanza a todos los venezolanos.
Lester
Toledo
@LesterToledo
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