Angus Berwick 11 de junio de 2019
Aproximadamente
a las 2 de la madrugada del 21 de marzo, ocho agentes de inteligencia
venezolanos fueron a la casa del principal asesor del líder opositor Juan
Guiadó y derribaron la puerta.
Registraron
el dormitorio de su sospechoso, el jefe de personal de Guaidó, Roberto Marrero,
y encontraron dos rifles de tipo militar y una granada, dijeron los agentes en
registros judiciales reservados revisados por Reuters y hechos públicos por
primera vez.
Los
agentes de la agencia de inteligencia o Sebin, controlada por el asediado
presidente Nicolás Maduro, detallaron sus pruebas contra Marrero en dos
informes que dijeron que habían recopilado seis días antes, el 15 de marzo,
según los registros judiciales.
Los
informes incluían una acusación de que Marrero había contrabandeado armas y
explosivos desde Colombia, así como publicaciones en redes sociales que los
fiscales llamarían más adelante como un acto de traición.
Pero
los informes se contradicen de una forma que sugiere que la evidencia de las
redes sociales se improvisó después del operativo policial, no seis días antes,
como dijeron agentes y fiscales en los registros judiciales.
Y
un juez otorgó la orden para buscar armas basándose en la palabra de un solo
agente de Sebin que nunca detalló ninguna evidencia de contrabando en la
solicitud de revisar la casa, según la orden revisada por Reuters.
Un
informe del Sebin incluye una captura de pantalla de una búsqueda en Google con
los términos “Roberto Marrero Instagram” que los agentes dijeron que se realizó
a las 8:37 a.m. del 15 de marzo, pero en realidad se realizó al menos seis días
después, como lo demuestran tres noticias incluidas en la busqueda que
informaron del allanamiento el 21 de marzo a la casa de Marrero.
Los
agentes y fiscales confirmaron en los registros judiciales habían presentado
esa búsqueda, incluidas las noticias sobre la redada, en una solicitud de orden
judicial presentada seis días antes de que ocurriera el allanamiento.
La
solicitud de orden, con fecha del 15 de marzo, fue aprobada por la jueza Carol
Padilla el 20 de marzo.
En
abril, Padilla fue sancionada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros
(OFAC) del Tesoro de Estados Unidos por actuar en la justicia “en nombre de este
régimen ilegítimo”, mientras preside un tribunal de Caracas a cargo de hechos
de terrorismo y delincuencia organizada.
La
Corte Suprema de Venezuela no respondió a las llamadas telefónicas en busca de
comentarios de Padilla.
La
evidencia vaga y contradictoria siembra dudas sobre el caso en contra del
opositor y cuya detención marcó el inicio de una represión más amplia por parte
del gobierno de Maduro contra partidarios cercanos a Guaidó.
Estados
Unidos ha pedido la liberación de Marrero, describiéndolo como uno de los 800
presos políticos en Venezuela.
El
abogado de Marrero, Joel García, dice que su cliente niega todos los cargos.
García alegó, sin proporcionar pruebas, que los agentes plantaron las armas en
la casa de Marrero.
García
dijo que el tribunal no le había permitido revisar el archivo del caso,
incluidos los informes de Sebin, en violación de la ley de Venezuela. Cuando
Reuters le mostró los documentos, García dijo: “Es evidente que el informe es
un hecho posterior a su detención, y no anterior”.
Guaidó,
jefe de la Asamblea Nacional, dijo en enero que la reelección de Maduro el año
pasado había sido una farsa e invocó la Constitución para declararse presidente
interino. Marrero fue el jefe de personal de Guiadó en la Asamblea.
La
mayoría de las naciones occidentales ha reconocido a Guiadó como el líder
legítimo de Venezuela, pero Maduro retiene el control de las principales
instituciones del país, especialmente de sus agencias militares y judiciales.
Otra
búsqueda en la web citada en el informe del 15 de marzo incluye un video que
Marrero no publicó en Instagram hasta el 18 de marzo, según la fecha indicada
en la plataforma de redes sociales. El video muestra a Carlos Vecchio, el
representante de Guaidó en Washington, retirando de la pared una fotografía
enmarcada de Maduro y que estaba colgaba en la oficina del agregado militar
venezolano en la capital de Estados Unidos.
La
acusación de contrabando de armas provino del agente de Sebin, Noel Farreras, quien
dijo en el informe, sin citar pruebas, que Marrero había transportado
ilegalmente “rifles y material explosivo” desde Colombia.
El
informe no detalla cuándo o dónde tuvo lugar el supuesto cruce.
Reuters
no pudo contactar a un portavoz del Sebin o a Farreras.
La
Oficina de la Vicepresidencia, que supervisa el Sebin, y la oficina del Fiscal
General no respondieron a las preguntas escritas enviadas por Reuters.
Un
portavoz del Ministerio de Defensa de Colombia se negó a comentar sobre la
denuncia de contrabando de armas.
Marrero,
de 49 años, permanece detenido en la sede de Sebin en Caracas a la espera de
una audiencia preliminar, dijo su abogado. Los fiscales lo han acusado de
traición, conspiración y ocultamiento de armas y explosivos. Una condena podría
significar hasta 30 años de prisión.
BUSCANDO “VECINOS” EN PUESTO DE PERROS
CALIENTES
Dos
kilómetros antes de llegar a la casa de Marrero, los agentes dijeron en su
reporte que se detuvieron en un puesto de perros calientes en Las Mercedes, una
zona de restaurantes y vida nocturna, y recogieron a dos personas para
atestiguar la redada, un intento de cumplir con el requisito legal de que esas
búsquedas sean presenciadas por dos “vecinos” del sospechoso.
Varios
abogados y expertos legales dijeron que se entiende que el requisito se refiere
a las personas que viven en las inmediaciones de la dirección que las
autoridades allanan, normalmente en la misma cuadra.
Ambos
testigos, según el informe del Sebin, no informaron de irregularidades y
dijeron que los agentes llevaron a cabo la redada “con respeto y
profesionalismo”.
El
Sebin ocultó los nombres de los testigos en su informe y Reuters no pudo
identificarlos.
Después
de romper la puerta de la casa de Marrero, los agentes escribieron en su informe
que encontraron dos rifles y una granada en su dormitorio, junto con 2.406
dólares y 1.360 euros en efectivo y varios teléfonos celulares.
El
arresto de Marrero el 21 de marzo marcó el primer paso en un acoso del gobierno
de Maduro contra los aliados más cercanos de Guaidó, que se ha intensificado en
las últimas semanas.
En
8 de mayo el Sebin capturó al primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, el
diputado Edgar Zambrano, mientras estaba dentro de su auto y los agentes usaron
una grúa para arrastrar el carro con el legislador dentro hasta un centro de
detención.
La
Corte Suprema ha acusado a Zambrano a otros 13 diputados de la oposición de
delitos que incluyen traición y conspiración, lo que llevó a la mayoría a huir
al extranjero o refugiarse en embajadas extranjeras en Caracas.
Los
abogados de Zambrano han negado que el diputado cometiera un crimen y dicen que
su detención viola su inmunidad parlamentaria.
Los
funcionarios venezolanos no han comentado públicamente las acusaciones de la
oposición de que Marrero fue detenido arbitrariamente.
Tras
el arresto de otras figuras de la oposición, los funcionarios dijeron que el
sistema de justicia está procesando a los delincuentes que intentan expulsar
violentamente a Maduro.
PEDIDOS
DE AYUDA HUMANITARIA CALIFICADOS TRAICIÓN
García
dijo que su cliente había estado en Colombia en febrero para ayudar a coordinar
los esfuerzos de enviar ayuda humanitaria a Venezuela desde el extranjero y que
ingresara a través de la frontera, no para contrabandear armas.
El
Sebin analizó seis mensajes de Marrero de febrero y marzo en su informe a los
fiscales, quienes más tarde escribieron al tribunal que sus pedidos de “ayuda
humanitaria”, respaldados por Estados Unidos y Colombia, equivalían a traición
porque no tenía autorización oficial.
En
ese momento, Maduro había ordenado a los militares en los puntos fronterizos
que bloquearan la entrada de camiones que transportaban alimentos y medicinas
porque negó que en ese momento hubiera una crisis humanitaria.
Desde
entonces, ha permitido que la Cruz Roja venezolana comience los envíos de ayuda
al país.
Tres
de los seis mensajes de Marrero y citados por los agentes de inteligencia
fueron reenvíos de mensajes de Guaidó, incluyendo uno del 16 de febrero instado
a los militares a ignorar las órdenes de Maduro de bloquear el ingreso de los
embarques de ayuda.
“A
cada miembro de la Fuerza Armada Nacional le decimos: Está en tus manos luchar
junto a un pueblo que pasa por las mismas penurias que tu”.
En
otro mensaje citado por el Sebin, el 5 de marzo, Marrero publicó una foto de un
hombre con un cartel en que se lee: “Es muy arrecho (duro) cuando un hijo te
dice ´tengo hambre´ y no tienes nada para darle”.
En
sus propias palabras, Marrero agregó que “hoy los trabajadores demostraron que están
dispuestos a luchar por sus derechos y avanzar hacia la recuperación de la
democracia y la libertad. ¡Dios los bendiga!”
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