Por Eddie Ramírez, 02/07/2013
El petróleo pareciera ser insignificante para
los venezolanos. No nos preocupamos por investigar el estado actual de nuestra
principal industria, ni por analizar la política petrolera del pasado y tampoco
demostramos interés en discutir el futuro de los hidrocarburos. Quizá pensamos
que el producto que nos genera el 96% de las divisas no requiere inversiones,
tecnología y recursos humanos calificados para producirlo y que lo tendremos
disponible por los siglos venideros.
Craso error. Deberíamos estar ocupados en
investigar y denunciar el por qué del estancamiento de la exploración, las
causas de la declinación de la producción y del daño a los yacimientos, el mal
estado de las refinerías, los frecuentes accidentes y la corrupción en Pdvsa.
Como ciudadanos debemos pedir cuentas a Rafael Ramírez y a su equipo y sentar
responsabilidades. En este sentido Gente del Petróleo exige a la Contraloría y
a la Fiscalía que den respuestas a nuestras denuncias.
Con respecto al pasado, debemos discutir la
política de restricción de la producción que fue apoyada con el argumento de
evitar la caída de los precios. Cuando se fundó la Opep, en 1960, sus cinco
fundadores producían algo menos de diez millones de barriles diarios. Hoy esos
mismos países, Irán, Irak, Kuwait, Arabia Saudita y Venezuela producen un total
de veintiun millones de barriles por día. Lamentablemente, todo ese aumento lo
aprovecharon los primeros cuatro citados, mientras que Venezuela sigue con los
mismos 2.800.000 barriles por día. Estos datos evidencian que fuimos los
perdedores.
En los primeros años el argumento para no
incrementar producción fue que el petróleo era un recurso escaso que había que
preservar para las generaciones futuras. Cuando se evidenció que teníamos
grandes reservas, los gobiernos de turno restringieron las inversiones de Pdvsa
para poder atender las necesidades fiscales. La apertura petrolera fue una
estrategia acertada para lograr inversión extranjera y tecnología, siempre con
el debido control del Estado aunque las empresas privadas tuviesen mayoría
accionaria. Los que cuestionaron esa apertura, que incluía a la Exxon y
Conoco-Phillips, hoy se asocian con Cupet de Cuba y otras empresas que no
aportan inversión, ni tecnología y mucho menos recursos humanos.
El futuro debe discutirse. Pensamos que Pdvsa
es recuperable, pero redimensionada y, debido a su deterioro, el crecimiento de
la producción tendrá que ser a través de las empresas mixtas. Pareciera
conveniente colocar en el mercado un 10-20 % de sus acciones, aunque algunos
predican que cada venezolano debe ser propietario. Gente del Petróleo y algunas
personalidades han realizado propuestas interesantes, pero no es asunto solo de
petroleros, sino también de los políticos y de ciudadanos como usted amigo
lector y de quien esto escribe que no somos expertos en el tema pero que estamos
conscientes de la necesidad de una amplia discusión.
Como en botica: Bravo por María Corina y su contundente respuesta a la violación
de su privacidad. En el futuro habrá que demandar a quienes han violado las
leyes. “Huracán sobre el Caribe”, excelente libro de Américo Martín sobre los
cambios en Cuba.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
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