Leonardo Fernández
abril de 2015
Hemos
sido testigos de cómo se ha jugado con el sentimiento del pueblo venezolano
inyectando una aversión a occidente e intentando sembrar tesis anti americanas
con la finalidad oscura y perversa de buscar un enemigo externo para tapar la
gran catástrofe económica. Se habla de patriotismo, pero no se toman medidas
para defender el Esequivo y convocar un gran movimiento nacional para combatir
la posibilidad de que Guyana se anexione parte de nuestro territorio.
A
lo largos de estos 15 años, el chavismo a tenido como tarea cambiar diversos
símbolos de la venezolanidad y el patriotismo. Este grupo se abroga y se endosa
las luchas históricas. Este movimiento intenta borrar nuestra historia y
replantearla a su antojo, acomodar los hitos de la historia linealmente a un
fin político e ideológico y ostentar nuestra bandera y símbolos patrios como
hechura del movimiento Chávez/Maduro, se ha inflado la idea errada en el pueblo
de que los que hoy gobiernan representan a Venezuela y los otros son enemigos o
contrarrevolucionarios y representan a la derecha y a los ricos.
Por
eso denunciamos con vehemencia el uso de varias fuerzas para conseguir rúbricas
y alinear a los venezolanos en torno a un tema que ha sido traído por los
pelos, tergiversando la realidad de un planteamiento internacional contra 7
funcionarios corruptos que irrespetaron tratados sagrados sobre Derechos
Humanos. Una campaña bestial usando todos los recursos del Estado para obtener
firmas, y oxigenar con el despertar del nacionalismo que llevamos por dentro, a
una causa banal y política que extiende el sufrimiento del venezolano en cuanto
a la crisis; y desvía la atención sobre las calamidades que vive día a día el
pueblo para subsistir.
Rechazamos
la presión sistemática, psicológica y política a los funcionarios públicos para
obligarlos a firmar. Levantemos la voz ante la utilización de los fondos de los
venezolanos para campañas anti- imperiales que no representan la lucha de los
problemas de los venezolanos y si representan los intereses de unos pocos.
Los
venezolanos no podemos dejarnos engañar con la exacerbación del nacionalismo
con el objetivo de persuadirlos a firmar y delegar la representación de los
intereses nacionales en quienes han defalcado el país. Llamamos a la sindéresis
y la sapiencia del pueblo venezolano, basta de manipulación y mentiras es hora
de soluciones y enfrentar la crisis con seriedad y señalando con coraje a los
artífices de esta hecatombe.
Defendamos
sin miedo nuestro derecho a resistir y a vivir en un país de progreso y
bienestar para todos. El país de servicios públicos, el país de una economía
estable y una inflación de un dígito y no con una que carcome los salarios de
los venezolanos, el país de realidades tangibles y no mágicas e
inconquistables.
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