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sábado, 6 de junio de 2015

La voz ciudadana en materia de agua potable, por @carome31

Carlos Romero Mendoza 4 de junio de 2015
@carome31

Iniciativa Ciudadana Europea, es el nombre del programa que la Unión Europea desarrolla en el marco del Tratado de Lisboa, con la finalidad de incluir al ciudadano europeo en la elaboración de políticas públicas. Su desarrollo normativo está registrado en el Reglamento No 211/2011 del 16 de febrero 2011[1].

A través de ese programa, 1.884.790 ciudadanos europeos respaldaron, con sus firmas, la exhortación a la Comisión Europa de promover una propuesta legislativa orientada a implementar en todos los países de Europa el principio del derecho humano al agua y al saneamiento, reconocido por la ONU, e hicieron un llamado a que esa propuesta contribuya a promover la garantía del suministro de agua y saneamiento como servicio público esencial para todos los europeos.

Como respuesta a esa iniciativa ciudadana, la Comisión Europea impulsó una consulta que permitió a los ciudadanos opinar sobre la calidad del agua potable.   Desde el 23 de junio y hasta el 23 de septiembre 2014, esa consulta se realizó y logró la participación de unos 5.968 ciudadanos europeos, 60% de los cuales, pertenecen a sectores urbanos y un 35% a los sectores rurales.

La consulta, procesada de manera preliminar, produjo un primer resultado en enero 2015[2], y allí se percibe que para un 58% de los consultados hay satisfacción en la información que reciben sobre la calidad del agua potable, mientras que para un 23% no hay tal satisfacción.

En este mismo sentido, un 81,8% de los encuestados, reconocen que residen en zonas donde hay acceso a agua potable salubre y limpia. Resulta interesante, que un 56 % de los consultados afirman que siempre beben agua potable, sin hervirla y sin filtrarla; mientras que un 18% afirman hacerlo, pero no siempre.

Por otro lado, los ciudadanos tienen una serie de expectativas. En tal sentido, un 80,9% de los consultados sostienen que el monitoreo sobre la calidad del agua debe ser transparente y en tal sentido sus resultados deben estar disponible al público vía online, sólo un 5% opina lo contrario; como complemento, un 54% de los consultados, aspiran tener parámetros de medición específicos sobre la calidad del agua, que permitan medir por cada uno de ellos su cumplimiento normativo.

Un 79,2% reclama más acciones preventivas en materia de agua potable, antes que remedios aplicados por fallas en el servicio. Sobre los canales de información, vale la pena señalar, que un 70,6% de los consultados aspiran a tener información actualizada y fácilmente ubicable vía online y el 82% exige notificación oportuna a los usuarios ante cualquier eventualidad a través de las herramientas tecnológicas modernas.

En este sentido, resulta oportuno destacar brevemente la experiencia de la Red de Organizaciones Vecinales del Municipio Baruta, a través su programa voluntario de contraloría ambiental, que durante éstos últimos meses han dedicado tiempo y esfuerzo a monitorear el tema de la prestación del servicio de agua potable y saneamiento en el municipio Baruta. Entre sus acciones, se acordó diseñar una encuesta online para consultar a los vecinos que integran la Red su percepción sobre la prestación del servicio de agua potable en el Municipio.

La consulta realizada entre el 11 al 26 de mayo 2015, advierte la desinformación general sobre el racionamiento del agua en el sector en un 64% de los consultados; por otra parte, la consulta informó que para el 85% de los consultados el agua que reciben en casa, tiene un color turbio y en otros casos un color marrón; así mismo, para un 57% de los participantes de la encuesta el agua se recibe con mal olor.

Esta consulta, que permite levantar la percepción de un pequeño grupo de vecinos del Municipio Baruta, ha sido un primer experimento útil, mejorable, que permitido alimentar con información sistematizada, las reuniones de trabajo que la Red de Organizaciones Vecinales de Baruta ha logrado sostener con Hidrocapital.

Si en Venezuela, alguien asumiera el reto de elaborar una consulta mucho más amplia y con una rigurosidad científica mayor que la iniciativa de la sociedad civil en Baruta, la tarea le correspondería a la Superintendencia Nacional de Servicios de Agua Potable y Saneamiento, pues en principio, la Ley Orgánica de Prestación del Servicio de Agua Potable y Saneamiento, responsabiliza a esta instancia de garantizar un sistema público de información y estadística en materia de prestación y calidad de servicio de agua potable.

La Ley mencionada delega en esa Superintendencia la responsabilidad de realizar la evaluación y el control de la calidad del agua potable distribuida, y además, le obliga a que en coordinación con el ministerio del poder popular con competencia en materia de salud y desarrollo social publique sus evaluaciones y proporcione toda la información disponible a los interesados.

En Venezuela el acceso al agua ya es reconocida como un derecho fundamental humano y como un bien público en nuestro ordenamiento jurídico.   La información, según la Ley del Agua, es precisamente la herramienta a través del cual el Estado debe promover y facilitar la participación de los ciudadanos en los problemas del agua y sus soluciones. En consecuencia sin información, no hay participación.

Por otro lado, la Superintendencia de Agua, se convierte además, en un actor importante en cuanto a la participación de los ciudadanos en materia de prestación del servicio de agua potable y saneamiento, pues tiene el mandato legal de abrir espacios para encontrarse, dialogar y debatir con las comunidades sobre los problemas relacionados a esta materia, a través de una figura llamada Audiencia Pública.

Es importante señalar, que la misma Ley Orgánica de Prestación del Servicio de Agua Potable y Saneamiento, identifica la Superintendencia como una instancia a la cual los suscriptores pueden acudir ante cualquier reclamo que quieran hacer.

La debilidad institucional que presenta la gestión integral del agua en Venezuela, se une a las condiciones climáticas e impacta negativamente la calidad en el servicio de agua potable y saneamiento. Así mismo, el ejercicio ciudadano del derecho a involucrarse en los problemas y soluciones en materia del agua potable, queda peligrosamente restringido, al condicionarse a la existencia de una institucionalidad centralizada que no termina de desarrollarse, pues sólo a esa institucionalidad le corresponde dar respuestas integrales y efectivas a las necesidades de sus usuarios y suscriptores.

[1] Comisión Europea. Iniciativa Ciudadana Europea. Recuperado el 02 de junio de 2015. Online en: http://ec.europa.eu/citizens-initiative/public/welcome?lg=es
[2] El Agua es un Derecho Humano. Expert Group Drinking Water Directive. 29 de enero 2015. Online http://www.right2water.eu/es/news/expert-group-drinking-water-directive

Carlos Romero Mendoza

@carome31

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