En diciembre de 2015, el
gobierno informó que había entregado la vivienda número 1 millón, luego de que
se construyeran 326.323 durante ese período. Sin embargo, esta cifra la
desmiente Provea con cifras oficiales. La primera contradicción surge del ritmo
de construcción de viviendas. El 28 de octubre de 2015, el ministro Manuel
Quevedo informó que, hasta esa fecha, la Misión Vivienda había fabricado
753.163 viviendas. Si se restan las que el Ministerio de Vivienda dio a conocer
como construidas entre 2011 y 2014, que acumularon 673.693, se obtiene que
desde enero hasta octubre se levantaron 79.470 casas en todo el país.
Quevedo anunció que para los
3 últimos meses del año se llevaría a cabo una “operación remate”: la
edificación de 246.853 viviendas. Eso equivale a que en ese lapso se construyó
más de lo que se logró durante cada uno de los años anteriores: 146.718 en
2011, 200.080 en 2012, 200.370 en 2013 y 126.525 en 2014. Significa entonces
que el ritmo de trabajo fue de 4.114,2 casas diarias y 171,4 por hora.
Provea señaló que las cifras
ofrecidas por el BCV tampoco explican que el gobierno haya construido 326.323
casas en un año. En el documento “Resultados del Índice Nacional de Precios al
Consumidor, Producto Interno Bruto y Balanza de Pagos”, correspondiente al
cuarto trimestre de 2015, dice: “En las actividades no petroleras destaca el
crecimiento observado en las comunicaciones (+2,7%) y en la prestación de
servicios del gobierno general (+1,0%). Sin embargo, estos resultados no
permitieron compensar la disminución que se aprecia en construcción
(-23,8%), instituciones financieras (-13,0%), comercio (-11,8%), transporte y
almacenamiento (-6,9%), manufactura (-6,8%), servicios comunitarios sociales y
personales (-4,3%), minería (-3,6%) y electricidad y agua (-2,9%)”.
Quiere decir que durante los
meses en los que se realizó la “operación remate”, el sector construcción fue
el de peor desempeño en el país. Lo mismo ocurrió entre julio y septiembre de
2015: el sector de más retroceso fue el de construcción con un porcentaje
negativo de 20,2%.
Un aspecto llamativo que
desdice la cifra oficial es la ausencia de datos de construcción de viviendas
en la propia memoria y cuenta del Ministerio. Se registra la construcción de
875 viviendas en 56 desarrollos habitacionales pertenecientes a las
Organizaciones Comunitarias de Vivienda (OCV) del convenio Minvih-Ipasme, la
culminación de 11.062 casas por parte de los convenios internacionales en 12
urbanismos de 5 estados del país, la construcción de 258 viviendas por parte de
Produzca-CVP y la culminación de 3.969 viviendas en todo el territorio nacional
por parte de Inmobiliaria Nacional; ello equivale a un total de 16.164
viviendas. Tampoco se encuentran datos de viviendas construidas por el llamado
“poder popular” en la memoria y cuenta 2015 del Ministerio de Comunas y
Movimientos Sociales. ¿Quién construyó el resto de las casas? La información
gubernamental no lo dice.
Otro elemento es la
disponibilidad de materiales de construcción durante el período para cumplir las
metas. El ministro Quevedo indicó que un esfuerzo especial los garantizaría. El
titular dijo que dentro de la planificación se autorizó un plan especial de
movilización de materiales específicos a todos los centros de acopio de
Construpatria, por lo tanto, se iba a disponer de transporte para trasladarlos
a los desarrollos urbanísticos.
“La Gran Misión Barrio Nuevo
Barrio Tricolor está aportando más de 1.000 contenedores de materiales y más de
400.000 metros cuadrados de techo para la fase de culminación de las viviendas,
que serán próximamente entregadas al pueblo venezolano”, añadió.
No obstante, Provea destacó
que en la memoria y cuenta se mencionó la escasez de materiales entre las
dificultades registradas por los órganos descentralizados. Construpatria
aseguró que la gestión de 2015 estuvo afectada en la adquisición, procura,
logística, fabricación, almacenamiento y distribución del material de
construcción, motivado “a la guerra económica” dirigida contra el gobierno
revolucionario.
Igualmente, las empresas
fabricantes en todo el país manifestaron no contar con la materia prima
necesaria, dificultando la producción de los materiales terminados. Alegaron no
tener acceso a las divisas para importar estos insumos.
Por su parte, el Centro
Rafael Urdaneta (Crusa) indicó que dentro de los obstáculos encontrados estaba
la escasez en algunos rubros de materiales como cemento, cabillas, cerámicas,
piezas sanitarias, techos, tubos estructurales, entre otros.
Jaime Gómez, presidente de
la Cámara Venezolana de la Construcción, advirtió que la producción de los
principales insumos reportaron una contracción significativa: la cabilla cayó
35% y el cemento 8%. “El sector se ha visto gravemente afectado con la
adquisición de partes eléctricas. Estamos presentando severos problemas en todo
lo que es cables y transformadores. El cable ha incrementado 2000%, el cobre no
se produce en Venezuela y todo viene en dólar libre”.
Otro indicador que desestima
la construcción de tantas viviendas en 2015 es la cantidad de personas empleadas
para lograr la meta. Octavio Campos, directivo de la Federación Nacional de
Trabajadores de la Construcción, declaró que nunca antes había habido tanta
desocupación en el sector construcción: “La tasa de desempleo está entre 70% y
74%”. Añadió que con una economía eficiente, el sector absorbe de 1,3 millones
a 1,5 millones de personas, pero ahora solo existen 400.000 ocupados.
Incluso, el Ministerio del
Trabajo, en su memoria y cuenta de 2015, acotó que el sector construcción había
sufrido los “embates de una política adelantada por poderosos grupos económicos
nacionales e internacionales, situación que afectó sensiblemente el desarrollo
de la vida nacional e impactó negativamente la eficiente ejecución de
proyectos”.
24-05-16
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