Por Luis Manuel Aguana, 05/06/2016
“Aquí está, en estas páginas, el objeto
primordial de la Revolución. Yo lo saludo y lo juro, como soberano de mi
derecho; yo la saludo y la juro, como señora de mi conducta ciudadana. No la
ofrecemos al mundo como obra perfecta, pero es hermosa, hermosa como su hermana
primogénita. Nació del sufragio universal, contiene las más avanzadas providencias
en legislación del trabajo, contiene lo más nuevo en la defensa social; entre
sus hojas, con cuatro pétalos abiertos, está la flor de las cuatro libertades…”. Así dejó plasmadas Andrés Eloy Blanco, en su
discurso de presentación al país como Presidente de la Asamblea Nacional
Constituyente de 1947, y para la historia de Venezuela, las conquistas logradas
para los venezolanos en la Constitución de los Estados Unidos de Venezuela de
1947. No podía esperarse menos del poeta del pueblo (http://venlibre.blogspot.com/2011/02/discurso-del-presidente-de-la-asamblea.html).
Se establecía por primera vez la elección libre directa, universal
y secreta, instaurando por primera vez en una constitución venezolana el voto
de la mujer, analfabetas y venezolanos mayores de 18 años. Esa fue la principal
bandera enarbolada por el partido Acción Democrática, cuyos dirigentes
políticos de esa época si usaron su mayoría aplastante en esa Asamblea Nacional
Constituyente (137 de 160 constituyentistas) para dar un paso adelante en el
establecimiento de reformas estructurales en todas las áreas sociales,
educación, trabajo y salud, que le dieron un empuje significativo al sistema
político y social venezolano, al punto que mucho de eso todavía nos dura hasta
nuestros días.
Constituyentistas como el mismo Andrés Eloy Blanco, Gustavo Machado,
Rafael Caldera, Lorenzo Fernández, J.M. Siso Martínez, Lucila Palacios, Domingo
Alberto Rangel, Antonio Pinto Salinas, Luis Manuel Peñalver, Cesar Rondón
Lovera, fueron solo algunos de la estela de tribunos que discutieron el país
para las siguientes generaciones.
Los venezolanos no merecemos menos de lo que sucedió en 1947.
Personajes de diferentes tendencias políticas (AD, COPEI, URD y Partido
Comunista) discutieron el país que visualizaban para el futuro. Y lo hicieron
tan bien que lo trascendental ha permanecido hasta el presente.
¡Qué responsabilidad tan grande la de la presente generación de mejorar
eso! Trascender de ese nivel de conquistas logradas en esa Constitución a uno
de mayor calibre no es ninguna pendejada. Ese testigo es demasiado importante.
Y cuando uno ve en la prensa y las redes lo que discute nuestra dirigencia
política lo que provoca es ponerse a llorar en una acera. Hasta el nivel del
lenguaje deja demasiado que desear. No estoy comparándonos con los Estados
Unidos y su sistema constitucional perfecto, sino con nosotros mismos hace casi
70 años.
¿Qué puede ser tan importante ahora que pueda ser comparado con
las conquistas logradas para el pueblo de Venezuela por la Asamblea Nacional
Constituyente de 1947, que provoque una profunda transformación en el sistema
social y político de Venezuela? ¿Qué se les puede ofrecer a los venezolanos que
tenga la suficiente fuerza política y social que provoque una transformación a
tales niveles que nuestro país cambie, como en efecto si cambió en estos
últimos 70 años con las reformas fundamentales expresadas en la Constitución de
1947?
Pues bien, eso solo lo puede responder el pueblo venezolano, y nos lo
está diciendo a gritos en nuestro recorrido por todo el país: exigimos una
profunda descentralización política, administrativa y financiera del Estado
venezolano, ¡queremos el control de nuestro desarrollo! Si los políticos
tradicionales ignoran esa realidad, les pasará lo mismo que a Medina en
1945…por las mismas razones: la necesidad de un cambio político fue partera de
esa historia, que la dividió en un antes y un después de ese hecho.
Una verdadera autonomía de las regiones, un proceso acelerado de
municipalización y de control de su propio destino a través de un cambio de las
estructuras políticas y administrativas de Venezuela con el objetivo de a)
lograr un reencuentro y reconciliación entre los venezolanos, y b) ejecutar el
reordenamiento jurídico necesario para redistribuir constitucionalmente el
poder político, legislativo, judicial, educativo, económico, con el objetivo
general de re institucionalizar al país y lograr la estabilidad política y la
paz social.
Esa es ahora la próxima conquista de los venezolanos para las
siguientes generaciones. Los venezolanos no pueden de ahora en adelante
exigirle menos a la dirigencia política, independientemente de quien se haga
con el poder en el futuro.
La Alianza Nacional Constituyente (http://ancoficial.blogspot.com/) se
ha propuesto el logro de esa próxima
conquista. ¿Les parece ambiciosa? ¡Claro que lo es! Trascender al discurso
banal y anquilosado de unos políticos que no vemos a la altura de una Venezuela
que quiere entrar al Siglo XXI ¡y su propia dirigencia es el principal
obstáculo!
Algunos dirán que es demasiado dura esta posición. Que hay primero que
lidiar con un régimen castro-comunista que nos ha tenido y nos tiene sojuzgados
a una cola para alimentarnos. Mi respuesta es sencilla: los venezolanos somos
mucho más que eso.
Se le pone a cualquiera chiquito el corazón cuando uno ve el Monumento
a los Lanceros del Pantano de Vargas, localizado en el Departamento de Boyacá
en Colombia, considerado el monumento más grande de ese país, hecho en homenaje
a la carga de 15 lanceros al mando de un venezolano, el Coronel Juan José
Rondón, llanero del Guárico, en la Batalla del Pantano de Vargas, y que fue a
parar tan lejos de su tierra al mando del Libertador, peleando por la libertad
de un continente (véanlo ustedes enhttps://es.wikipedia.org/wiki/Lanceros_del_Pantano_de_Vargas).
Solo por respeto a los Rondón de este país no podemos ser menos que eso…
No amigos, hay que ponerse objetivos superiores que sobrepasen esta
tragedia que nos ocurre, porque en el medio de conseguirlos estaremos
resolviendo lo que nos pasa ahora. Nuestra próxima
conquista le asignará a los Estados de toda Venezuela, competencias
constitucionales y legislativas, amplias e integrales en materia política,
judicial, electoral, tributaria, administrativa y educativa, con el fin de
hacer llegar el poder a los ciudadanos y sean estos los protagonistas de su
propio desarrollo, estableciendo una Constitución Federal para la República de
Venezuela.
Nuestra próxima conquista
restablecerá la Cámara del Senado en el Parlamento Nacional con la
representación paritaria de los Estados para el debido equilibrio del poder
legislativo. Transformará el Poder Judicial mediante la creación de las Cortes
de Justicia Regionales para dar mayor poder y capacidad de actuación a la
justicia local. Generará las garantías electorales que brinden legitimidad de
origen a los elegidos, como: la doble vuelta, el financiamiento de los partidos
políticos y la representación proporcional de las minorías. En otras palabras,
nuestra próxima conquista nos
brindará el regreso a una democracia fuerte, sana y con Estado de Derecho.
Esa próxima conquista
como pueblo, así como fue la conquista del voto para todo el mundo en 1947, y
que prevalece hasta nuestros días, dividirá de nuevo nuestra historia. Esa
aspiración de autonomía sentida no la inventamos nosotros en la Alianza
Nacional Constituyente, la estamos oyendo en las voces del pueblo de toda
Venezuela. Los representantes de la Alianza que la están protagonizando en
todos los Estados serán quienes enarbolen las banderas de esa aspiración en una
muy próxima Asamblea Nacional Constituyente, logrando esa nueva conquista para
las próximas generaciones. Sería extraordinario ver que pueda ser cantada para
la historia de una manera tan hermosa como lo hizo el poeta del pueblo en 1947…
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
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