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jueves, 23 de febrero de 2017

Cartaya: Falta entusiasmo para que la población acompañe a la MUD por @ElPitazoTV


Por Dayimar Ayala Altuve


El teléfono de José Luis Cartaya no ha dejado de sonar desde que el pasado viernes 17 de febrero cuando se convirtió en el Coordinador Operativo de la Mesa de la Unidad Democrática. Aunque ya lleva ocho años haciendo trabajo dentro de la coalición opositora, ahora su desempeño será un poco más visible.

–¿En qué consiste este cargo de Coordinador Operativo? ¿Sustituye al que era el de Secretario Ejecutivo?

–No. No sustituye al secretario. Una de las funciones de la Secretaría Ejecutiva, cuando se creó la mesa en 2009, era la vocería política y ahora esa función pasa a los partidos políticos. La representación, la cara visible, va a ser la MUD (es decir los partidos políticos); esto para afianzar más el criterio de que los partidos políticos deben asumir la conducción de la Unidad.

Me toca ser el que coordina las reuniones, las convoca. [Mi cargo] es el que articula, en los momentos difíciles para que puedan llegar a puntos comunes.

–¿Es como una especie de mediador?

–No tanto. Es como el gerente de una empresa. Digamos que es el facilitador de las diferentes posiciones de los partidos y tratarlos de poner en una mesa para un punto único. Una de las necesidades de la reestructuración de la MUD era lograr objetivos comunes para el cambio de gobierno del que se viene hablando desde el año pasado.


–¿Cómo van a definir esos objetivos? ¿Hay alguna fórmula u hoja de ruta, como la llaman?

–No es que la mesa no tenga objetivos comunes. Lo que ha pasado es que ha habido muchos intereses y agendas que no han sido completamente concertadas como punto de encuentro. El objetivo de la mesa sigue siendo, y así lo establece el reglamento, el cambio por vía democrática, electoral, constitucional y pacífica. Allí no hay discusión, y fíjate que estoy afianzando que hay un objetivo común. Entonces, digamos que lo que ha llevado a la reestructuración de la Mesa es que unos querían los cambios de una manera y otros de otra. Visiones diferentes para un mismo camino.

Ángel Oropeza (el coordinador de apoyo político) decía en una entrevista un símil que me gusta: todos vamos para Chacaíto pero unos agarran por la Cota Mil, otros por la Francisco de Miranda y unos por la Rómulo Gallegos, pero todos vamos para Chacaíto. Unos querrán ir más rápido, otros querrán ir más lento, unos se irán a pie. Ese es el punto de encuentro. Pero siempre hemos tenido todos el mismo objetivo.


–¿Y cuáles son los mecanismos que tienen para lograr ese objetivo de cambio de gobierno? El año pasado en este mismo tiempo ya hablaban de referendo revocatorio, enmienda, constituyente…

–Tenemos reglas, y son unas nuevas, que no teníamos. Ahora viene el proceso de presentar internamente, para presentar después externamente al país cuáles son las líneas macro, que no van a cambiar el objetivo final, que es el cambio de gobierno por la vía democrática, electoral, pacífica y constitucional.

–¿Tienen una fecha prevista para este proceso de discusión?

–No. Estamos trabajando, pero tampoco es que estamos comenzando desde cero. Desde el año pasado hemos venido trabajando en cuáles serán esas líneas macro.

–Hay personas que afirman que esta nueva estructura de la MUD se parece a la extinta Coordinadora Democrática. ¿Qué los diferencia y qué pueden tomar de aquella experiencia?

–La Coordinadora Democrática era una alianza de la sociedad civil y era articulada por los partidos políticos. La MUD es una alianza de partidos. En esta nueva etapa, una de las tareas que se quiere es articularse con la sociedad civil. Acompañar los problemas de la gente, que sea un objetivo de los partidos políticos acompañar a la gente en sus crisis. Demostrar que los partidos políticos pueden resolver los problemas de la gente.

–¿Cuáles cree que sean los aportes que pueda dar la MUD ante la crisis este año?

–La nueva estructura es la que marca hacia dónde va la quilla de este barco. Hay dos puntas de lanza, que son el frente de lucha social y lo que va a ser el congreso de la sociedad democrática, que es la relación de los partidos políticos que hacen vida en la mesa con los sectores de la sociedad civil, con los jóvenes, con los gremios, con los sindicatos. Los partidos políticos son los que detentan el poder para el bien común.

La estructura tiene el coordinador Operativo, el apoyo político, las áreas de trabajo de los partidos, el apoyo técnico, que es toda la parte administrativa y logística, y el frente de lucha social, que a la vez es el articulador entre los partidos políticos y los diferentes sectores. En el equipo político esta Ángel Oropeza, no un activista político; en el área técnica está el ingeniero Roberto Picón, que no es tampoco de ningún partido; y en el área de la lucha social están Tinedo Guía, que es como un vínculo hacia los gremios, y Alfredo Padilla, quien es un coordinador de emprendedores. La mesa ha empezado a articularse con todos los sectores. Es decir, cuidamos todos los flancos.

–Son nueve los partidos que tienen la mayor preponderancia ahora, y según anunciaron, la vocería será rotativa. ¿Cómo van a saber quién va a hablar de qué y cuándo?

–La vocería, cuando se dice que será rotativa, es porque no siempre será la misma persona. La decisión va a ser en el comité operativo, que es donde están estos nueve partidos, y allí se va a definir quién es la cara en ese momento. Puede ser por ocasión, tema o coyuntura. Una de las propuestas es ver si se puede con speaker (portavoz), como en Estados Unidos, que es una persona que se encarga de leer un documento consensuado. Esa es una de las opciones. Otra es que sea rotativo por partido.

–¿Entonces una persona fija por partido?

–Sí. Por ejemplo, José Luis Cartaya por el partido tal. Lo que si es que la vocería la asumen los partidos políticos. Cuando digo que la asumen los partidos políticos es que si se comete un error involuntario, son los partidos políticos los que tomaron las decisiones. Los 14 partidos en su comité operativo fueron los que decidieron qué era lo que se iba a decir.

–¿Existe la posibilidad de que “muchas manos en el caldo lo pongan morado”?

–Desde el 2009 el trabajo han sido los partidos y una persona que los coordina así como un grupo de apoyo.

–Entonces, ¿Cuál es la diferencia en la estructura?

Una de las críticas que se ha hecho a la MUD es que se ha dedicado a lo electoral y no a acompañar. Yo de esto difiero totalmente, porque si la MUD y los partidos no estuviesen acompañando los problemas de la gente, las encuestas no dirían lo que dicen. Si ese divorcio existiera, no existirían esos números que dan un 50-60% al trabajo de la Unidad. Lo que pasa es que ahora se quiere ser más articulado, no se quiere ser la sociedad civil por un lado y los partidos. Es necesario que la sociedad y los partidos hagan cosas comunes para el cambio que se quiere.


–¿Las diferencias internas de la MUD son solventables?

–Las diferencias son lo más democrático que hay. Y la MUD es una alianza de partidos donde cada quien expone sus diferencias. Eso es democracia. Tiene que haber un punto medio para mejorar el país, para buscar el bien común. Cada partido expone sus diferencias y las vamos a ver. Esas diferencias son naturales, no son la excepción, es la regla. La excepción es que solamente haya una vía o una forma de pensar y eso es lo que nos ha querido inculcar este régimen. No todo el mundo puede pensar igual, no todo el mundo debe pensar igual.

La MUD es política y democracia. Hay reglas según las cuales cada quien expone y busca sus aliados a ver quién tiene la mayor preponderancia en la forma de ver las cosas. Desde el 2009 podría contar con los dedos las veces que ha habido votación en la Unidad. Casi todo ha sido por consenso, y en los consensos los que no terminan de ganar los acatan, porque eso es democracia.

Estamos trabajando para ver cuándo presentamos el frente de lucha social, cuándo instalamos el congreso de la sociedad civil. Esta no es una actividad que estamos empezando desde cero; esto viene desde 2009. Chúo no se ha ido y sigue trabajando; el Dr (Ramón Guillermo) Aveledo también. Esto no fue que el viernes dijeron hay un coordinador y vamos a hacer zapatos y no política. Es una continuación del trabajo de los partidos políticos. La MUD tiene 482 personas, son los preclaros más grandes de ayuda en todos los temas, un ejército de personas impresionantes que no se ven.

–¿Cómo puede luchar la MUD contra el desánimo que se está presentando?

–Esto es una apreciación muy personal: yo siento que no hay desánimo, hay desánimo de no hacer cosas. Porque si las rectoras, que no han convocado las elecciones que corresponden, lo hicieran pasado mañana, se quedan sin gobernadores, y si lo hacen dentro de tres días con elecciones de alcaldías, se quedan sin alcaldes, y si dentro de una semana más convocaran a elecciones nacionales, Maduro no sería Presidente. Eso no es desánimo, es un ánimo de cambiar. Lo que hay es que activar, alegrar y motivar a la gente para las concentraciones y los llamados a las actividades de la unidad.

Pero nosotros siempre tenemos un problema: siempre creemos que una actividad tiene que ser una gran marcha de kilómetros y kilómetros. No. Mil personas son mil personas. Imagina una fiesta en una casa con mil personas. Lo que pasa es que siempre tenemos la costumbre de compararnos.

Más que desánimo, lo que falta es entusiasmo para que toda la población acompañe a la MUD. Si hubiese desánimo no estaríamos ganando las gobernaciones y las alcaldías. Yo creo que falta entusiasmo, que la gente crea que no hace falta un millón de personas. Falta ser proactivo y ser parte de esa convocatoria.

La mayor crítica de la gente es que hay desánimo y lo ven desde su casa.


–Finalmente, ¿Cómo se toma José Luis Cartaya esta nueva responsabilidad?

–Para mí no es novedoso. He sido secretario de la mesa desde 2009. 

Entonces este trabajo con los partidos políticos para mí no es nuevo. Puede ser que en vez de estar preocupado 24 horas, voy a estar preocupado 25 horas. Siempre he estado dispuesto 24 horas al trabajo de la MUD y de los partidos. Es un poquito de mayor responsabilidad.

Nunca se ha excluido que yo pueda ser vocero. Agradezco el voto de confianza, que ni lo quería ni lo buscaba, pero digamos que alguien tiene que hacer el trabajo y si ellos (partidos) decidieron, yo estoy aquí para ayudarlos.

Fotos: Rayner Peña R

22-02-17




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