Por Pompeyo Márquez
La acción de la Fiscal por
enmendar el atropello cometido por la AN presidida por Cabello al nombrar
miembros express del TSJ es digna y merece el respaldo de la inmensa mayoría de
los ciudadanos. La actual AN que seleccionará los reemplazos y como no estaría
en desacato elegirá a los miembros del CNE. Sería ésta una acción enmarcada en
el rechazo de todos los sectores de la sociedad a las intenciones de convocar
una ANC espúrea para mantener la actual cúpula gobernante en el poder.
Jamás se llegó a pensar que en
pleno siglo XXI fuésemos a vivir un régimen de barbarie que bate los récords de
asesinatos, de torturas, de heridos, de una porción casi unánime de la
población que se dispuso a decir ¡ya basta! Que ha tomado la calle con
objetivos muy claros entre los cuales está el cambio político que tiene entre
sus primeros objetivos la sustitución de una dictadura militar que tiene como
mampara a Maduro y una pequeña camarilla que se rota en los cargos de poder,
usurpando a la institución armada e implantando el terrorismo de Estado.
La lucha actual no es una
confrontación normal porque entre sus objetivos está el derrocamiento por la
vía pacífica y electoral de esa camarilla. No vamos a poner fecha a la muerte
de este régimen pero sí podemos afirmar por convicción, por experiencia de las
luchas libradas por nuestro pueblo y otros pueblos del mundo que a pesar de la
dictadura tener las armas cuando un pueblo se une y se decide a conquistar la
libertad no hay tanquetas ni bombas lacrimógenas capaces de impedirlo.
Ya se conoce que comenzó la
fractura en las FAN que tiene como centro la vocación asesina a la mayoría del
Alto Mando de la GNB y la PNB, todas dependientes del Gral. Reverol quien
dirige personalmente la barbarie genocida, crímenes imprescriptibles que
comprometen tanto a los que los ejecutan como a los que dan las órdenes.
En pleno siglo XXI un país y
un pueblo no pueden vivir eternamente bajo el signo del terror, de la negación
de los derechos fundamentales, entre ellos los DDHH y a su vez estar sumergido
en la más profunda crisis económica después de años de derroche de cientos de
miles de millones de dólares.
La lucha unida dirigida por un
valiente equipo fogueado en la lucha es lo único que puede poner fin a la
dictadura militar. El pueblo venezolano ha dado pruebas de su coraje y de su
amor a la libertad, y estos dos valores servirán de escudo para derrocar a la
minúscula cúpula que hoy asesina, tortura y desprecia el voto, en una hora tan
menguada como nos ha tocado vivir. Hay que insuflar confianza en la fuerza de
un pueblo unido para conquistar la democracia y la libertad.
18-06-17
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