Papa Francisco 03 de junio de 2017
Evangelio
según San Juan 21,20-25
Seguir
a Jesús sin importar lo demás: En aquel tiempo, Jesús dijo a
Pedro: "Sígueme" Pedro, volviéndose, vio que lo seguía el discípulo
al que Jesús amaba, el mismo que durante la Cena se había reclinado sobre Jesús
y le había preguntado: "Señor, ¿quién es el que te va a entregar?"
Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús: "Señor, ¿y qué será de éste?"
Jesús le respondió: "Si yo quiero que él quede hasta yo vuelva, ¿qué te
importa? Tú sígueme". Entonces se divulgó entre los hermanos el rumor de
que aquel discípulo no moriría, pero Jesús no había dicho a Pedro: "Él no
morirá", sino: "Si yo quiero que él quede hasta que yo vuelva, ¿qué
te importa?" Este mismo discípulo es el que da testimonio de estas cosas y
el que las ha escrito, y sabemos que su testimonio es verdadero. Jesús hizo
también muchas otras cosas. Si se las relatara detalladamente, pienso que no
bastaría todo el mundo para contener los libros que se escribirían." Palabra
del Señor
Reflexión
del Papa Francisco
El
amor de Jesús debe ser suficiente para Pedro. Él no debe ceder a la tentación
de la curiosidad, de la envidia, como cuando, al ver a Juan cerca, preguntó a
Jesús: "Señor, ¿y qué será de éste?". Pero Jesús, a estas
tentaciones, le respondió: "¿A ti qué te importa? Tú, sígueme"
Esta
experiencia de Pedro es un mensaje importante también para nosotros...
El Señor nos repite hoy, a mí, a ustedes y a todos los Pastores: Sígueme.
No
pierdas tiempo en preguntas o chismes inútiles; no te entretengas
en lo secundario, sino mira a lo esencial y sígueme.
Sígueme
a pesar de las dificultades. Sígueme en la predicación del Evangelio.
Sígueme
en el testimonio de una vida que corresponda al don de la gracia del Bautismo y
la Ordenación.
Sígueme
en el hablar de mí a aquellos con los que vives, día tras día, en el esfuerzo
del trabajo, del diálogo y de la amistad.
Sígueme
en el anuncio del Evangelio a todos, especialmente a los últimos, para
que a nadie le falte la Palabra de vida, que libera de todo miedo y da
confianza en la fidelidad de Dios. ¡Tú sígueme!. (Homilía en Santa Marta,
29 de junio de 2014)
Oración
de sanación
Señor
mío, te doy gracias porque en cada despertar descubro el milagro de la vida y
comienzan a abrirse mis ojos a tus bendiciones y a tu presencia que todo lo
rodea.
Necesito
que intervengas en mi vida en cada momento, que me des tu perdón y tu sanación
en todas mis obstinaciones, mala actitudes y errores que he cometido.
Ayúdame
a ser obediente a tu Palabra, a seguir tus pasos sin importarme nada más que tu
amor y los momentos que disfruto Contigo, en tu presencia, que da consuelo a mi
alma y la llena de gozo.
Sólo
Tú, oh Señor, llenas de paz y confianza a mi corazón, me haces sentir valioso y
me enseñas el verdadero propósito de mi vida, cubriendo todas mis necesidades y
ayudándome a ser feliz.
Quiero
sentir que levantas tu mano poderosa sobre mí y me das la fuerza que necesito
para hacer frente a las adversidades, abriéndome a las maravillosas
experiencias de amor de las que me quieres hacer parte.
Te
amo Señor, sé que me proteges y animas a mi corazón a resistir a las
tentaciones de la carne para no sucumbir y perderme en malos caminos. Gobierna
mi vida y hazme vivir solo para Ti.
Gracias
por tu apoyo, por tenerme en cuenta a pesar de mis debilidades. Tú nunca fallas
y sabes que no quiero decepcionarte en esta misión de vida.
Ayúdame
a estar libre de vicios y ataduras, a dejar atrás todo aquello que me arrastra
al pecado y me separa de Ti. Te amo. Gracias por tu confianza. Amén
Propósito
para hoy
Revisar
mi plan de vida para asegurar que la caridad y el servicio a los demás, por
amor a Dios, sean las metas a alcanzar.
Frase
de reflexión
"A
veces sabemos lo que debemos hacer, pero nos falta el ánimo. Aprendamos de
María saber decidirnos, con la confianza puesta en Dios". Papa Francisco
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