Por Jolguer Rodríguez Costa
—¿Cómo enfrentar un régimen
que proyecta bochorno en el ámbito mundial?
—Con todas las vías que nos
ofrece la Constitución. No solo las electorales.
—¿Debe reconocer la
oposición a la ANC?
—Sería una inconsecuencia
imperdonable. ¿Qué les diríamos entonces a los países que han declarado su no
aceptación a la ANC.
—Ex asesor de la ONU, ¿el
veredicto final sobre Venezuela?
—Condenatorio. Ya empezaron
a manifestarse. Las acusaciones que se le hacen al régimen por su agresión
contra los derechos humanos suben de tono diariamente.
—Aparte de la vía electoral,
¿ve otra salida?
—Para la democracia la salida
privilegiada es la electoral. Pero hay en la Constitución, además, toda
una amplia gama de vías para resolver la grave situación política.
—¿Fue bueno sacrificar las
acciones de calle por la esperanza electoral?
—No creo que se sacrificaron
las acciones de calle por las electorales. Se tiene consciencia de que ambas
son indispensables. Lo veremos seguramente durante las próximas semanas.
—¿Un final de fotografía?
—Una amplia victoria para el
país democrático.
—¿Qué hubiera exclamado hoy
su papá, que erradicó el paludismo?
—“Qué hombres pigmeos”,
solía decir, en circunstancias en que se hacía ostensible la mediocridad. ¿Cómo
dejaron que todo retrocediese?
—Aparte del paludismo, la
difteria y el sarampión, ¿por qué volvió el caudillismo?
—Tenemos factores culturales
de por medio que debemos modificar. Por ejemplo también, la cultura rentista
que nos pesará mucho para encontrar un curso de desarrollo sustentable.
—El nivel democrático medio
de la población es muy elevado, por lo menos la calificación a otorgarle es 19.
Ese es un activo muy importante para recuperar el país.
—¿El de este gobierno?
—Los que gobiernan no son
demócratas. Son el residuo histórico del despotismo que llevamos en la sangre.
—¿El de la oposición?
—Es muy elevado. De lo
contrario no seríamos la mayoría prevaleciente.
—¿Colaboramos todos con el
ascenso de Chávez y el chavismo?
—Eso no es así. Hubo mucha
gente, entre los cuales me incluyo, que tuvo la percepción y alertamos de que
su triunfo marcaría un retroceso histórico. Pero también hubo gente de mente
liviana y novelera que se equivocó, cuya mayoría por suerte está hoy
arrepentida.
—¿El futuro del chavismo?
—Ser considerado un
momento oscuro de nuestra historia. Un paréntesis lamentable en nuestro
recorrido como sociedad.
—Ingeniero civil, ¿qué
repararía a esta casona llamada Venezuela?
—Las reparaciones
institucionales en este momento son más importantes que las materiales. Es que
hemos sufrido el exterminio de nuestro andamiaje institucional.
—Presidente de la Copre
entre 1986 y 1989, ¿qué es hoy el Estado?
—Ruinas por doquier. Después
del cambio político que se avecina, además de recurrir a la arqueología
institucional tendremos que emplear nuestro mejor ingenio para instrumentar
estructuras de avanzada y así poder enfrentar los retos que nos plantea la
sociedad del conocimiento. En caso contrario, la brecha entre el progreso de
otros países y nuestro atraso será cada día mayor.
—Ex ministro de Obras
Públicas, ¿el ícono arquitectónico de la democracia?
—El Teatro Teresa Carreño y
las obras hidráulicas para calmar la sed y generar energía.
—¿Del socialismo del siglo
XXI?
—No encuentro todavía alguno
que valga la pena mencionar.
—Ex ministro del
Ambiente, ¿luz y agua ya no son primeras necesidades?
—Hay que pasearse por todo
el país para palpar la enorme insatisfacción existente con el gobierno por su
dejación en la prestación de estos servicios públicos fundamentales.
—¿Qué opina del Arco Minero?
—Estoy opuesto radicalmente
a este proyecto. No tenemos por qué destruir un patrimonio natural valiosísimo
con ese proyecto ni contribuir a incrementar nuestra cultura rentista,
que ya constituye un fardo bien pesado, para salir del atascadero en que nos
encontramos.
—¿Reconoce alguna obra oficial?
—Lamentablemente han sido
muy desacertados para acometer obras de progreso. Veamos, por ejemplo, el
dinero enterrado en el intento de construir una anacrónica red de
ferrocarriles. O su inconsecuencia para concluir obras como la presa de Tocoma
o las líneas del Metro en Caracas.
—¿Por qué, 60 años después,
se recuerda la obra de Pérez Jiménez?
—Porque en muchos sentidos
sus obras fueron iniciativas pioneras que sirvieron para modernizarnos. Eso es
independiente a su irrespeto a los derechos humanos.
—¿Un revolucionario del
urbanismo?
—El maestro Carlos Raúl
Villanueva.
—¿El presidente más amigo
del ambiente?
—Sin mezquindades, Carlos
Andrés Pérez.
—¿Qué demolería?
—Prefiero construir que
demoler.
—¿Qué reconstruiría?
—El casco antiguo de
Caracas. Puede constituirse en un lugar de orgullo para los venezolanos.
—¿Una falla de ingeniería
de la revolución?
—En la llamada revolución el
problema es que ha habido poca ingeniería. Entregamos los principales proyectos
a la ingeniería foránea. No ha habido una inconsecuencia técnica mayor que la
entrega que se hizo a las empresas de ingeniería extranjeras: viviendas,
presas, ferrocarriles, etc. La ingeniería venezolana era muy buena.
—¿De la MUD?
—Con ella contamos para
dirigir y coordinar la empresa de devolverle la democracia a los venezolanos.
—¿Qué debe aprender esta
generación de la del 58?
—La brillante generación del
2014 en adelante tiene poco que aprender de la del 58. Esta dictadura es
mucho más endemoniada y perversa que la de Pérez Jiménez.
—¿Y viceversa?
—La de 1958 debería haber
sido mucho más estudiosa y democrática.
—¿Cuándo se torció el
camino?
—Desde la Copre alertamos
claramente que venía acumulándose en el país un déficit de democracia
significativo. ¡Qué bueno habría sido que el estatus nos hubiese prestado mayor
atención!
—Ante el retroceso actual,
¿cómo le sienta el sillón de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas
y Naturales?
—Como una oportunidad de
participación en una institución de progreso.
—¿Volvería a la MUD?
—Nunca me he ido. A veces
estoy más o menos alejado de la cúpula. Pero como soldado de la democracia
siempre estoy presto a desempeñar cualquier misión que me sea encomendada.
—¿Qué arreglos le haría
a esta mesa?
—Mayor sentido de previsión,
mejor acción comunicacional y más contundencia.
—Ex parlamentario, ¿hubiera
enfrentado a las bandas oficialistas?
—No. Eso le corresponde a
las Fuerzas Armadas, que en ese sentido siguen faltando por omisión o
complicidad.
-—¿El acierto de la AN?
—Comportarse estoicamente
frente a la barbarie.
—¿El peor cálculo político?
—El subestimar al
contrincante. Es perverso, deshonesto, pícaro y tiene una sumisión
internacional que lo hace muy peligroso.
—¿Las bases para recuperar
la democracia?
—Las mayorías democráticas y
la conciencia que se ha adquirido de que nuestra sociedad cometió un error
descomunal al haber permitido llegar al punto en que nos encontramos.
—¿La salida más concreta?
—El cambio de régimen a
través de la amplia gama de opciones que nos ofrece la Constitución.
—Como articulista, ¿era tan
crítico antes de 1998 como hoy?
—Siempre he pensado que es
sano practicar la autocrítica, sobre todo cuando se hace con un sentido
constructivo, positivo.
—¿Qué pasaría en
Venezuela si el régimen sujetase a la ANÇ a los gobernadores de oposición?
—Tengo mucha fe en que la
ANC será un adefesio de corta duración.
01-10-17
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