Por Edward Rodríguez
Embustero, dícese de la
“persona que manifiesta, dice, habla o expresa una mentira, usando mediante un
disimulo, artificio, ardid o astucia con la intención de hacer daño a alguien o
mejor dicho a un colectivo”. Mejor no se puede definir a Francisco
Javier Arias Cárdenas, quien, sin el más mínimo decoro, aspira a ser
reelecto gobernador del Zulia.
No es mi intención tocar el
tema personal, para no entrar en los detalles de las incongruencias, saltos de
talanquera, lealtades o traiciones de “Pancho”; sin embargo, lo que sí vamos a
hacer es enfocarnos en su “gestión de gobierno” de cinco años, lo que prometió,
lo que hizo y lo que no cumplió para que sea usted, estimado lector, el que
diga si es o no un embustero.
En 2012 se vendió como el
candidato “te lo tengo”; es decir, el candidato que tenía la solución para los
problemas de los zulianos; el que tenía el objetivo de terminar la
carretera Lara-Zulia; el que tenía la misión de construir miles de viviendas;
el que tenía como prioridad la seguridad; pero sobre todo, el que tenía un
buen récord de logros en su primera gestión, que hay que reconocérselos para no
ser mezquinos; pero las ofertas electorales de hace cinco años fueron puro
embuste.
Pancho -me permito llamarlo
así porque así se le conoce desde aquel fallido golpe de Estado de 1992 en el
que participó junto a Chávez- prometió asumir personalmente la coordinación de
la seguridad, conformar un comité en cada barrio, crear una sala
situacional en cada parroquia, dotar la policía y mejorar la calidad
de vida de los funcionarios; nada de esto cumplió; hoy el Zulia está en manos
del sicariato, las mafias y los roba carros.
Prometió el desarrollo
agrícola, promover la agricultura familiar, optimizar las casas de
alimentación y el plan de atención nutricional; hoy tenemos en cifras uno de
los estados que refleja el mayor número de casos de
desnutrición, hacer dos comidas al día sería un verdadero milagro de Dios.
Sigo, Arias Cárdenas también
prometió un sistema de becas integrales en educación superior, sin
embargo, acabó con el incremento de la matrícula de alumnos becados más
importante que tenía el país, el programa de becas Jesús Enrique Lossada (becas
JEL).
A nuestros indígenas les
prometió construir escuelas técnicas para actividades productivas propias de
sus zonas, aún están esperando que les entreguen la primera.
Triste futuro le deparó al
Museo de los Niños, al Museo del Lago, Museo del Petróleo y al mirador del
Catatumbo, ojalá y antes de que entregue su mandato y por el bien de todos los
enfermos de cáncer, finalmente culmine el Oncológico de occidente.
Si con esta muestra, de la
larga lista de promesas incumplidas por Francisco Arias Cárdenas, candidato del
Psuv para la reelección en el Zulia; no es suficiente para tildarlo de
embustero, les recuerdo que no terminó el Aula Magna de LUZ, tampoco
el Puente Nigale, ni mucho menos puso fin a los apagones que ahora se
hacen acompañar por cuatro lo cinco bajones diarios.
El peor castigo para un
embustero es no ser creído aún y cuando diga la verdad, por eso apreciado
lector, lo invito a que el 15 de octubre vote por uno que si le cumpla y no por
un embustero.
03-10-17
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico