Por Fernando Luis Egaña
La verdad es que el llamado
oficialismo no se cansa de inventar trucos y artimañas de carácter político, y
sobre todo de carácter electoral. La más reciente estratagema del señor Maduro
para evitar la realización de unas elecciones presidenciales, ordenadas por la
Constitución para el próximo año, es que sólo podría haberlas si hubiera
"garantías económicas", esto es que la comunidad financiera
internacional le preste los muchos billones de dólares que necesita para
refinanciar la deuda y, desde luego, continuar con la depredación de Venezuela.
Y encima le ha pedido a la
oposición, que se reúne en la MUD, que sea la encargada de lograr las referidas
"garantías económicas". No lo puedo asegurar, pero de eso debe
haberse hablado en República Dominicana, sobre todo porque algunos voceros de
la “oposición política” han sido elocuentes en declarar la necesidad de
reestructurar la deuda externa del sector público nacional, vale decir de la
hegemonía roja.
Este cambalache, es una nueva
burla a los derechos democráticos de los venezolanos, que de vapuleados han
sido derruidos. Por otra parte, el concepto de garantía no puede asociarse con
la hegemonía en términos positivos. Para que haya garantías confiables, hace
falta que hayan instituciones, y para que haya instituciones, no puede haber
una hegemonía despótica. Así de simple.
El tema lo puso sobre el
tapete el propio Maduro. Después vino el supuesto “diálogo dominicano”, y uno
de los asesores del equipo opositor, Vicente Díaz, ex-rector del CNE, afirmó
que “se están construyendo las bases para despejar el camino electoral”. Una
afirmación inquietante porque implica que el camino electoral no está
despejado, y porque proviene de quien proviene.
Quien funge como principal del
equipo oficialista en ese “diálogo”, Jorge Rodríguez, al no más llegar a
Caracas, parece que despejó las ilusiones dominicanas al proclamar que no habrá
más elecciones hasta que se levanten las sanciones establecidas en contra del
Estado… En realidad, lo que hizo fue reiterar lo dicho por Maduro antes del
encuentro en Santo Domingo.
Todo lo cual indica que el
ardid, la maña o la trampa está pensada y repensada con habilidad. Para
escaparse del mandato electoral, de naturaleza constitucional, apelan al truco
de las “garantías económicas”, que no existirían gracias a Mr. Trump, cuando
todo el mundo sabe que la hegemonía tenía arruinada a la economía venezolana,
mucho antes de que el actual presidente gringo apareciera en la escena
política. Estamos frente a la tramoya de las tramoyas.
flegana@gmail.com
14-12-17
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