Por BBC MUNDO
Asegura que los artículos de
crítica que ha escrito causaron molestias a muchas personas, "entre esas
al presidente" motivo por el que este le solicitó la renuncia a su cargo
en las Naciones Unidas
Rafael Ramírez evita revelar
dónde se encuentra tras renunciar como embajador de Venezuela ante Naciones
Unidas, pero sí habla de sus discrepancias con el presidente Nicolás Maduro y
afirma que "las cosas han salido muy mal" en el país.
"El tiempo juega en favor
de lo político, pero juega en contra de nuestra economía. Y es algo que está
sufriendo nuestro pueblo todos los días", dice Ramírez en una entrevista
con BBC Mundo.
Este exvicepresidente y
exministro de Petróleo de Venezuela durante el gobierno de Hugo Chávez sostiene
que la corrupción es "un problema extendido en todo el país".
Niega temer que las
autoridades venezolanas presenten cargos contra él y sostiene que el arresto
por presunta corrupción de decenas de cargos de la petrolera estatal PDVSA,
empresa que dirigió durante una década, puede deberse a diferencias internas en
el chavismo.
"Se está criminalizando
la disidencia y se está estableciendo una forma de hacer política muy
mala", advierte.
A continuación, un resumen del
diálogo telefónico con Ramírez, dos días después que dejara su cargo en la ONU.
Foto: GettyImages
–¿Dónde está usted ahora?
–Estoy fuera de los Estados
Unidos, por la sencilla razón de que no tengo manera de vivir en los Estados
Unidos. Terminé mi puesto como embajador representante permanente.
–¿Pero puede decir en qué país
se encuentra? A Venezuela no ha vuelto…
–No todavía. Probablemente me
voy a tomar unos días de calma, porque ha sido una situación compleja. Se le
quiere dar como un velo de misterio a todo esto. No hay tal misterio, sino que
sencillamente quiero estar un poco más tranquilo, acompasado. La situación
política en el país merece que una aproximación se haga con mucha
responsabilidad, respeto. Y ahorita las cosas están muy polarizadas allá, así
que voy a ir pensando muy bien las cosas.
–¿Pero sí piensa volver a
Venezuela pronto?
–Sí, es lo que deseo. Tengo
tres años ya fuera de mi país. Por supuesto.
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–Usted dijo que fue removido
de su cargo por sus opiniones. ¿A qué se refiere?
–Tengo una idea muy clara de
los problemas que estamos confrontando. Algunos son estructurales, otros son
coyunturales. Me tocó desempeñar en el año 2013 la vicepresidencia económica.
El marco que se estaba prefigurando, de complicaciones en lo económico, ya
tenía elementos para predecir que iba a ser muy malo para el país. En ese
momento yo lo advertí, lo escribí, se lo dije a las altas autoridades del
Estado, a autoridades del partido, al sector privado.
Teníamos un plan que después
fue abortado porque no tuve el apoyo político. De tal manera que la primera
razón por la que yo salgo a las Naciones Unidases
porque mis propuestas fueron de alguna manera puestas de lado, entonces no
podía estar en el país con el peso específico que tengo en el ámbito económico
y político. Mantuve dos años de silencio en las Naciones Unidas, dando tiempo.
Lamentablemente no estaba equivocado y las cosas han salido muy mal.
Comencé a escribir y cada
artículo mío es muy centrado en el tema económico, la gestión del gobierno, el
manejo del petróleo de Venezuela. Eso por supuesto fue molestando a alguna
gente, lamentablemente entre ellos al presidente. Estas opiniones siempre las
he dicho en privado, en instancias políticas, públicamente.
Pero no puedo callar y si esos
artículos produjeron esa molestia, el
presidente dijo que no se sentía cómodo con que yo siguiera en las Naciones
Unidas, cosa que no tenía nada que ver con el tema económico, porque
es un espacio para la defensa del país en el ámbito internacional. Pero
obviamente se percibe como una diferencia política insalvable. Y al
manifestarme esa molestia el jefe de Estado, no puedo seguir en el puesto. Por
eso mi renuncia y lamento que haya sido por mis opiniones políticas.
Foto: Getty Images
–En su carta manifiesta
lealtad a la Revolución venezolana y a Hugo Chávez. ¿El gobierno de
Maduro actúa en defensa de eso?
–No sé cómo usted percibe la
gestión del gobierno, creo que se percibe negativamente. Yo sé que hay muchos
sectores que están esperando que dirigentes históricos del chavismo, como es mi
caso, que estuve con el comandante hasta el final, demos un salto a la
oposición. No creo en el oportunismo político. Soy una persona que me mantendré
leal al legado del comandante Chávez.
A mí nadie me va a ver
haciendo un coro con los enemigos del país ni con la oposición política. Pero
eso sí, no voy a transigir en cosas que estén divorciadas de lo que ha sido el
legado del comandante Chávez, por lo cual dio su vida. Uno tiene que ser
consecuente con eso, cueste lo que te cueste: poner de lado tu seguridad, tu
comodidad, tus privilegios políticos.
–¿Maduro ha seguido el camino
marcado por Chávez?
–No quiero hacer una
aseveración de ese tipo porque no quiero entrar en una confrontación con el
presidente. Siempre me voy a manejar en el ámbito de la discusión política. Y
aprovecho para decir algo: a mí me etiquetaron mi nombre con la palabra
"traidor". Creo que necesitan más de una etiqueta para destruir mi
trayectoria al lado del comandante Chávez. Solo basta abordar mis
intervenciones, planteamientos, escritos, para ver de qué lado estoy yo. Estoy
del lado de Chávez, siempre.
–Usted señala discrepancias
fundamentalmente en el plano económico. Pero también hay chavistas que han
expresado discrepancias con la manera como Maduro ha manejado la crisis
política: lo han acusado de excesivo uso de la fuerza, atropellos a derechos
humanos, etcétera. ¿Usted lleva también a ese plano sus diferencias con el
gobierno?
–Yo he señalado en mis
escritos primero un repudio absoluto a la violencia. Dije que me parecía que
había un sesgo en el manejo de la información. Me decepcionó mucho que los
medios internacionales no hubiesen condenado cuando se quemó vivo a venezolanos
por parecer chavistas.
Me pongo del lado de la
defensa de los derechos del hombre que están plasmados en nuestra Constitución.
Y por supuesto que no convalido ningún atropello contra nadie, sea de la
oposición o del chavismo. Entiendo que se ha fomentado y se genera una
violencia que lo que buscaba eran víctimas como parte de una estrategia
política. Es muy lamentable que se haya recurrido a eso.
–Pero cuando condena la
violencia, ¿también está diciendo que discrepa con la violencia que ejerció el
gobierno contra los manifestantes?
–Bueno, sí, y el gobierno lo
ha sancionado. Creo que nadie del gobierno ha salido a aplaudir la violencia o
los excesos cometidos por funcionarios. Lo que pasa es que cuando la violencia
la ejerce el Estado, tú sabes quién debe rendir cuentas. Pero cuando la
violencia la ejercen grupos paramilitares, grupos encapuchados, grupos que no
sabes quiénes son, entonces se impone la mayoría de las veces la impunidad. La
impunidad nos hace mucho daño como sociedad.
Foto: Getty Images
–¿Su salida del cargo está
relacionada además a la detención de varios altos cargos de PDVSA acusados de
corrupción?
–No, no tiene nada que ver. Al
contrario, probablemente ese señalamiento contra PDVSA tenga que ver con unas
críticas que he hecho a la gestión de PDVSA. Evidentemente tengo un gran
conocimiento de la industria petrolera y desde principio de año estoy alertando
que nuestra producción de petróleo cayó un millón de barriles al día. Yo cuando
estaba en la industria petrolera dejé nuestra producción en tres millones de
barriles, un poco más o un poco menos.
Me sorprendí cuando desde
principio del año se comienza a reportar a la OPEP que nuestra producción está
cercana a 1,9 millones de barriles. Y siento que es mi responsabilidad con el
país alertar que algo está pasando. A partir de ahí ha venido una molestia muy
grande, porque sé exactamente que ahí hay problemas. Y he tratado de
advertirlo. Estoy convencido de que para resolver los problemas del país, no
basta solamente con tener un precio adecuado (del petróleo). El precio actual
no es catastrófico, se puede manejar. Pero si a eso le sumas que la producción
ha caído en un millón de barriles, ahí sí tenemos serios problemas en
restablecer nuestro equilibrio. Es cuestión de tomar las decisiones acertadas
para que esa producción se recupere en el corto o mediano plazo.
No sé qué está pasando en
PDVSA. Tengo cuatro años fuera de la comisión de PDVSA. Pero estoy muy
preocupado. Creo que hay un problema de gestión, de decisiones… Hay una
conjunción de problemas que nos están afectando mucho.
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–¿Pero en ese problema de
gestión usted incluiría un problema de corrupción?
–Sí, pero la corrupción
primero no es exclusiva de PDVSA. Si vamos a dar una discusión de la corrupción,
el día que yo vea a todas las empresas investigadas, incluyendo las privadas,
diría que estamos dando una buena discusión. El tema de la corrupción tiene
mucho impacto en nuestro país, desde siempre, porque básicamente nuestra
economía se sustenta en captar de la renta internacional del petróleo. Nos
entra una cantidad de dinero que no tiene que ver con el desarrollo de nuestras
fuerzas productivas. En consecuencia, ni el sector privado, ni el sector
público es capaz de absorberlo y transformarlo en algo. Entonces nuestra
historia de 100 años lamentablemente ha sido la historia de quién se apropia de
la renta petrolera.
Cuando estábamos con el
comandante Chávez hicimos lo indecible para que esa renta petrolera por lo
menos sirviera para mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo, nuestros
índices sociales. Claro que la corrupción es un problema, yo la deploro, pero
no es un asunto exclusivo de PDVSA: tiene que ver con el sistema cambiario, el
sistema público, el privado, que son los que tienen las instituciones
financieras. No puede utilizarse el tema de la corrupción solo para castigar y
señalar a nuestra industria petrolera, con lo cual se le hace un gran daño a
nuestro país. Se desprestigia mucho al señalar que toda la industria petrolera
es corrupta: eso no es verdad.
–Hay quienes ven estas decenas
de detenciones
de altos cargos de PDVSA acusados de corrupción como un ajuste de cuentas
dentro del chavismo, por diferencias no desde el punto de la
honestidad sino ideológico o con el gobierno. ¿Usted lo ve así?
–Me preocupa, y creo que tiene
algo de eso. Sobre todo porque ha sido concentrado solo en ese sector. Y eso me
preocupa mucho porque entonces nuevamente, como he denunciado en mis escritos,
se está recurriendo para el ejercicio de la política a herramientas
inadecuadas, se está criminalizando la disidencia y se está estableciendo una
forma de hacer política muy mala. Ahorita es PDVSA pero mañana puede ser
cualquier otro sector de nuestra sociedad.
Debe presumirse siempre la
inocencia, es nuestra legislación. Tiene que demostrarse que se es culpable. Y
deben preservarse todos los derechos contemplados en nuestro marco jurídico y
nuestra Constitución. No se pueden hacer juicios públicos, sumarios y mucho
menos se pueden hacer linchamientos morales.
Foto: Reuters
–¿Y usted personalmente teme o
tiene indicios de que pueda enfrentar cargos en Venezuela?
–Si el gobierno bolivariano,
el sector bolivariano o parte de él arremete contra mí en lo personal estarían
cometiendo un error gigantesco. No solamente porque soy, como lo dijo muchas
veces el comandante Chávez, la cara visible de nuestra política petrolera junto
a él, la cara visible de todo un momento en nuestra economía y revolución que
trajo innumerables beneficios a nuestro pueblo, sino porque además se equivocan
conmigo.
Soy absolutamente inocente de
cualquier cargo de corrupción. Más bien, he llevado una vida estrictamente
apegado a la conducta de Chávez en cuanto a mi honestidad y mi transparencia.
Hemos estado apegados a los más estrictos controles. No tengo nada que temer en
cuanto a mi función en la administración pública. Mientras estuve al frente de
Petróleos de Venezuela, nuestra empresa fue capaz de captar y entregar al
Estado más de 480.000 millones de dólares. Pudimos recuperar nuestra empresa
del sabotaje petrolero y colocarla como la quinta empresa petrolera del mundo.
Una empresa que haya estado carcomida por la corrupción durante mi gestión no
sería capaz de operar de esa manera. Ahora, la situación actual es preocupante.
El último año que yo estuve le entregué al Estado 45.000 millones de dólares.
Se ha estado entregando solamente 8.000 millones de dólares. Ahí está buena
parte de los problemas que tenemos.
–Entonces sí le preocupa la
posibilidad de que el gobierno o la fiscalía presenten cargos en su contra…
–No. Lo veo remoto, a menos
que sea definitivamente un enfrentamiento político contra mí. Pero no hay nada.
Y yo tomé la previsión de tener un respaldo electrónico de todos los documentos
de mi gestión. No tengo nada que temer.
Nuestra industria petrolera es
un holding de 234 empresas y cada empresa tiene sus mecanismos de control.
Entenderá que yo no podía estar pendiente de cualquier contratación. Son más de
100 mil contratos que se hacen permanentemente.
Foto: Getty Images
–Hay reportes de que Estados
Unidos le propuso un trato para colaborar con investigaciones de actividades
ilícitas en Venezuela. ¿Qué puede decir de eso?
–Eso es falso. He escuchado
esos rumores, sobre todo de gente que quiere romper la unidad del chavismo y
acabar moralmente con los dirigentes. Todo el mundo conoce muy bien quién soy
yo. Lo invito a que vea además mis intervenciones en el Consejo de Seguridad
(de la ONU). Nadie me puede acusar de que sea una persona que ha pactado, ni
con los Estados Unidos, ni con nadie. Mi lealtad está con mi país y mis ideas.
Por mis ideas soy capaz de correr cualquier riesgo. Eso es lo que estoy
haciendo y voy a hacer.
–Si no le preocupa la
posibilidad de enfrentar cargos, ¿por qué no se puede saber dónde se encuentra
y no ha vuelto a Venezuela?
–¿Para qué? Acabo de salir el
lunes. Hoy es miércoles. No me puedo quedar en Estados Unidos, porque no tengo
dónde vivir en Estados Unidos, ni tengo recursos.
–Pero no puede decir dónde se
encuentra ahora…
–No quiero. Me parece que no
es relevante. No es ningún problema.
–¿Qué le diría a Maduro?
–No solamente al presidente,
sino también a todos los compañeros que tienen tan altas responsabilidades. El
llamado que le haría a todos es no caer en la provocación de abusar del poder,
sino escuchar todas las voces, sobre todo las opiniones como las mías que
tienen la intención de ayudar a que prevalezca el proyecto bolivariano sobre
cualquier otra posibilidad.
Foto: Getty Images
–El discurso hasta ahora del
gobierno y el presidente es que los problemas de Venezuela se deben a una
"guerra económica" contra Venezuela. Usted lo que está diciendo es
que también hay problemas internos que el gobierno no está resolviendo…
–Eso ha sido parte fundamental
de la molestia que tienen conmigo. Hay una actuación exógena sobre nuestro
país: sectores de nuestro sector productivo privado que no han ayudado para
nada porque creen que es la oportunidad de acabar con la revolución
bolivariana. Y hay sectores internacionales, es evidente: he sido testigo de
cómo actúan grandes circuitos financieros colocando en situaciones de riesgo al
país.
Pero también hemos debido
tomar una cantidad de medidas que fueron advertidas por mí, y por eso siento
una responsabilidad. No va a ser una tarea fácil. En la medida que se sigue
deteriorando la economía, se deterioran también los términos de percepción. El
tiempo juega en favor de lo político, pero juega en contra de nuestra economía.
Y es algo que está sufriendo nuestro pueblo todos los días. Y eso me da dolor y
me indigna.
–¿Hasta qué punto la
corrupción en el gobierno es un problema para Venezuela hoy?
–Es un problema extendido en
todo el país. Donde existe un funcionario público que se corrompió es porque
existen al menos cinco agentes privados que se están beneficiando. Cuando hay
una manipulación con el mercado paralelo financiero, son solo las instituciones
bancarias privadas y públicas que tienen esa capacidad inmensa de recursos.
Creo que buena parte de los
ataques contra mí, vienen incluso de esos sectores, de ambos lados que saben
que mi programa, mi propuesta pasaría por una rectificación de todos esos
errores.
–¿Aspira a ser presidente de
Venezuela?
–Ahorita no estamos para
hablar de eso. Hay que interponer cualquier cosa personal a tratar de buscar un
acuerdo para resolver este asunto. Hubiera querido seguir defendiendo a nuestro
país, sobre todo en estos momentos tan importantes. Pero bueno, si tengo que
hacerlo lo haré. Y me seguirán escuchando.
07-12-17
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