Por Gioconda San-Blas
¿Sabía Ud. que en años
recientes la temperatura promedio de la Tierra ha subido más de un grado
centígrado, influyendo en el deshielo de los polos y provocando inundaciones?
¿Sabía que de llegar a dos grados, algunas ciudades costeras se sumergirían, que
en Venezuela podrían afectarse sus 2.394 kilómetros de costa, sus islas y más
de 5 millones de pobladores ribereños en la segunda mitad del siglo XXI, y que
los montañeses también se verían perjudicados porque en ambiente más cálido,
los mosquitos transmisores de malaria, dengue y chikunguya subirían la cumbre?
Datos como estos y muchos
más se reúnen en el Primer
Reporte Académico de Cambio Climático (2005-2015) y el
Resumen para Responsables de Políticas de Cambio Climático en Venezuela,
presentados el pasado 21 de febrero por la Academia de Ciencias Físicas,
Matemáticas y Naturales (Acfiman), a través de su Secretaría Académica de
Cambio Climático (SACC), con la participación de investigadores de
universidades y centros de investigación nacional y apoyo de instituciones
foráneas.
El cambio climático y sus
implicaciones para la vida en el planeta siguen siendo motivo de debate. Casi
todos los países, incluyendo Venezuela, han suscrito diversos documentos, entre
ellos el reciente Acuerdo de París, que desde diciembre de 2015 obliga a
presentar planes nacionales para reducir sus emisiones de gases de efecto
invernadero, entre otros compromisos.
Lamentablemente, la salida
de Estados Unidos del Acuerdo de París en junio pasado ralentiza las metas
fijadas para 2025 en cuanto al recorte de emisión de estos gases. La
decisión presidencial del segundo mayor emisor en el mundo se enmarca dentro de
intereses industriales pecuniarios, unidos a un dogmatismo quasi-ideológico y
anticientífico, según el cual los aportes científicos al tema de cambio
climático serían producto de la fabricación de datos y no el resultado de
décadas de observación y registro de informaciones comprobadas una y otra vez
en todos los rincones del planeta, muchas de ellas emanadas de sus propios
laboratorios.
Fue Octavio Paz quien dijera
que “la ceguera biológica nos impide ver, pero la ceguera ideológica nos impide
pensar”, una frase que bien podría aplicarse al ejemplo citado. Pero no
precisamos ir tan lejos para constatar las gríngolas ideológicas que frenan el
progreso. De dogmatismos que nos impiden ver y pensar también nosotros los
venezolanos cargamos con nuestra cuota, cruelmente visible para todos aquellos
que quieran mirar en su entorno. Y es precisamente aquello que vemos a nuestro
alrededor lo que nos permite apreciar más aún el empeño de esa cohorte de
soñadores de la SACC que se prohibieron dejar de soñar y actuar en el desierto
áspero de ideas decimonónicas que nos han llevado al país menesteroso que
actualmente tenemos.
A pesar de las
circunstancias adversas, del insulto constante al mérito académico, de la
devastación paulatina de universidades y centros de investigación, de la
banalización del conocimiento, aun así el mundo universitario, las Academias
nacionales y la Acfiman entre ellas, continúan cumpliendo con el país. Al
entregar al dominio público estos reportes, Acfiman contribuye con
herramientas para afrontar el grave problema del cambio climático y se
suma al desafío de las naciones por impedir el calentamiento global.
Una voz socarrona me murmura
que el país, maltrecho como está, ya ha cumplido con todas las metas de
reducción de gases de efecto invernadero debido a la destrucción del aparato productivo,
disminución del parque automotor, contracción de energías diversas, merma de la
población por diáspora y mucho más. Es decir, apagado el país no habría
calentamiento que lamentar…
Ironías aparte, estos
documentos pueden ayudar al diseño de políticas públicas para que el Estado
venezolano cumpla al más alto nivel con las obligaciones nacionales e
internacionales a que se ha comprometido.
Tal vez haya que esperar un
poco para que el Estado esté en manos de cabezas más sabias y aprecie el regalo
que hoy la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, a través de
su Secretaría Académica de Cambio Climático, entrega a la nación.
Tuiteando
La
Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2017 (ENCOVI),
producto del trabajo conjunto de UCV, UCAB y USB, fue presentada la semana
pasada. Sus conclusiones son estremecedoras para la conciencia nacional.
Las Academias Nacionales se
pronunciaron en torno a la convocatoria a elecciones. Proponen unirnos en un
frente común.
¡Es hora de cambiar! Es el
lema de un llamado a reunirnos el martes 6 de marzo a las 9:00 am en el Aula
Magna de la UCV, en un esfuerzo unitario.
01-03-18
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