Por José Toro Hardy
En Venezuela tenemos
vocación democrática. Nos la inculcó la democracia mientras existía. Cerca de
70% de los venezolanos está dispuesto a votar. Me cuento entre ellos. Ahora
bien, una cosa es votar y otra hacerle el juego a una dictadura que se aferra a
las enseñanzas de un comunista llamado Jósif Vissariónovich Jughashvili: “No
importa quién vota, sino quién cuenta los votos”.
Quien así pontificaba adoptó
el nombre de Stalin. Tan cínica frase la pronunció con motivo de las elecciones
del secretario general del Partido Comunista en 1934. Fue uno de los mayores
asesinos de la historia, responsable de la muerte de más de 20 millones de
personas, incluido su propio hijo.
La Carta Democrática
Interamericana señala: “Los pueblos… tienen derecho a la democracia y sus
gobiernos la obligación de promoverla y defenderla”.
La vigencia de la democracia
requiere que un gobierno cumpla con dos requisitos esenciales: legitimidad de
desempeño y legitimidad de origen. La primera de tales condiciones se cumple
cuando se gobierna respetando la Constitución y las leyes, la separación e
independencia de los poderes, los tratados internacionales y las obligaciones
asumidas por el Estado, la propiedad privada, la libertad de expresión y
libertades ciudadanas y los derechos humanos. Es evidente que la legitimidad de
desempeño no prevalece en este régimen.
La Carta Democrática
Interamericana también se refiere a la legitimidad de origen, al señalar como
condición indispensable de ella: “La celebración de elecciones periódicas,
libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de
la soberanía del pueblo; el régimen plural de partidos y organizaciones
políticas”.
Pues bien, al llamar a unas
elecciones anticipadas para el 22 de abril, el régimen perdería también la
legitimidad de origen. La convocatoria a presidenciales conforme a nuestra
legislación tendría que realizase con seis meses de antelación. Tal consulta no
puede ser ni justa ni libre mientras los principales líderes de la oposición
estén presos, inhabilitados, asilados o exiliados. Tampoco se respeta el
régimen plural de partidos y organizaciones políticas cuando se prohíbe la
participación de organizaciones como la MUD, Voluntad Popular o Primero
Justicia. No pueden ser tales elecciones expresión de soberanía popular cuando
quien las convoca es una asamblea constituyente elegida sin consultar al
soberano –el pueblo–, violando disposiciones constitucionales. Para colmo, la
referida constituyente fue el resultado de unos comicios en los cuales
Smartmatic, empresa responsable del diseño y manejo de la plataforma
tecnológica, denuncia que la votación se infló en “1 millón de votos”.
Además, en abril de 2016 se
activó la solicitud para un referéndum revocatorio a Nicolás Maduro. Tibisay
Lucena presentó un cronograma conforme al cual se requeriría un año para su
realización. Pero ahora anuncia unas presidenciales en dos meses y medio. En el
caso del revocatorio mencionado, al saberse perdidos, el CNE y algunos
tribunales suspendieron el proceso.
Todo ello profundiza el
aislamiento internacional. De hecho la OEA acaba de aprobar, con el voto de 19
de sus miembros, una resolución que exhorta a Venezuela a postergar el evento
del 22 de abril y a la realización de elecciones “con todas las garantías
necesarias para un proceso libre, justo, transparente, legítimo y creíble”.
La respuesta fue proponer
unas megaelecciones que incluyan también a la Asamblea Nacional. Eso solo
tendría un nombre: golpe de Estado.
Eso conducirá, sin duda
alguna, a la profundización de las sanciones internacionales que podrían
incluir sanciones petroleras y la aplicación de la Carta Democrática
Interamericana.
Es posible que esas
sanciones obliguen al régimen a negociar. Cualquier negociación pasa por un CNE
confiable, la liberación de los presos políticos, la habilitación de líderes y
partidos, el respeto a la Constitución y la presencia de observadores
internacionales.
El régimen se está jugando a
Rosalinda. Dudo que el dado en la noche linda le devuelva sus corotos.
01-03-18
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico