JAVIER J NAVARRO 13 de mayo de 2018
Venezuela
está mostrando como un país puede colapsar económicamente en directo ante
nuestros ojos. Si no fuera un gran desastre humanitario,
sería un experimento económico n directo bastante interesante. Porque Venezuela
está creando una crisis humanitaria en el resto de países fronterizos. De hecho
cada vez más hay países que están limitando la entrada de venezolanos en su
país.
Además
mientras que siga la situación actual, no parece que se vaya a dejar de cavar
el hoyo en el que están metidos. Es cierto que Venezuela todavía tiene activos
importantes que puede ir vendiendo poco a poco hasta convertirse en títeres de
China, pero no creo que ese sea el destino que deseen los venezolanos.
¿Por
qué está colapsando Venezuela?
Los
tiempos bajo Hugo Chavez y el régimen bolivariano no fueron del todo malos. Los
venezolanos más pudientes se iban de compras a Miami, el resto conseguía
divisas fácilmente gracias al Cadivi. El presidente tenía un programa colorista
en televisión en el que respondía de forma animada a
sus ciudadanos en directo.
Pero
es que Venezuela tenía un recurso que entonces no paraba de subir de
precio, el petróleo. De hecho recordemos que se firmó un acuerdo entre
España y Venezuela de 10.000 barriles de petróleo diarios a 100 dólares el
barril durante 100 años. En
aquel momento hasta me pareció un buen acuerdo. Las críticas que se
podían hacer a Venezuela eran consideradas como ataques de derechas.
Pero
sucedió algo con lo que no se contaba en Caracas, el precio
del petróleo sube y baja, no se iba a quedar subiendo siempre. Lo
lógico es que por parte de Venezuela se hubiera intentado desarrollar una
industria alternativa al petróleo.
Por
ejemplo crear infraestructuras (aeropuertos) que permitieran atraer a turistas
norteamericanos a sus playas caribeñas y sus parques naturales, fomentar la
agricultura y la industria agroalimentaria, crear zonas francas, llegar a
acuerdos comerciales con los principales países del entorno (Colombia, Brasil,
México, EEUU, Perú…) para vender productos fuera de sus fronteras. Explorar el
desarrollo de productos y servicios relacionados con la experiencia del país en
petróleo (consultoría, geotecnia, herramientas de extracción…). Es decir, se
podría haber avanzado (y mucho) en su economía mientras que los precios del
petróleo estaban altos.
Además
tenemos que añadir que la mala gestión de PDVSA (Petróleos de Venezuela SA,
conocida como “pedevesa”) y en general del resto de la administración pública.
Si se tiene un único recurso como es el petróleo, la gestión del mismo tiene
que ser espectacularmente buena y eficiente. En cambio se optó porque PDVSA se
convirtiera en una fuente en la que enchufar
a todos los adeptos al régimen, al igual que con la administración paralela
con la que se estuvo colocando a los adeptos al régimen bolivariano.
A esto
tenemos que añadir que la industria del petróleo requiere mucha inversión, algo
que se ignoró desde el régimen chavista, dejando
quedarse obsoletas y envejecidas la infraestructura técnica de PDVSA a
costa de sacar más dinero de la misma, el coctel perfecto para que el país ante
una bajada de precios del petróleo fuera a ser golpeado fuertemente.
Además
el gobierno lleva décadas profundizando más en las políticas que le
están llevando a la crisis, por ejemplo recientemente se
ha intervenido Banesco, la segunda entidad financiera del país, y uno de
los bancos más grandes del Caribe (no obstante, avisemos que el dinero de los
depositantes en bancos con la marca Banesco y ABANCA fuera de Venezuela no
corre peligro de caer en manos de Maduro, hace
años que la propiedad depende de una empresa domiciliada en Madrid).
El
gobierno lleva años hablando de una “guerra económica” que les provoca el
desabastecimiento de sus tiendas, como forma de ocultar su inutilidad e
incompetencia para gestionar. Venezuela
tiene menos libertad económica incluso que Cuba.
En esa
guerra que ya no tienen aliados, porque hasta Cuba que era un aliado del
régimen chavista, ha procedido a embargar
propiedades de Venezuela en Cuba, como es el caso de una refinería. También
están teniendo problemas todas las empresas extranjeras que contratan con el
gobierno de Maduro. Por ejemplo la aerolínea española Charter Wamos
recientemente les
dejó de alquilar un Boeing
747 a la aerolínea estatal (Conviasa) que unía Caracas con Madrid y
Buenos Aires por falta de pago, después estos problemas los
ha tenido la recientemente creada aerolínea española Plus Ultra. Hoy
en día contratar con el gobierno de Maduro o sus empresas parece una
garantía de que se va a perder dinero.
Más
que datos macro
Un
problema que tenemos con Venezuela es que los datos macroeconómicos son escasos
y no muy fiables. En este caso nos encontramos que se estima que durante 2017
la inflación en Venezuela creció entre un 652,7% y un 2400%, el
PIB cayó un 12%, después de haber caído en un 16,5% en 2016 y un 6,2% en 2015.
El PIB Per cápita también se ha resentido, en 2017 se estimaba en 12.400
dólares, en 2016 se estimaba en 14.300 dólares y en 2015 en 17.300 dólares. Es
decir, cada año está mucho peor, para 2018 se espera que la inflación supere el
13000%.No es raro que los Venezolanos huyan.
Aunque
un PIB per cápita de ese nivel les supone que Venezuela esté en la sección de
países de renta media, sucede que otras estadísticas más preocupantes que no se
suelen tener en cuenta estén surgiendo. Por ejemplo el 90% de los
venezolanos ha afirmado que no puede comprar suficiente comida y el
61% que se ha ido a dormir con hambre. De hecho se habla de la “dieta
Maduro”, más del 60% de los venezolanos ha perdido 11 kilos en 2017, siendo
esto datos oficiales del gobierno venezolano.
Adicionalmente
a la escasez de comida, hay problemas con los medicamentos, muchos de ellos no
son fáciles de encontrar o su precio es extraordinariamente alto. Pero es
que producir en Venezuela se está convirtiendo en una odisea. Por
ejemplo Ford
en enero dejó de fabricar vehículos en Venezuela por falta de piezas. El
año pasado sólo consiguió fabricar el 1% de la capacidad de producción de la
fábrica. El año pasado la fábrica de General
Motors fue expropiada por el gobierno venezolano. Si es que el exprópiese de Hugo
Chavez iba a crear escuela.
El
gobierno ha afirmado que la solución a la crisis es su criptomoneda,
“Petro”, que según Maduro está respaldada por las reservas de petróleo (no
extraídas) del país. Como dice un analista, no
se trata de una criptomoneda, sino de una venta a futuro de petróleo en el
mejor de los casos. No obstante, para adquirir Petros hacen falta
dólares, aunque todavía no he visto a nadie que acepte ser pagado en “Petros”
(y personalmente recomiendo huir de dicha criptodivisa, al fin y al cabo es
emitida por un Banco Central que no hace sino provocar hiperinflación).
Los
venezolanos huyen
Al
principio he comentado que Venezuela está consiguiendo que sus ciudadanos huyan
del país. Decenas de miles de venezolanos abandonen el país cada día, ya sea
para no volver o con la intención de no hacerlo hasta que mejore la
situación. Actualmente 1,6 millones de venezolanos viven en el
extranjero, es decir, uno de cada veinte. Un millón se fueron a partir
de 2015. La alta y creciente criminalidad tampoco ayuda, en Venezuela
hubo 26.616
asesinatos en 2017, en España con un 50% más de población y decenas de
millones de turistas, llevamos años en alrededor de 300
anuales.
El
país que más lo está notando es Colombia, a lo largo de sus 2.200 kilómetros en
la frontera con Venezuela ha tenido que desplegar
a 3.000 agentes adicionales. Es cierto que buena parte de las personas que
cruzan la frontera lo hacen con la intención de comprar
alimentos, pero cada vez más con la intención de quedarse. En Febrero
habían llegado más de 550.000
venezolanos a Colombia con la intención de quedarse, se estima que para
julio de este año habrán sido un millón. Alrededor de 25.000
venezolanos cruzan a pie la frontera entre los dos países cada día. También
hay que tener en cuenta que muchos venezolanos simplemente van
a Colombia a hacer la compra. La situación en Brasil no es tan
desesperada, pero algunos
estiman que puede ser peor en los próximos meses. También hay decenas
de miles en Perú,
Chile o Panamá. La emigración venezolana empieza a ser una fuente
de preocupación en los países de la zona.
Al
principio emigraban los más ricos hacia Miami, Panamá o Madrid, después
el nivel económico ha ido bajando y algunos toman trayectos de ocho días por
tierra para llegar a Chile. En
España ya hay más de 210.000 venezolanos (el tercer país al que más,
después de Colombia y EEUU).
Por
supuesto, la alta necesidad de pasaportes está provocando corrupción
en la concesión de los mismos, ya que se han convertido en un producto de
deseo por parte de los venezolanos. Claro que, obviamente, los pasaportes son
necesarios para cualquier trámite migratorio que se haga. Incluso para los que
tienen doble nacionalidad, la ley les obliga a usar el pasaporte venezolano
para entrar y salir del país.
De
hecho algo que me resulta increíble es que existen canales en
Youtube y blogs de Venezolanos que explican cómo emigrar a los distintos países
y ciudades. Ya sea a España o
a Chile.
En resumen,
si alguna vez queríamos un ejemplo de lo que es un país colapsando, Venezuela
nos lo da. Escasez de bienes básicos (incluida la comida), la inflación
creciendo a tal nivel que hay escasez de billetes, el crimen creciendo, el PIB
cayendo y cientos de miles de personas yéndose de sus fronteras. Es difícil
saber hasta cuándo seguirá esta espiral, pero es fácil ver como poco a poco el
país se va apagando. También nos da como ejemplo que el petróleo y en
general los recursos naturales son poco relevantes para la riqueza de
un país, pero esto es otro tema para ser abordado en otro momento.
Pregunta
a los lectores ¿qué medidas deberían tomarse en Venezuela para revertir
la situación?
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