Ramón Flores 24 de marzo de 2019
@liderhumano
El
contexto en el que fue secuestrado nuestro hermano de luchas, Roberto Marrero
por las huestes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), no quedan
dudas sobre la naturaleza criminal, miserable y maquiavélica del
régimen usurpador de Nicolás Maduro.
Es
criminal, porque en el procedimiento no solo allanaron ilegalmente
la residencia de nuestro hermano y diputado Sergio Vergara, a quien le
atropellaron su inmunidad parlamentaria, sino que además se llevaron al
conductor Luis Paéz, un humilde trabajador, y le sembraron unos fusiles de
guerra a Roberto Marrero “que no sabe ni explotar triki-trakis”, como bien dijo
el colega diputado José Guerra, para ejemplificar que el jefe del despacho del
presidente encargado Juan Guaidó no solo es que no tiene ni idea de cómo
manipular armas, sino que además es un hombre de paz. Además, son tan burdos y
sin creatividad los montajes que hacen estos delincuentes que en mala hora se
adueñaron del poder, que aplicaron el mismo guion que cuando detuvieron a otro
hermano de lucha, como lo es el también colega diputado Gilber Caro, al que le
montaron un “falso positivo” al estilo G2 cubano con fusiles y lo acusaron de
“terrorista”, atropellando todos sus derechos humanos durante casi dos años,
liberándolo finalmente en precario estado de salud luego de 14 audiencias
diferidas, porque era absolutamente inocente.
Es
miserable porque al no atreverse a detener a nuestro hermano
Juan Guaidó debido a las graves consecuencias que les traerá una acción de ese
tipo, aplican toda su maldad para intentar aplastar a un ciudadano que forma parte
del equipo del presidente encargado, como para que los que estamos del lado
correcto de la historia, que buscamos liberar a nuestra amada Venezuela de esta
tiranía, claudiquemos, nos intimidemos y les dejemos en bandeja de plata
nuestra patria para que la sigan saqueando y mancillando. Pues sepan los
usurpadores y sus tarifados que no nos rendimos ni les tenemos miedo, porque
quien a Dios tiene nada le falta, ustedes son los criminales que han puesto a
nuestro pueblo a comer de la basura, lo han asesinado mediante el hambre y la
falta de medicinas, y han provocado un éxodo sin precedentes en la historia de
América, con más de cuatro millones de venezolanos que se han ido escapando de
la miseria que ustedes han provocado con sus 20 años de “chavismo y socialismo”.
Aquí estamos dando la cara.
Es
maquiavélica la forma de actuar de estos bandidos,
porque a horas de que el mundo escuchara horrorizado de boca de Michelle Bachelet,
la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones
Unidas, el informe preliminar sobre la situación del país con la información
recabada por la comisión técnica que ella envió a Venezuela, con la
constatación de las barbaries que el régimen de Maduro ejecuta con su grupo de
exterminio como es el FAES, así como sobre la magnitud de la crisis
humanitaria; se busca cambiar el foco de atención de los venezolanos y de la
opinión pública internacional con el secuestro de Roberto Marrero. Y recordemos
que ese mismo día se conoció un video desde la OEA, en una sesión dirigida por
su secretario general Luis Almagro que recibió a Tamara Sujú, activista por los
derechos humanos, en el que quedó en evidencia cómo son torturados militares y
civiles en la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM), con imágenes
dantescas que ofenden la dignidad humana como la del coronel Jhonny Mejías Laya
atado y vendado, o la del capitán Juan Caguaripano, reclamando atención médica
por las brutales golpizas que recibe que lo mantienen orinando sangre. Ambos
hechos fueron demoledores en el ámbito mundial y en el mundo militar
venezolano, por lo que un régimen con las manos manchadas de sangre solo piensa
en la “huida hacia adelante” para intentar desviar las miradas, y es por ello
que comete una atrocidad más ante los ojos de todos, y lamentablemente nuestro
hermano Roberto Marrero fue la víctima de ese satánico proceder.
Ahora,
sirva este doloroso episodio para corregir y avanzar en nuestra lucha: no
podemos seguir subestimando a un régimen que por más que luzca disminuido
siempre apela a lo peor con tal de mantenerse en el poder. El comentario viene
porque ya Diosdado Cabello había anticipado el arresto de Roberto Marrero en su
vomitivo programa y no se tomaron medidas de precaución para preservarlo
apropiadamente.
Asimismo,
de alguna manera el régimen consiguió lo que se propuso como era acallar el
lapidario informe de la expresidenta Bachelet, al igual que el video de las
torturas en la DGCIM, por lo que tenemos la responsabilidad desde todos los
espacios que dispongamos de difundir y denunciar estas violaciones a los DDHH y
crímenes de lesa humanidad que perpetran Maduro y su combo contra un pueblo
indefenso.
También
es importante que en este momento pongamos atención a las denuncias que
chavistas disidentes han hecho sobre las tropelías que comete la tiranía, como
la de negar medicinas a la gente para repartirlas en época de elecciones, como
dijo Rotondaro; o el también grave señalamiento de otro emblemático personaje
rojo que abandonó a Maduro, como es Rodrigo Cabezas, que dijo que las elecciones
presidenciales del pasado mes de mayo fueron ilegítimas.
Hermanos
todos, estas horas pueden ser decisivas para lo que nos estamos jugando en
Venezuela, que no es otra cosa que la libertad de nuestra patria. El subestimar
al adversario es lo que nos ha traído a este escenario y tal como dijo Roberto
Marrero antes de ser detenido, cuidemos a nuestro presidente Juan Guaidó, que
continúa en una gira por toda Venezuela con el objetivo de que todos lo
acompañemos a buscar su oficina en Miraflores. Aunque creamos que estamos cerca
del cese de la usurpación y contemos con el apoyo mayoritario de la comunidad
internacional, hemos visto que este régimen que secuestró a Venezuela es capaz
de matar al rehén con tal de mantenerse en el poder. Está prohibido confiarse
con estos malandros. Nuestra patria nos reclama que avancemos.
Ramón
Flores
Diputado
a la Asamblea Nacional
Presidente
del Parlamento Amazónico
@liderhumano
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