MERCEDES SERRALLER 18 de marzo de 2019
Antonio Ecarri, embajador de Juan Guaidó
en España, indica que hay que "seguir los capitales del
'chavomadurismo", en una entrevista con EXPANSIÓN.
Antonio
Ecarri Bolívar (Valencia, Carabobo, 1947) cumple un mes en España como representante
diplomático de Venezuela nombrado por la Asamblea Nacional de Juan Guaidó.
Histórico dirigente de Acción Democrática y diputado, es también abogado y
profesor de Derecho del Trabajo.
Ecarri
no tiene relación alguna con el embajador "usurpador" de Nicolás
Maduro, Mario Isea, que todavía reconoce el Gobierno de Pedro Sánchez, y
desempeña una actividad frenética desde un business center en Madrid en la que
cabe la gestión diplomática del "fin de la usurpación del
chavomadurismo" y del proceso de reinstitucionalización de Venezuela
mientras trata de buscar soluciones para los 9.000 jubilados venezolanos que no
reciben su pensión en España. Y cuando cese la "usurpación", Ecarri
ya plantea un Plan País de recuperación económica de Venezuela en el que quiere
que jueguen un importante papel las empresas españolas.
- ¿Qué planes tienen para reconstruir la
economía de Venezuela?
El
Plan País quiere producir la seguridad jurídica ausente durante 20 años porque
se ha generado una fuga de capitales debida a la persecución
política-ideológica contra la iniciativa privada. Destruyeron el aparato
productivo creyendo que les era suficiente para sostener una política económica
de planificación centrada en los altos precios que tuvo el petróleo. Una vez
destruido ese aparato productivo y cayendo los precios petroleros, llegó la
crisis que produjo el desabastecimiento. Un proceso aceleradísimo de
desindustrialización que acabó con lo construido en 40 años de democracia. Por
eso es necesario plantear ahora un plan de recuperación partiendo de la
industria petrolera, reestructurando Pdvesa, regresando a ella los mejores
técnicos que están fuera del país. Comenzará una etapa de explotación del
petróleo, en manos del sector privado, que compita con la estatal Pdvesa.
- ¿En cuánto estima la fuga de capitales?
En
alrededor de 300.000 millones de dólares. También queremos producir una
unificación cambiaria y lograr que el Banco Central de Venezuela sea una
institución autónoma, limitando la capacidad de producir dinero inorgánico del
régimen, que ha producido la mayor devaluación de la historia. Cada vez que el
régimen expropiaba empresas, se frotaban las manos los demás en América Latina
porque las inversiones iban a sus países. Se va a producir un cambio que tiene
que pasar necesariamente por la salida del régimen. Hay que otorgar seguridad.
No sólo se van a respetar las inversiones y las exportaciones, sino que se
darán garantías de disminución de impuestos a todos los inversores que vayan a
Venezuela. No es un llamado a los capitales golondrina sino a la gente
industriosa y a los verdaderos empresarios, porque Venezuela es una tierra de
oportunidades en todos los sectores, no sólo el petrolero, también agrícola,
pecuario, turismo, donde tenemos esperanzas en las inversiones españolas, con
una vasta experiencia.
- ¿Han hablado con empresas españolas?
Estamos
en eso, vamos a incentivar conversaciones con fondos privados y públicos y
vamos a traer de Venezuela a los creadores del Plan País para abrir un debate
en Madrid con el Gobierno y empresas financieras, petroleras, de
telecomunicaciones y turismo.
- ¿A cuánto asciende el dinero robado por
el régimen? Algunos estudios hablan de 350.000 millones de dólares.
Sí.
Son cifras casi inimaginables, en 20 años del régimen, se ingresaron en
Venezuela unos 500.000 millones de dólares, 200 planes Marshall, una inmensa
cantidad robada, despilfarrada, regalada a otros países. Un ejemplo es lo que
ocurrió en el sistema eléctrico. Los apagones son el resultado de la
improvisación, negligencia, indolencia, de 15 años sin inversiones. Entre 1999
y 2014 no invirtieron nada, y ese año dispusieron de 40.000 millones de dólares
para plantas que terminaron inutilizadas, cuando Venezuela hasta que llegó esta
gente exportaba energía. Ahora lo que ocurrió es que cuando tenían que encender
los motores, resultó que los técnicos capaces se han ido del país. Todo está
desmantelado, es un desastre.
- ¿Han hablado con inversores venezolanos?
Hay
dos tipos de inversores. Hay empresarios serios que serán bienvenidos; también
hay otros, los boliburgueses, que no van a tener cabida, hay que hacerles
seguimiento a esos capitales. La Asamblea Nacional ha promulgado la ley para
perseguir sus capitales en el sistema financiero mundial.
- ¿Con quién cuentan?
Con
todos los países que luchan contra la corrupción del sistema financiero.
Incluso, algunos que antes tenían opacidad y han progresado.
- ¿Suiza o Andorra?
No
puedo mencionar nombres. Estamos conversando con bufetes españoles a ver si es
posible congelar activos del Estado venezolano que sabemos que se encuentran en
el sistema financiero español.
- ¿Por qué no se ha reunido con Borrell?
Esperamos
hacerlo, tiene una agenda muy ocupada.
- ¿Tienen más apoyo de la oposición que
del Gobierno?
Nos
reunimos con Casado; en breve, con Rivera e hicimos lo propio con el secretario
de Relaciones Internacionales del PSOE. El problema es el presidente Sánchez, a
quien también le hemos pedido conversar para agradecerle sus gestiones, pero
hasta ahora ha tenido la agenda muy comprometida.
- Borrell no descarta acoger a miembros
del régimen como pidió EEUU...
Es una
buena noticia porque delata el desmoronamiento del régimen y la búsqueda de
salidas. Es el comienzo del principio del fin; el principio del fin, sin duda.
- ¿Cuál cree que debe ser el futuro de
Maduro?
Los
implicados en delitos de lesa humanidad, actos de corrupción y narcotráfico no
pueden ser exonerados, nunca. Confiamos en la justicia penal internacional,
tenemos abogados acreditados en la Corte Penal en La Haya para comenzar
acciones.
- ¿Qué hoja de ruta y plazos se marcan?
Cese
de la usurpación, gobierno de transición y elecciones. Hemos adelantado la
reinstitucionalización. Esperamos que si Maduro sale del gobierno, el partido
que lo apoya se reincorpore a la Asamblea y sea el pueblo el que decida. El
plazo depende del cese de la usurpación. De lo contrario, no puede haber
elecciones, la gente no participaría, no hay credibilidad.
- ¿Habrá intervención militar?
No es
deseable, lo ideal es lo que parece que está empezando a ocurrir, la salida de
los personajes del Gobierno, abrirá las puertas. El pueblo venezolano tiene
inoculada en sus venas la democracia, durante 20 años le ha puesto la mano en
el pecho al régimen y está dispuesto a seguir luchando hasta la libertad.
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