José Ospina-Valencia 03 de junio de 2019
Les
presentamos aquí las tres últimas iniciativas de diálogo para Venezuela, sus
orígenes, sus objetivos, su impacto y sus perpectivas.
El Grupo de Lima
¿Para qué fue creado?
La primera de las tres iniciativas surgidas para
facilitar una transición democrática en Venezuela fue la del Grupo de Lima,
creado el 8 de agosto de 2017 en la capital peruana, entre
otras cosas, para exigir la liberación de los presos políticos, ofrecer ayuda
humanitaria, pedir elecciones libres y criticar la ruptura del orden
democrático por parte del régimen de Nicolás Maduro.
¿Cuáles países pertenecen al Grupo de Lima?
Doce países americanos suscribieron inicialmente la
declaración: Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala,
Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú, uniéndose posteriormente Guyana y
Santa Lucía. Fue avalado también por Barbados, Estados Unidos, Granada, y
Jamaica, así como por organismos como la Organización de los Estados
Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE). México se ha desvinculado,
manteniéndose ausente de las útlimas reuniones.
En febrero de 2019 se incorporó a
Venezuela, más precisamente a la oposición venezolana, en la persona del
representante de Juan Guaidó.
El Grupo de Lima tomó fuerza como bloque con motivo de
la posesión de Nicolás Maduro el 10 de enero de 2019, a pesar de
las advertencias de la comunidad internacional y de la exhortación explícita
del Grupo de Lima, que desconoce los resultados de las elecciones
presidenciales del 20 de mayo de 2018.
¿Son vinculantes las decisiones del Grupo de Lima?
Varios países del continente expidieron la
llamada Declaración de Lima - a excepción de México que adujo
ser "neutral” - pidiendo a las demás naciones de la región romper
relaciones diplomáticas con Venezuela.
Al no ser un organismo internacional, sus decisiones
no son vinculantes. Su impacto depende de las consecuencias de decisiones
concertadas, y su cumplimiento.
¿Cuál ha sido el impacto, cuál los resultados del
Grupo de Lima?
El Grupo de Lima consiguió el respaldo de la OEA y la
Unión Europea en el desconocimiento de la legitimidad de Maduro en el poder.
Una vez lograda esta postura común, la aceptación de Maduro cayó en casi todos
los foros internacionales. El Grupo de Lima obligó a los gobiernos a tomar
partido en pro o en contra de Maduro. Hoy, el Gobierno de Nicolás Maduro solo
es reconocido por gobiernos como los de Rusia, China, Irán, Turquía,
Bolivia y Nicaragua.
Hoy, la Venezuela de Maduro, que renunciara a su
membresía a la OEA, se encuentra prácticamente aislada de foros e instituciones
y sin acceso a créditos regionales. Maduro se encuentra diplomáticamente
aislado. Una situación que no es la más favorable para emprender un diálogo a
la transición democrática.
Grupo de Contacto Internacional (GCI)
El jueves 7 de febrero de 2019 la
República Oriental del Uruguay y la Unión Europea (UE) fueron anfitriones de la
reunión inaugural del Grupo de Contacto Internacional sobre Venezuela. La
reunión tuvo lugar en Montevideo, a nivel ministerial.
El 31 de enero de 2019, la Unión Europea
decidió proceder, junto con algunos países de América Latina, con la creación
de un Grupo de Contacto Internacional (GCI) sobre Venezuela.
¿Cuáles son los objetivos de la iniciativa europea?
El GCI tiene como objetivo "contribuir a crear
las condiciones para el surgimiento de un proceso político y pacífico que
permita a los venezolanos determinar su propio futuro, mediante la celebración
de elecciones libres, transparentes y creíbles, en línea con la Constitución
del país”, según la UE.
El Grupo de Contacto reúne a la UE y ocho de sus
Estados miembro (Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Portugal, España,
Suecia y el Reino Unido) y países de América Latina (Bolivia, Costa Rica,
Ecuador y Uruguay).
Un plazo sin metas cumplidas
A pesar de que el GCI se autoimpuso noventa días de
plazo, a partir del 7 de febrero, para lograr elecciones
presidenciales en Venezuela, el 7 de mayo de 2019 pasó sin que
eso sucediera. Al contrario, Nicolás Maduro propone realizar elecciones
parlamentarias y no presidenciales.
El objetivo inicial era contar con un número de países
reducido y balanceado, que pudiera aportar una interlocución con ambas partes
idealmente, había explicado a mediados de enero una fuente diplomática europea.
Sin embargo, aunque la UE como organización no lo ha hecho, la mayoría de
países del bloque, salvo Italia y pocos más, reconoció a Guaidó como presidente
interino, lo que provocó el enfado del gobernante Nicolás Maduro.
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Aunque no participan en el grupo, el Vaticano y otros
actores que pudieran desempeñar un papel en el país también son informados
de las reuniones. Ni el gobierno ni la oposición venezolanos están llamados a
formar parte del grupo.
Otras de las condiciones es el "respeto del papel
constitucional de la Asamblea Nacional", lograr una "balanceada
composición" del Consejo Nacional Electoral, y la "eliminación de los
obstáculos a la participación en pie de igualdad" de la oposición en las
elecciones.
¿Cuáles son las perspectivas de éxito?
Ante el fracaso de varios intentos de diálogo, nadie
se atreve a predecir el éxito o fracaso de esta iniciativa. El apoyo de China y
Rusia, así como del Ejército, son decisivos. Bruselas espera que la presión
internacional, sumada al deterioro de la situación en el país, convencerán a
Maduro de que ésta es una solución posible para la crisis en el país, sin
sumirse en la violencia.
Iniciativa de Noruega
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega
confirmó que las delegaciones de Nicolás Maduro y del autoproclamado presidente
interino, Juan Guaidó, se reunieron cara a cara en Oslo el pasado 29 de
mayo, aunque sin llegar a un acuerdo. "Las partes han demostrado su
voluntad de avanzar en la búsqueda de una solución acordada y constitucional
para el país, que incluya asuntos políticos, económicos y electorales”, afirma
en un comunicado la ministra Ine Eriksen Søreide.
Agrega que para preservar el proceso les solicitó a
las partes que muestren cautela en sus comentarios y declaraciones. El
encuentro en Noruega, en un sitio no revelado en las afueras de Oslo, es parte
de un esfuerzo diplomático para poner fin a la crisis en Venezuela. La reunión
estuvo cerrada a la prensa y se desarrolló en el más estricto secreto.
La idea fue promovida por Dag Halvor Nylander,
observador del Proceso de Paz en Colombia y director de la unidad de
conciliaciones internacionales, adjunta al Ministerio noruego de Asuntos
Exteriores.
Tomado de: https://www.dw.com/es/iniciativas-para-una-transici%C3%B3n-democr%C3%A1tica-en-venezuela/a-49042428
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