EMILI J. BLASCO Día 05/03/2013
El
viaje se habría producido el pasado viernes, por una nueva crisis en el ya
delicado estado del presidente venezolano
Hugo Chávez podría haber sido
trasladado el pasado viernes por la mañana a Cuba, desde la isla venezolana de La
Orchila, donde llevaba casi una semana, ante un nuevo agravamiento de
su condición. Para perplejidad de parte de los médicos que le atienden, el
deseo de prolongar la vida de Chávez está motivando decisiones poco comunes,
según aseguran a ABC fuentes
en contacto con los facultativos.
El cambio a La Habana, en un avión
ambulancia, se habría producido después de que, al parecer, el jueves 28 de
febrero por la noche el paciente sufriera una crisis. La falta de
cierto instrumental médico en la reformada enfermería de la residencia
presidencial de La Orchila habría determinado la vuelta a Cuba. Chávez había
llegado a La Orchila casi una semana antes, al descubrirse que una nueva tumoración le estaba afectando ya el 35%
del pulmón izquierdo y determinarse que en el Hospital Militar de
Caracas ya no había mucho más que hacer.
A pesar de la aseveración del Gobierno
de que Chávez está en elHospital Militar caraqueño, en los
últimos días ningún ministro ha asegurado haber estado allí con el presidente.
Diferentes observadores han apuntado la incongruencia de que en la misa que
hubo el viernes para inaugurar la nueva capilla del centro no hubiera
ningún familiar, salvo una hija. Tampoco Maduro subió a ver al supuesto
paciente. Curiosamente en sus declaraciones a la televisión apuntó al edificio
y dijo que allí estaba la «habitación» de Chávez (no el presidente mismo).
Que al final no hubiera regresado a
Caracas sino a La Habana probablemente obedece al interés de mayor secretismo por
parte del vicepresidente Nicolás Maduro y quienes están controlando
políticamente el proceso. Su presencia en el Hospital Militar facilitaba la
posibilidad de un acto de juramentación, dado que se podía movilizar en
cualquier momento a los miembros del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que
debían atestiguar la jura. Sin embargo, esto parece haberse descartado por el empeoramiento del paciente y
también por el hecho de que una posible simulación fue puesta al descubierto
por este diario.
Pugna
de magistrados
La juramentación beneficiaba a Maduro,
pues Chávez entonces podría nombrarle en firme como vicepresidente. Así sería
él quien institucionalmente encabezaría el país hasta la celebración de
elecciones tras la posterior renuncia o muerte del presidente. Si no ocurre la
juramentación, constitucionalmente le correspondería el mando al presidente de
la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. No es un secreto que
Maduro, y los cubanos que le apoyan, temen una maniobra de
Cabello si finalmente queda al cargo del país.
En medios del TSJ se asegura que la
pugna que mantienen ambos se ha trasladado también a este tribunal, con una
guerra abierta entre los magistrados alineados con uno u otro. El
reciente empate a votos para presidir el TSJ entre la actual presidenta, Luisa
Estela Morales, próxima a Maduro, y Gladis Hernández, cercana a Cabello,
muestra esa división. Los magistrados afines al presidente de la Asamblea
Nacional podrían haber amenazado con desvelar el engaño en caso de que el TSJ
avalara una falsa juramentación de Chávez, cuya documentación en cualquier caso
ya habían firmado, como publicó ABC.
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